jueves, 25 de enero de 2007

En 2009 unos 20 millones de pasajeros utilizarán el aeropuerto transcontinental de El Altet


La capacidad operativa del aeropuerto alicantino de El Altet alcanzará en 2009 los cerca de 20 millones de pasajeros anuales, una vez concluyan las obras de ampliación de esta instalación aeroportuaria y que ayer mañana fueron visitadas por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

El proyecto, cuya ejecución concluirá en el plazo de dos años, permitirá al aeropuerto aumentar en un 122 por ciento su capacidad operativa respecto a 2005 y lo dotarán de unas infraestructuras capaces de atender al tráfico previsto en un futuro, que, según fuentes ministeriales, se estima en 20 millones de pasajeros.

Estas actuaciones de ampliación suponen una inversión de 436 millones de euros, según los datos facilitados desde el Ministerio de Fomento.

La ministra supervisó las obras de las nueva área de terminal (NAT) y cuya superficie alcanza los 333.500 metros cuadrados, así como las referidas al futuro edificio de aparcamientos, los nuevos accesos y la nueva área provisional de tratamiento de pasajeros.

En su visita, Magdalena Álvarez estuvo acompañada por el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Antoni Bernabé; la subdelegada en Alicante, Etelvina Andreu; diputados nacionales y el secretario general y candidato del PSPV-PSOE a la Presidencia de la Generalitat, Joan Ignasi Pla.

Las previsiones de tráfico de pasajeros de este aeropuerto alcanzan los 18,7 millones de pasajeros en 2020, más del doble del tráfico actual, mientras que las referidas al tráfico de mercancías para el citado año se cifran en 8.400 toneladas y un total de 138.800 operaciones.

Las principales actuaciones incluyen el nuevo edificio terminal de pasajeros, un edificio de aparcamiento para vehículos de 4.200 plazas, nuevos accesos y viales, y la instalación del Sistema Automático de Tratamiento de Equipajes (SATE).

También contemplan la ampliación de la plataforma y calle de rodaje, según las mismas fuentes, que explicaron que ambas obras están ligadas a la ampliación del área terminal de pasajeros según su diseño funcional.

El citado plan prevé también la mejora de los sistemas eléctricos, de seguridad y control de accesos, redes y comunicaciones, y otras actuaciones complementarias.

El nuevo edificio terminal de pasajeros dispondrá de un dique de embarque paralelo a la pista y de un edificio procesador perpendicular a ésta, que se unirá mediante una pasarela al actual edificio terminal.

En concreto, dispondrá de 16 pasarelas distribuidas a lo largo del dique y de la fachada, y estará dotado de salas de embarque, zonas comerciales y el resto de dotaciones propias de este tipo de edificios, según añadieron las citadas fuentes.

Con la construcción de la nueva área terminal, el aeropuerto de Alicante dispondrá de una sala de facturación con una superficie de 15.500 metros cuadrados frente a los 5.700 actuales y pasará de 38 a 94 mostradores de facturación, además de los 20 que habrá en el edificio de aparcamiento, lo que hace un total de 114.

El área de llegadas aumentará de los 1.000 metros cuadrados actuales a cerca de 23.900 metros cuadrados mientras que en la zona de embarque, la superficie tendrá unos 31.000 metros cuadrados y 40 puertas de embarque.

En cuanto a los hipódromos de entrega de equipajes, la nueva área terminal contará con 14 cintas -actualmente tiene nueve- y la superficie de las salas de recogida de equipajes será de cerca de 15.900 metros cuadrados, cuando en la actualidad suman casi 4.300 metros cuadrados.

En el transcurso de su visita al aeropuerto de El Altet, la ministra de Fomento declinó realizar declaraciones a los medios de comunicación, aunque sí quiso subrayar que "las obras del AVE van a un ritmo impresionante, para cubrir todos los plazos".

Al respecto, la titular de Fomento recordó que al inicio de la actual legislatura, el Gobierno se encontró "una inversión ejecutada de 160 millones de euros, y ahora estamos por encima de los 1.500 ejecutados, o sea que el compromiso nuestro con el AVE a Alicante y a toda la Comunidad Valenciana va para adelante y va a buen ritmo", según destacó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

F.J. Benito

El espectacular aumento sufrido por los tipos de interés hipotecarios -el euribor estaba ayer al 4,75%- en los últimos doce meses ha convertido el precio de dinero en un elemento negativo para el sector turístico provincial de cara a afrontar la próxima temporada alta turística, que podría verse seriamente afectada en cuanto al turismo nacional, según temen los principales hoteleros de la Costa Blanca. El coste medio de una hipoteca de 180.000 euros a treinta años -crédito más habitual según las entidades bancarias- en España se incrementará este año en unos 1.600 euros, cantidad que «indudablemente tendrá que salir de alguna parte y tradicionalmente en épocas de dinero caro el sector se ha resentido», apuntaron ayer fuentes de la asociación provincial Hosbec.

Una situación que se produce, además, en un momento en el que el turismo nacional es el único mercado que crece en la Costa Blanca y ha paliado la recesión que sufre el británico, sobre todo en cuanto a ocupación hotelera se refiere. Un español hipotecado pagaba en enero de 2006 una media de 808 euros mensuales para hacer frente al préstamo de su vivienda. A partir de este mes la cantidad se incrementa hasta los 939 euros, con lo que se pierde en capacidad de gasto «y tradicionalmente en estas situaciones los primero que se recorta es el presupuesto para las vacaciones», recordaron ayer fuentes de la patronal hotelera.

