domingo, 29 de abril de 2007

Un millar de trabajadores participan en la reforma de la central nuclear de Cofrentes

VALENCIA.- La central nuclear de Cofrentes se desconectó hoy de la red eléctrica y paralizará su producción de energía durante dos meses para realizar la mayor reforma de sus instalaciones en los 22 años que lleva funcionando.

La central consta de un reactor tipo BWR, de 2952 MW de potencia térmica y 994 MW de potencia eléctrica. El suministrador del Sistema Nuclear de Suministro de Vapor es General Electric Co.

Se halla situada, en la margen derecha del río Júcar.

Esta central forma parte de la Segunda Generación del parque nuclear español; entró en explotación comercial en noviembre de 1984. La unidad es propiedad de Iberdrola.

El combustible para el núcleo del reactor está constituido por 624 elementos combustibles, cada uno integrado por 62 varillas de combustible y 2 de agua dispuestas en matrices de 8x8 con pastillas de dióxido de uranio ligeramente enriquecido.

El control global del núcleo se consigue mediante barras de control móviles de entrada por el fondo de la vasija. Las barras de control son de forma cruciforme y están disbribuidas por toda la red de los conjuntos de combustible.

Hasta el próximo mes de junio, un millar de trabajadores de 35 empresas diferentes –entre los que se incluyen expertos llegados de Estados Unidos y otros países europeos– serán contratados para realizar los trabajos de remodelación, que incluirán actuaciones en la vasija del reactor.

La planta tenía prevista una parada programada este mismo año para realizar la decimosexta recarga de combustible. Cada dos años se sustituyen las varillas que contienen los componentes que hacen funcionar el reactor y se depositan en una piscina de residuos de la central.

La remodelación de Cofrentes se programó cuando, tras la decimoquinta recarga de combustible, realizada en 2005, surgieron problemas al detectarse el goteo de algunos de los tubos que suministran agua a los accionamientos de las barras de control, que son los que controlan las reacciones nucleares. En aquel momento, la planta estuvo parada durante tres meses y se sustituyeron las líneas del segundo cuadrante de las barras. Se dejó para la siguiente recarga la sustitución de los tres cuadrantes restantes. Además, se sustituirán los cables de instrumentación de la vasija del reactor.

La reforma de la planta costará casi 33 millones de euros, prácticamente todo el presupuesto con el que cuenta Cofrentes para este año. Hasta 44 actuaciones se van a realizar durante los próximos dos meses, autorizadas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que ya ha pedido al titular de la central, Iberdrola, información radiológica diaria.

A pesar de que las operaciones que se realicen en la vasija nuclear correrán a cargo de robots, “las dosis recibidas por los trabajadores deben mantenerse tan bajas como razonablemente sea posible y siempre por debajo de los límites establecidos, tal y como se recoge en la legislación internacional”, aseguró en una nota el CSN. Además, expertos del Consejo revisarán las instalacion de forma directa mientras se prolonguen los trabajos en el interior de la planta.

Los trabajos no se iniciarán de forma inmediata, ya que habrá que esperar a que descienda la temperatura y la radioactividad para proceder después a descontaminar el área y que la actuación cerca de la vasija nuclear sea menos peligrosa.

Piscina de combustible
Con la recarga de combustible, por otro lado, la piscina de residuos se llena un poco más y solamente tendrá capacidad para una recarga más, la prevista en el año 2009.

Según confirmaron fuentes de la central nuclear, el titular de las instalaciones, Iberdrola, ya está preparando junto a la empresa pública Enresa un proyecto para incrementar la capacidad de la actual piscina de combustible gastado. Está previsto que esta ampliación permita almacenar residuos hasta 2022.

En 1984, la central nuclear comenzó a producir energía. Se cumplen 22 años desde que entró en funcionamiento y desde entonces ha generado la electricidad que consume la Comunidad Valenciana en seis años.

Las últimas cifras de Cofrentes no pueden ser mejores. La central nuclear cerró el año 2006 con la máxima producción anual de su historia y cerró el ejercicio con la mínima accidentabilidad laboral desde su conexión a la red eléctrica.

El índice de accidentes es de 0,9 (número de accidentes con baja por cada millón de horas trabajadas) frente al 35,9 de media nacional.
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