miércoles, 18 de abril de 2007

Las 21 grandes inmobiliarias de la Comunidad Valenciana ganaron 307 millones de euros en 2005


ALICANTE.- Las 21 grandes inmobiliarias de la Comunidad Valenciana, 11 de ellas de Alicante, generaron en el último año unos beneficios netos de más de 307 millones de euros, un 15,2% más que el ejercicio anterior, lo que acerca su ritmo de crecimiento en ganancias al de las principales empresas nacionales del sector.

El socio-director de la auditora KPMG en la Comunidad Valenciana, Juan Latorre, presentó en Alicante los resultados de un estudio sobre el negocio inmobiliario a partir de balances cerrados a 31 de diciembre de 2005.

El hipotético resultado después de impuestos de las 21 principales compañías especializadas en promoción y construcción de viviendas alcanzó la cifra de 307,7 millones de euros, un 15,2% más respecto al ejercicio anterior, lo que representa el 19,7% de las ventas.

Latorre se mostró convencido de que la solidez y buena gestión de estas compañías les permitirá codearse con las líderes nacionales del sector, aunque para ello, vaticinó, lo lógico es que se produzcan fusiones o absorciones entre las compañías con base en la Comunidad. El sector inmobiliario constata su dinamismo al presentar una tasa de crecimiento del 5,9%, la más alta de todos los sectores de la economía valenciana.

Según el estudio, los beneficios de explotación obtenidos experimentaron un incremento del 23% respecto a 2004, lo que representa unos beneficios adicionales de 80 millones de euros respecto a ese periodo, alcanzando la cifra de 430 millones.

No obstante, la carga impositiva sobre el resultado antes de impuestos pasó a representar un 32% en el ejercicio 2005 frente al 29% del año anterior, hasta alcanzar la cifra de 143 millones. La solidez de estas mercantiles está basada en la reinversión de beneficios con destino a la compra de suelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El Banco de España ha ratificado que durante el pasado mes de enero la inversión extranjera en inmuebles en España disminuyó un 1,7%.

Estos datos coinciden con el anuncio de la visita a la Comunitat de la tercera comisión de europarlamentarios para estudiar las posibles denuncias presentadas contra el urbanismo valenciano.

La inversión extranjera en bienes inmuebles, según los datos que maneja el Banco de España, se situó en 386 millones de euros en enero. Aunque esta cifra supone un incremento del 9,3% respecto al año anterior, la cifra es menor al desembolso interanual realizado en 2006, cuando creció un 11%.

Estos datos avalan la desaceleración del sector que se viene anunciando desde hace algún tiempo por los propios promotores. En este sentido, la consultora KPMG advirtió ayer de que se ha creado un clima de incertidumbre respecto a la inversión en inmuebles en la Comunitat Valenciana.

Para esta consultora hay dos factores determinantes. El primero de ellos ha sido el informe de la Comisión de Peticiones del Parlamento de Europeo, unido al de 2005, que “ha generado incertidumbre”. “El dinero es miedoso” y por ello, consideran que la situación que se ha creado va a contribuir “a que se retraigan aún más las inversiones”.

El segundo factor que ha contribuido a generar incertidumbre es el cambio de legislación urbanística en la Comunitat Valenciana “que crea un nuevo marco al que habrá que acostumbrarse”

Según los datos del Banco de España, la desaceleración se ha notado en la Costa del Sol y el Colegio de Registradores de España ha percibido una caída en el cambio de propiedad de las viviendas en toda la zona de la Comunitat.

Ventas más difíciles
El tiempo medio necesario para vender una vivienda en 2006 osciló entre 9 y 14 meses, un plazo que un año antes era de entre 8 y 10 meses, según un estudio hecho público ayer por el portal inmobiliario Globaliza.com .

El estudio, que analiza la presencia en Internet de las principales empresas inmobiliarias, señala asimismo que de cada 60 correos electrónicos solicitando información sobre un inmueble, uno se materializó en venta, un promedio que un año antes era de una vivienda vendida por cada 50 peticiones de información.

