VALENCIA.- Las mujeres siguen teniendo tasas de paro y de precariedad laboral mucho peores que las de los hombres. “Ha habido una serie de mejoras, pero todavía estamos lejos de la igualdad”, según subrayó Ofelia Vila, secretaria de la Dona, de CC. OO.
Un estudio comparativo de los últimos 10 años elaborado por este sindicato pone de manifiesto que el sueldo medio de un trabajador varón en la Comunidad Valenciana es de 17.824 euros brutos al año. El salario medio de una mujer se queda en 12.808 euros.
Estos 5.016 euros de diferencia se extraen de la Encuesta Anual de Estructura Salarial 2004 del Instituto Nacional de Estadística, las últimas cifras oficiales disponibles.
En general, la mujer padece “una mayor temporalidad laboral y sufre más la contratación a tiempo parcial”, resumió Elvira Ródenas, secretaria de Igualdad de UGT, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
La temporalidad y los contratos a tiempo parcial son dos de los factores que intervienen en la “brecha salarial” entre hombres y mujeres, que compara los sueldos medios y no las diferencias de retribuciones por sexo en un mismo puesto de trabajo.
En la Comunidad Valenciaba, ambos sexos están por debajo de esos sueldos medios. Si un empleado español (sin diferenciar sexo) cobra un índice salarial de 100, el sueldo de una valenciana es de 72,1, sólo por encima de riojanas (70,2) y murcianas (66,2).
Los valencianos tienen un índice salarial de 102 (30% más que las mujeres). Los hombres de 12 regiones cobran aún más. En Navarra la tasa masculina llega a 136.
Las diferencias de salario bruto entre valencianos y valencianas son de 5.527 euros en los servicios (que concentra el 82% del empleo femenino, especialmente en el comercio y la hostelería) y de 6.200 euros en la industria.
El cuidado de la familia y la maternidad siguen siendo dos elementos fundamentales en perjuicio de la mujer, según Ródenas y Vila.
Todas estas discriminaciones y dificultades para conciliar (o compatibilizar) la vida familiar y la laboral están causadas no sólo por la falta de una legislación más protectora o por su incumplimiento, sino también por una serie de carencias sociales, agregaron.
“Desde la Generalitat no se ha avanzado nada en la creación de escuelas infantiles de 0 a 3 años. Y no queremos guarderías, donde guarden a los niños, sino centros donde los eduquen”, apuntaron Vila y Ródenas.
Además, tampoco hay “una completa red pública de atención a personas de la tercera edad y discapacitados” que es necesaria “si se quiere cumplir con el mandato constitucional” de igualdad entre mujeres y hombres, apostilló Vila.
Las representantes sindicales arremetieron con dureza contra el Ejecutivo autonómico. Elvira Ródenas incidió en la “casualidad” de que la Generalitat haya decidido justo ahora, “con la oportunidad política que suponen estas fechas preelectorales”, desarrollar con un reglamento la Ley de Igualdad de abril de 2003, que calificó como “la gran desconocida”.
Aquella normativa, entre otras medidas, incluía el fomento de planes de igualdad en las empresas que servirían para reducir las diferencias por sexo. “El proyecto de decreto dice cómo se deben hacer estos planes, pero no incluye en su elaboración a las organizaciones sindicales, los representantes de los trabajadores”, resaltó Ródenas.
La representante de UGT aludió a la futura ley nacional de igualdad, de la que destacó la obligatoriedad de aplicar planes de igualdad a la empresas con más de 250 empleados (unas 400 sociedades en la Comunitat) y el permiso de paternidad de 15 días.
Esta última medida la calificó como muy positiva para la reincorporación de la mujer al mercado laboral tras la maternidad.
De las 33.391 bajas por maternidad en la Comunitat en 2006, sólo el 1,2% fueron cedidas al padre. La reforma legal permitirá ambas bajas y que la paterna pase de 2 a 15 días y no como una cesión de la madre.
Vila se refirió al “terrible dato” de la temporalidad del empleo femenino: el 37,7% de las mujeres no tienen trabajo fijo, por encima de la media nacional, del 36,2%.
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