Otros aspectos coyunturales como la mejora de las condiciones sociopolíticas en destinos rivales como Túnez, Egipto o Turquía tampoco ayudan al optimismo después de haber cerrado, no obstante, una temporada buena para el sector. Un factor importante y que sí anima a los hoteleros es la recuperación económica de Alemania que en principio beneficia directamente a las Baleares pero «indirectamente nos favorece porque de esta forma la islas no pugnan por el mercado nacional en temporada alta».

Por otro lado, la Organización Mundial del Turismo anunció ayer que el movimiento de turistas aumentó un 4,5% en el mundo durante el pasado año con un total de 842 millones de personas. Europa movió 458 millones de turistas, un 4% más y resultó espectacular

Con estas perspectivas y la necesidad de aumentar el gasto de los turistas acude este año la Costa Blanca a una nueva edición de Fitur, la segunda feria del sector en el mundo, que comienza mañana en Madrid con la presencia de 51 municipios alicantinos. El Patronato Provincial de Turismo se volcará este año en la promoción de las fiestas de los Moros y Cristianos. Un evento para el que la Diputación y la Undef reivindican la declaración de Bien de Interés para la Humanidad. Cuatrocientos festeros desfilarán el viernes por la calle Preciados de Madrid y mañana se el propio estand de la Costa Blanca se convertirá en una especie de Kábila, donde se ofrecerá una degustación de arroces y productos típicos de la provincia. Todo bajo otro paragüas promocional importante como es la presencia virtual del jugador de baloncesto Pau Gasol. Se ultima la edición de un nuevo vídeo promocional y una fotografía gigante del pivot de los Greezlies presidirá el pasillo central del pabellón de la Comunidad Valenciana.

Los actos en Fitur se completan con diferentes presentaciones de los municipios - entre el futuro hotel-balneario de Aigües - y la comida oficial del presidente Francisco Camps, que visitará el pabellón institucional el jueves, primero de febrero. Conselleria de Turismo y Patronato han firmado, en principio, un pacto de no agresión y los actos de José Joaquín Ripoll y Milagrosa Martínez no coincidirán en la feria, lo que suavizará la tensión a tres meses de las elecciones y después del último espectáculo en la CAM. Nadie duda de que Zaplana aparecerá mañana.

De "Información"

Anónimo dijo...

La Costa Blanca busca en Fitur atraer a nuevos visitantes para recuperar la ocupación hotelera
Los establecimientos de Hosbec registran en 2006 la tasa más baja en 13 años
El sector turístico alicantino afronta desde mañana una de sus citas decisivas en 2007, la feria internacional de Fitur en Madrid. La Costa Blanca busca atraer a nuevos visitantes que le permitan recuperar los antiguos niveles de ocupación hotelera. Los establecimientos de Hosbec registraron en 2006 la tasa más baja de los últimos trece años.
ZENÓN GUILLÉN/ ALICANTE
Dejar más de un 20% de las camas sin ocupar es un lujo que no puede permitirse la provincia si quiere seguir ocupando una situación de privilegio en el mercado turístico español e internacional. Los hoteleros quieren que el nuevo año suponga un punto de inflexión en la tendencia de caída de la ocupación.

Según un análisis comparativo de la principal patronal, la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), tras la tasa máxima del 92% registrada en el año 1999, los índices no han hecho más que bajar progresivamente, hasta el 79,6% del pasado ejercicio. De hecho, este último valor es el más bajo cosechado en los últimos trece años, lo que supone que esté tan sólo por encima del 79% de 1993. No obstante, en 2004 apenas se alcanzó también un 79,7%.

La competencia cada vez mayor entre los destinos es una realidad latente que obliga al sector alicantino a reinventarse y a buscar nuevas vías de captación de visitantes, sobre todo, inmersos en un contexto de reducción de la rentabilidad y con una sobreoferta de plazas.

El certamen Fitur 2007 es la primera oportunidad del año para venderse en el mercado y para volver a reivindicar el liderazgo, tanto en la oferta de sol y playa como en otros productos que deben jugar un papel decisivo en el futuro, caso del turismo náutico, congresos e incentivos, cultural, espectáculos, entre otros.

Sólo así, reconocen los expertos y técnicos turísticos, se podrá volver a la senda de mejora. Aunque también advierten de que difícilmente se podrán alcanzar otra vez los niveles de ocupación hotelera registrados a finales de la última década, ya que se trata de un contexto con más dificultades y características propias, como es el boom de la segunda residencia entre los extranjeros.

Sin embargo, el cómputo hotelero negativo no debe obviar la tendencia de mejora en el crecimiento global de viajeros, tal como confirma la encuesta del INE, que refleja que la Costa Blanca ha experimentado un crecimiento del 3,5% comparado con 2005, lo que deja hasta un 5,4% más de pernoctaciones. El problema estriba en que esa aportación es insuficiente para mejorar la ocupación anual, entre otras cosas porque se abren más hoteles, hay más competencia de otras ofertas y crecen los apartamentos ilegales.

Rentabilidad difícil
Los datos oficiales que maneja el INE apunta a que los ingresos hoteleros, que tienen en cuenta la variación en los precios, aumentaron en 2006 un 3,8% en la Comunitat, lo que en cualquier caso parece resultar insuficientes a la hora de poder garantizar los niveles de rentabilidad. Los gastos de explotación crecen en unos niveles muy superiores, lo que obligaría a las empresas a llenar más camas durante más días para poder cumplir sus objetivos de beneficios.

Con todo, en 2006 llegaron a la Comunitat 5.484.965 turistas, lo que supone una ligera subida del 1,5% con respecto al año anterior. Se trata de un resultado positivo, pero que evidencia un cierto estancamiento si se compara con los niveles registrados por Cataluña y Andalucía, que subieron un 6,9% y un 2,3%. Eso sí, Alicante sigue como motor principal, pese a sus vaivenes.
De "Las Provincias"