El informe toma como muestra 120.000 inmuebles anunciados en Internet, de los que aproximadamente el 50% son nuevos, mientras que la otra mitad son de segunda mano.

El tipo de vivienda más solicitada es un piso de tres dormitorios, con casi el 75 por ciento total de las búsquedas, y cuyo precio medio ronda los 350.000 euros, un 23 por ciento más que un año anterior.

Le siguen los pisos de dos habitaciones, que en 2006 se encarecieron el 17 por ciento, hasta los 260.000 euros de media, y los de cuatro dormitorios, que subieron el 14 por ciento, hasta los 398.000 euros.

Estos precios se corresponden con el mercado madrileño, ya que la capital concentra el mayor número de búsquedas de inmuebles por Internet, algo más del 20%, seguida de Barcelona con el 6,7%, Valencia con el 5,7% y Málaga con el 4,2%.

Diversificación
El presidente de Asprima, José Manuel Galindo, aseguró ayer que el sector español de la construcción podrá mantener los “crecimientos de hoy en día” en el actual marco de ajuste del mercado inmobiliario, siempre que las empresas apuesten por la productividad y la diversificación de productos y mercados, y las administraciones públicas sean “sensibles” a las posibles consecuencias de la legislación.

Galindo afirmó que el “aterrizaje” del mercado inmobiliario en España “es una realidad” que va a impedir nuevos crecimientos de producción, lo que tendrá dos “vertientes económicas”: el empleo y la cifra de negocio de las empresas.

Así, apuntó que ante una previsible reducción del empleo en el sector, que podría ser “ciertamente traumática”, será necesario incrementar la productividad y competitividad de las empresas para mantener la aportación “determinante” de la construcción al funcionamiento de la economía en términos de PIB per cápita.

Por otro lado, consideró que la cifra de negocios de las empresas no se resentirá si éstas diversifican su actividad hacia nuevos productos como oficinas, hoteles o centros comerciales, superando el “monoproducto” residencial desarrollado hasta ahora. Asimismo, instó a las compañías del sector a buscar nuevos mercados en el extranjero. Entre ellos, destacó aquellos emergentes (Polonia, Rumanía o Bulgaria), así como Latinoamérica, China e Indonesia.
De "Las Provincias"

Anónimo dijo...

El ministro Joan Clos, también con responsabilidades en materia de turismo, rechazó en Valencia un modelo de crecimiento económico basado en la especulación y dijo que este debía tomar como base el desarrollo industrial de alto valor añadido.

La otra parte de la moneda del modelo económico la constituye el turismo, ‘‘pero no masificado, sino cualificado’’ y que respete el entorno natural. En definitiva, un turismo también de alto valor añadido, de calidad, que deje de vincularse en exclusiva a sol y playa y apueste por la diversificación (urbano, cultural, especializado según sectores) y por la desestacionalización.

El ministro, sin embargo, no fue tan explícito a la hora de definir el modelo turístico de la Comunitat Valenciana. Es más, dijo desconocerlo en profundidad, aunque insistió, en líneas generales, en calificar de ‘‘suicidio a largo plazo’’ un modelo turístico masificado y basado en el uso indiscriminado del territorio.

Clos añadió, durante su comparecencia junto a Pla en la sede socialista en Valencia –también estaba presente en la sala el delegado del Gobierno en la Comunitat–, que un turismo basado en sol y playa tiene importantes competidores, tanto en otras regiones mediterráneas como del mundo, y subrayó que el camino pasa por invertir en otros sectores atractivos para los viajeros.

El titular de Industria, Comercio y Turismo también reflexionó sobre el panorama económico actual y dijo que afronta una ‘‘nueva parada’’, en la que la competitividad ya no será posible con costes bajos sino elaborando productos con alto valor añadido.

Puso el ejemplo de países como Alemania o Finlandia para subrayar que la deslocalización ‘‘no es una fatalidad que afecte indefectiblemente a todos los países europeos’’, sino que hay una alternativa, que pasa por la apuesta ‘‘sostenida y constante’’ por inversiones en I+D.

De "Las Provincias"