sábado, 7 de julio de 2007

Zapatero crea más dudas en el PSPV al situar a Sevilla en la política valenciana

CASTELLÓN.- El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, no descartó que Jordi Sevilla, hasta ahora ministro de Administraciones Públicas, vaya a desempeñar alguna responsabilidad en el ámbito de la Comunitat Valenciana. "Sería buena idea", dijo. Además, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega aseguró que es una idea "estupenda". Algunas fuentes apuntan que el exministro podría tomar las riendas en el PSPV.

Sin embargo, esta opción no contaría con el aval del Comité Nacional que ratificó a Joan Ignasi Pla en la secretaría general hasta 2008. Otra salida para Sevilla es que se hiciera con el mando para vender la gestión de Zapatero en la Comunitat Valenciana. Esta opción le podría colocar como delegado de Gobierno.

Ante esta tesitura, la vicesecretaria general del PSPV, Isabel Escudero, advirtió que el partido tiene unos estatutos "muy claros" con Pla "a la cabeza" y descartó un congreso extraordinario. Tras el fracaso electoral de Pla en las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo, algunas voces apuntaban a que Sevilla iba a tomar el relevo en la dirección de Blanquerías. Ahora, después de su destitución como ministro de Administraciones Públicas, por las insinuaciones de Zapatero, se vuelve a abrir el debate entre los socialistas valencianos.

Sevilla es el único miembro del Gobierno que acudió a La Moncloa para conocer los cambios. Según algunas fuentes, Zapatero le ofreció tomar el poder en el PSPV. El exministro, al parecer, pidió tiempo para pensarlo. La posibilidad de ese cambio natural `Pla por Sevilla´, parecía alejada después del último Comité Nacional del PSPV. Pese a la derrota electoral y las críticas internas, Pla consiguió tomar el ´aire´ suficiente para que sus compañeros le dieran la oportunidad de liderar el partido hasta las elecciones generales. Sin embargo algunas fuentes interpretan que el cese de Sevilla puede tener consecuencias en el PSPV.

Cabe recordar que Ignasi Pla tiene suspendida su agenda durante dos días. Esta circunstancia, hace que algunos especulen con la posibilidad de que el jefe de la oposición en la Comunitat tuviera ´noticias´ de las intenciones de Zapatero. No obstante, otras fuentes consultadas niegan esta hipótesis y advierten que crisis de este tipo se afrontan sólo por las personas más cercanas al presidente.

Por otra parte, otros miembros del PSPV subrayan que Zapatero llamó la misma noche del fracaso electoral en la Comunitat Valenciana a Ignasi Pla. El mandato fue claro: ´hasta las generales no hay movimientos´. Esta idea fue asumida por el partido y avalada por el Comité Nacional. Sin embargo, el presidente de la Ejecutiva comarcal del PSPV, José Luis Ábalos, afirmó que la decisión del presidente del Gobierno, "no deja de ser una aportación al debate y a la necesidad de cerrar un ciclo en el PSPV". Ábalos matizó que "cualquier nuevo liderazgo en la Comunitat deberá ser de acuerdo con la voluntad de los militantes".

Dado que parece improbable la posibilidad de un Congreso Extraordinario, las especulaciones sobre el destino de Sevilla se disparan. Salir del equipo que decide en los Consejos de Ministros es, sin duda, bajar el rango político del diputado por Castellón. Esta situación, hace pensar a algunos sectores del PSPV que Sevilla pueda entrar dentro del escenario político de la Comunitat Valenciana. El exministro ha viajado frecuentemente a tierras valencinas y ha seguido de cerca los avatares del partido. La Copa América fue uno de sus grandes empeños. Algunas fuentes consultadas, insinúan incluso la posibilidad que Sevilla pudiera tomar las riendas de la Delegación del Gobierno. El trabajo de Antoni Bernabé fue criticado tras las elecciones, argumentando que no sabía ´vender´ la gestión de Zapatero en la Comunitat.

