martes, 5 de diciembre de 2006

La CAM y Caja Murcia preparan su privatización parcial


El secretario de Estado de Economía, el socialista catalán David Vegara, ha pedido a las cajas de ahorro en el “Foro ABC” que avancen hacia un creciente sometimiento a la disciplina del mercado si quieren afrontar ya compras fuera de España. Considera que una buena fórmula puede ser la emisión de cuotas participativas (títulos similares a las acciones pero sin derechos políticos) sin aludir a la histórica reacción en contra de los sectores sociales interesados en función de la naturaleza benéfica de estas entidades.

Esta idea encuentra la oposición frontal y el fuerte rechazo de los sindicatos mayoritarios, UGT y CC. OO., pese a ser una de las condiciones impuestas por el Banco de España para dar su visto bueno a esas posibles compras de entidades financieras foráneas. En los casos de la CAM y Caja Murcia (la ilustración es de su oficina conjunta de representación en Londres) los tanteos sobre el particular no han sido todavía satisfactorios, ni para Vicente Sala ni para Carlos Egea, mientras los impositores no han tenido tampoco la oportunidad de manifestarse al respecto en la Asamblea General, pero la idea es ir preparando esa privatización parcial con la mayor discreción posible.

El instrumento propuesto dice Vegara que ayudaría, además, a paliar su déficit de recursos y, tanto la CAM como Caja Murcia, lo ven con buenos ojos de cara a su, más que deseada por los políticos del PP que hoy las controlan, privatización parcial para que se las queden sus amigos. El gran riesgo es, precisamente, el tipo de manos inversoras en las que pueden caer en la práctica ambas entidades tan enraizadas en Alicante y Murcia, y su propósito final encubierto de utilización excluyente, como ya se ha podido apreciar en los arriesgados casos de “Terra Mítica” y “Polaris World”.

El presidente de la Asociación Española de Banca, la patronal bancaria AEB, Miguel Martín, también ha expresado esa conveniencia tal vez pensando en la brecha que se abre para que los grandes bancos españoles terminen siendo los propietarios “de facto” de un buen número de ellas, aunque no parece tan posible en los casos de la CAM y Caja Murcia al estar en el ojo de un capitalismo emergente y más local de ambas provincias. Hasta ahora, las cajas de ahorro utilizan las participaciones preferentes o la deuda subordinada para captar fondos pero que no cotizan en Bolsa.

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, reconoce que el Banco de España se ha comprometido a flexibilizar su postura respecto a la expansión internacional de nuestras entidades de ahorro a cambio de que las cajas se auto impongan unos controles excepcionales, lo que, a su juicio,”se puede conseguir a través de diferentes fórmulas como crear una sociedad para controlar la operación bancaria en esos países o con la emisión de cuotas participativas'.

Sólo La Caixa ha anunciado ya que va a constituir ese “holding” con buena parte de su cartera industrial para sacarlo a Bolsa. Pero Caja Madrid, Caixa Galicia, la CAM y Caja Murcia, estudian mejor la posibilidad de lanzar las controvertidas cuotas participativas para su eventual expansión en la Unión Europea e, incluso, América Latina. Tanto la CAM como Caja Murcia tienen ya en Londres (primer centro financiero mundial), en la sede de la CECA, oficinas de representación, dicen que para vender hipotecas. Comparten espacio con La Caixa, Unicaja y Caixa Galicia, a un paso de Picadilly Circus aunque no en la “City” como es el caso del BSCH.

Según Juan Ramón Quintás, “las alternativas que hay ahora para obtener financiación son menos costosas. Sin embargo, el campo de actuación en preferentes y subordinadas es, cada vez, menor por sus límites. Puede que haya cajas de ahorro que tengan que optar, entre seguir creciendo y emitir cuotas, o congelar su crecimiento. Su regulación ha sido algo ortopédico y la caja que las emita tendrá un costo político fuerte por la presión sindical”. (NEM).

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