viernes, 16 de febrero de 2007

Los promotores temen la salida al mercado de miles de casas compradas por inversores


La ralentización en el incremento del precio de la vivienda puede sacar al mercado miles de inmuebles comprados por inversores que se convertirán en competencia directa de las nuevas construcciones, según los promotores. El sector confía en que sean los inmigrantes los que mantengan “viva la demanda” en el sector.

M.J. Carchano

En los últimos años se han conjugado una serie de factores que han propiciado un boom inmobiliario que probablemente no se repita en mucho tiempo. Los bajos tipos de interés, el crecimiento económico o la llegada de inmigrantes y turistas permitieron que el sector viviera sus años dorados. Sin embargo, los promotores reconocen que habrá una normalización del mercado, “no de crisis”, porque aquella “alineación de planetas”, como lo ha comparado el secretario general de la Asociación de Promotores y Agentes Urbanizadores de Valencia, Benjamín Muñoz, ya no existe. El representante de los promotores admitió ayer incluso que ha llegado el momento “de levantar el pie del acelerador y de bajar la fabricación de viviendas para atemperar la oferta y la demanda”.


En la presentación de unas jornadas para analizar si va a existir un cambio de ciclo en el sector en los próximos años, que se van a celebrar la próxima semana, Muñoz adelantó algunas claves que vaticinan lo que va a pasar en el sector inmobiliario hasta 2010. Como ya están haciendo, por ejemplo, las entidades bancarias, los promotores empiezan a confiar en la inmigración como el gran motor del sector en los próximos años.

En años anteriores, sólo en la provincia de Alicante se podían llegar a construir, y vender, 50.000 viviendas anuales. En los próximos años, hasta 2010, los promotores creen que existirá una demanda de 65.000 viviendas anuales en toda la C. Valenciana aunque sólo la mitad serán de nueva construcción. Será un cambio de ciclo pero «en sentido de normalización, no de crisis. El mercado seguirá sostenible y sostenido» , aseguró el secretario de la Asociación de Promotores y Agentes Urbanizadores de Valencia (APCV), Benjamín Muñoz, quien admitió, no obstante, «que ha llegado el momento de levantar el pie del acelerador, de bajar la fabricación de viviendas y atemperar la oferta y la demanda» .

Según explicó ayer Muñoz, la llegada de extranjeros que quieren fijar en la Comunitat Valenciana su residencia ha motivado que se sigan comprando pisos y por tanto se mantenga “viva” la demanda. Según los datos de que dispone la entidad, los extranjeros han contribuido a incrementar la población de la Comunitat Valenciana. Además, en una gran mayoría son adultos con grandes necesidades de vivienda.

Sin embargo, desde la asociación reconocen que va a ir disminuyendo el ritmo de construcción y esperan que los precios del suelo se contengan para “serenar el mercado”. Muñoz considera que es principalmente esta parte de la vivienda lo que hace aumentar el precio final. El presidente de la consultora Tecnigrama, Antonio Escudero, añadió que el precio total de los inmuebles bajará porque su tamaño será menor.

La tendencia a reducir la superficie de los pisos ya se comenzó a notar hace dos años. El mercado oferta ya viviendas de un dormitorio o estudios de 30 metros cuadrados que tienen un gran potencial de salida al mercado.

Sin embargo, la oferta de vivienda nueva no se adecúa a la formación de hogares. Es decir, según Juan Antonio Módenes, del Centre d’Estudis Demogràfics de la Universidad Autónoma de Barcelona, en la Comunitat se construyeron de media unas 75.000 viviendas anuales entre 2001 y 2005, aunque solamente se formaron 58.000 hogares. Es decir, la diferencia es de 17.000 viviendas de inversores y segunda residencia. Cerca de 12.000 se quedan vacías.

Módenes vaticina que a partir de 2006 parece que “la construcción de nueva vivienda se vincula menos a la demanda demográfica, es decir, a un inmueble para establecer un hogar, y depende cada vez más de la segunda residencia y origen internacional”.

El futuro es incierto principalmente porque existen variables que no se van a poder planificar. El constante incremento de los tipos de interés y la ralentización en el precio de la vivienda “puede contribuir a que salgan al mercado miles de viviendas adquiridas por inversores”. Según Muñoz, esos inversores podrían ver peligrar los rentables beneficios que esperaban obtener ya que los precios aumentarán quizás poco más del IPC y por ello convertirse “en una dura competencia para la oferta de nueva vivienda en construcción. Se podría producir una sobreoferta”.

Sí dejó claro que los promotores quieren adecuarse a la oferta que existe y no sólo adecuarse a la demanda, sino también construir viviendas de protección oficial, “el problema es que ninguna empresa quiere perder dinero”. En este sentido, el secretario general de la asociación de promotores aseguró que nadie en su sano juicio daría la espalda al 25 o 30% de la sociedad que demanda este tipo de vivienda, aquellos que solamente pueden acceder a viviendas protegidas.

Los promotores sí están seguros de que quizás se pueda resentir el mercado residencial en los próximos años. Por ello, confían en que la Comunitat Valenciana se consolide como “la California europea” y que la demanda de residencia en el litoral siga manteniéndose. “No se trata de llenarlo todo de cemento, sino de aprovecharse de una oportunidad de negocio extraordinaria”.

¿Será la Comunitat Valenciana el asilo de Europa Según el secretario de la Asociación de Promotores y Agentes Urbanizadores, Benjamín Muñoz, «si no lo conseguimos es porque ha fallado algo» por parte de la administración y las empresas del sector de la construcción. Para alcanzar este objetivo, Muñoz apuesta por crear servicios como «más campos de golf con un cierto orden, mejores infraestructuras ferroviarias y de carreteras para ser la " millor terreta" de Europa»

«No llenarlo todo de cemento»

Un deseo, puntualizó, que «no quiere decir llenarlo todo de cemento» porque «se trata de una oportunidad de negocio extraordinario» . La inversión en vivienda es la mejor opción, aseguró en varias ocasiones, aunque advirtió del efecto en los precios que puede tener «la sobreoferta que puede llegar a producirse si tanto los promotores como los inversores sacan las viviendas al mercado» . Sobre la construcción de viviendas protegidas el secretario de los promotores manifestó la «disposición total» de los empresarios para hacer este tipo de inmuebles aunque agregó que los empresarios «no pueden perder dinero» con ellos.


Infraestructuras
En este sentido, apuntó a que la construcción de infraestructuras como el AVE puede contribuir a fomentar la demanda de vivienda residencial por parte del mercado nacional, que se sumaría a la que ya se produce desde Europa. “La Comunitat no puede renunciar a convertirse en un destino turístico de primer orden”. También otro tipo de comunicaciones, como carreteras, pueden ayudar a fomentar la compra de viviendas. “Muchas familias, sobre todo parejas adultas con hijos independizados eligen segundas residencias como vivienda habitual”, lo que ayudaría a que las poblaciones de costa no se quedaran despobladas en invierno.

www.lasprovincias.es y levante-emv.es

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