En este sentido, la portavoz municipal del PSPV, Carmen Alborch, manifestó que Sevilla "ha hecho realmente un trabajo buenísimo como ministro" y le definió como "una persona muy capaz" que "trabaja con mucha eficacia". Por ello, la posibilidad de que desarrolle un cargo en Valencia le parece "muy buena idea", porque, insistió, "es un valenciano con muy buenas capacidades" y dará "como siempre donde ha estado, lo mejor de sí mismo". No obstante, indicó que desconoce a qué responsabilidad se refería el presidente cuando, preguntado por esta cuestión, respondió que sería "una buena idea" en la rueda de prensa en la que explicó la remodelación y apuntó que "hay distintas posibilidades en el ámbito de responsabilidad en el ámbito valenciano, lo iremos viendo".

Lejos de las especulaciones, el exministro vuelve a entrar en el ´tablero de juego´ de la política valenciana. Mientras algunas familias ven con ´buenos ojos´ su trabajo en el PSPV, otros advierten que Sevilla no tendrá ahora el poder que tenía cuando era ministro.

Jordi Sevilla Segura, Ministro de Administraciones Públicas, que será sustituido en el cargo por la actual titular de la cartera de Sanidad, Elena Salgado, deja su departamento con varias leyes pendientes de aprobación: la ley del Gobierno local, la ley de Haciendas locales y la financiación autonómica. Sevilla, nacido en Valencia el 19 de marzo de 1956, era ministro de Administraciones Públicas desde el 18 de abril de 2004. Llegó al ministerio con todas las reformas estatutarias pendientes, pero con estatuto uno especialmente espinoso, el catalán que fue definitivamente aprobado en el Senado el 10 de mayo de 2006. El titular del MAP siempre se esforzó en mostrar su apoyo público al texto estatutario que salió del Parlamento catalán cuando Pasqual Maragall era presidente de la Generalitat, aunque siempre advirtió de que el Estatut sería retocado en las Cortes Generales para asegurar su constitucionalidad.

Sería el presidente del Gobierno el principal artífice de la negociación, con lo que Sevilla pasó a un segundo plano. Durante su mandato se aprobaron, además del catalán, los estatutos valenciano, andaluz, balear y aragonés, estos cuatro últimos consensuados con el PP. Asimismo, prácticamente culminó el proceso de transferencias a las comunidades autónomas. A partir de la aprobación del Estatut, el ministro de Administraciones Públicas se centró en aspectos de su Ministerio como el Plan Concilia, el Estatuto Básico del Empleado Público, la Ley de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, el Plan Goberna o el Pacto Antitransfuguismo.

También aprobó durante su mandato en el MAP el Código de Buen Gobierno. Como ministro promovió la Conferencia de Presidentes Autonómicos que se reunió en tres ocasiones en el Senado y que se centraron en las reformas estatutarias, la financiación sanitaria y en políticas de agua, inmigración e I+D+I.

Sevilla está casado y con tres hijos es Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Valencia. Funcionario por oposición, pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Actualmente es diputado al Congreso por Castellón -responsabilidad que ya ejerció durante la VII legislatura-, y es miembro del Comité Federal del PSOE. Antes de llegar al cargo de Ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla ha desempeñado distintos cometidos en Gobiernos anteriores, entre los que destacan la dirección del Gabinete del Ministro de Economía y Hacienda entre 1993 y 1996, la jefatura del Gabinete del Ministro de Agricultura entre 1991 y 1993, y el puesto de asesor de Relaciones Económicas Internacionales del Gabinete de Presidencia del Gobierno entre 1985 y 1991.

Además, Jordi Sevilla ha sido Secretario de Política Económica y Ocupación de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE entre 2000 y 2004, y asesor del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso entre 1998 y 2000. Ha publicado los siguientes libros: "De nuevo socialismo" (2002), "La economía Española ante la Moneda Única" (1997) y "Balance y Perspectivas de las relaciones Norte-Sur" (1993).
Panorama-Actual.es

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al ex ministro Jordi Sevilla ya le llaman en Blanquerías “el ungido”. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha colocado al hasta ahora titular de la cartera de Administraciones Públicas en la carrera para liderar a los socialistas valencianos de cara a 2011. Su nombre para sustituir a Pla en la secretaria general se sitúa en la primera línea.

Pero el principal problema que tiene Sevilla para aspirar a ser el secretario general de los socialistas valencianos y futuro candidato a la Generalitat es que no tiene un respaldo importante detrás. Varios cargos del PSPV coincidieron ayer en que Sevilla figuraba en las quinielas de sucesores de Pla “porque era ministro”. Desde el viernes, “ya no es nada”. Un matiz que para algunos es básico para eliminar al diputado nacional del PSOE para la carrera de sucesión.

El ex ministro intentará buscar su bolsa de apoyos entre los descontentos. Las críticas a Pla tras las elecciones del 27 de mayo fueron contundentes. La petición de dimisión fueron insistentes. Al final, un pacto de no agresión hasta las elecciones generales y el congreso del PSPV. Un acuerdo de partido forzado desde Madrid por Rodríguez Zapatero y José Blanco.

No es una embajada de Madrid
En Blanquerías, que no entendieron las palabras del presidente del Gobierno y líder del partido, se apresuraron para señalar que el futuro del partido en la Comunitat lo decidirán los socialistas valencianos. Un alto cargo del partido advirtió ayer de que el PSPV “no es una embajada en la que Madrid pueda poner a dedo a quien quiera”.

El liderazgo de Sevilla puede tener ciertas similitudes con el de Ignasi Pla. Una secretaría general prestada en un pacto de no agresión. El ex ministro podría jugar a ser el candidato de consenso si no hubiera un liderazgo definido en el próximo congreso. Además, las palabras de Zapatero juegan a su favor.

Pero en Blanquerías no están por la labor de aceptar un candidato por imposición. Esto es en lo único en lo que están de acuerdo las distintas sensibilidades de los socialistas valencianos. El nuevo líder del PSPV se elegirá en un congreso y mediante voto secreto.

En las próximas semana, Sevilla podría mantener contactos con referentes del partido en la Comunitat Valenciana para pulsar las distintas opiniones y ver si tiene posibilidades de ser el futuro líder de los socialistas valencianos.

El ex titular de Administraciones Públicas se ha rodeado de un grupo de pensadores próximos al partido y que se han convertido en su base más sólida para aspirar a ser el secretario general del PSPV. En ese círculo hay quien sitúa al ex líder de los socialistas valencianos Joan Romero.

En Castellón, donde Sevilla fue el número uno como “cunero” –es nacido en Valencia– en las últimas elecciones generales, su principal apoyo está en Enric Navarro, que deja de ser el portavoz del partido en la Diputación en favor del alcalde de Benicàssim, Francesc Colomer. En Valencia y Alicante, cargos del partido apuntan a Ricard Torres y a Carmen Sánchez Brufal, respectivamente, como sus escuderos para tratar de hacer equipo en favor del ex ministro.

El desmarque de la vicesecretaria general del PSPV, Isabel Escudero, ha sido importante después de que se apuntará de que la número dos coqueteaba con el ex ministro. Escudero fue la que dio la cara para advertir a Madrid de que el futuro del PSPV lo decidirían los socialistas valencianos.

Con apoyos
La situación de Jordi Sevilla contrasta con la de los otros cargos del partido que han salido como posibles sucesores de Ignasi Pla al frente de la secretaría general del partido.

El alcalde de Alaquàs, Jorge Alarte, cuenta con el apoyo de las agrupaciones de l’Horta Sud y l’Horta Nord, además del respaldo de una gran parte de la militancia de Valencia.

El eurodiputado Joan Calabuig cuenta con el respaldo incondicional de los lermistas. Calabuig no esconde su predisposición para aspirar a liderar el partido pero siempre ha dicho que antes de tomar una decisión escuchará a Ignasi Pla.

En Alicante, Leire Pajín también cuenta con apoyos importantes para situarse al frente del partido. Cuenta con el plus de que sería la primera mujer al frente de Blanquerías y podría lograr el cambio de imagen que buscan los socialistas valencianos.

Además, en la sede de los socialistas valencianos se recela de las imposiciones de Rodríguez Zapatero tras el fracaso de Carmen Alborch en las elecciones municipales. Un sector del partido apuesta por no aceptar imposiciones.
De "Las Provincias"