miércoles, 7 de noviembre de 2007

Zapatero dice que la derecha española tiene que refundarse y que la prensa está muy politizada

MADRID.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que la derecha española "tiene que refundarse cultural e ideológicamente", y que en España falta una derecha liberal, aunque la ventaja es que "con este PP no hay extrema derecha".

"Todos los países tienen hoy extrema derecha. Cuando con este PP tenemos hoy una derecha muy derecha, pero no hay extrema derecha. ¿Cuál es la mejor opción?. No lo sé, no lo tengo claro", afirma.

Zapatero se pronuncia sobre distintos aspectos políticos en un libro titulado "Madera de Zapatero. Retrato de un presidente", del escritor Suso del Toro, en el que el presidente del Gobierno y algunos de sus colaboradores más cercanos hablan sobre distintos temas.

El jefe del Ejecutivo explica en el libro que la resistencia "tan inútil como activa de la derecha más dura" se debe a que se ha dado cuenta de que el Gobierno tiene "un proyecto de alcance en valores culturales, y por tanto ideológicos, que puede definir la identidad social, histórica, de la España moderna por mucho tiempo".

Zapatero sostiene que "la prensa en España está absolutamente politizada" y "forma parte del escenario del combate político", porque "más que observadores o narradores del combate político", son actores y además principales. "Hay una mayoría de prensa conservadora. Pero se creen muy listos, porque tienen en sus manos el escribir todos los días periódicos, que luego cuando pierden las elecciones nunca hacen autocrítica", afirma.

Por otra parte, indica que el "desembarco de la Iglesia en la lucha política es un rasgo de nuestra vida social", porque están "obsesionados con lo que ellos llaman el proceso de secularización de la vida social española y les inquieta mucho el efecto que esto puede tener en Iberoamérica".

"También hay una identificación que hacen entre ellos y España. Todo el llamado Movimiento Nacional se fundamente en el nacional catolicismo. Hay un ensayo, Mater Dolorosa, una magnífica narración de Alvarez Junco que cuenta muy bien esas cosas", añade.

Zapatero confiesa que le gustan las situaciones límite. "Sí, me impongo desafíos, me gustan las situaciones límites. De hecho, creo que cuando te pones un horizonte difícil, que ves que está difícil llegar y llegas, eso es infinitamente más poderoso que cualquier otra cosa", explica. "¿Que si me pruebo? Sí, me pruebo, claro. Eso verdad. Sólo gana el que juega, sólo el que arriesga", explica.

En cuanto al atentado del 11-M dice que no lo relaciona directamente con la guerra de Irak, aunque explica que "es verdad que todos los países que de una forma u otra estuvieron en primera línea tienen una exposición mayor".

"En términos históricos eso siempre estará presente, aunque tampoco establezco una relación directa de causa efecto. Eso estaba en el fondo de la conciencia social, no se verbalizó nunca salvo en algunos momentos, pero estaba en el fondo de la conciencia", afirma.

Para Zapatero, el envío de tropas españolas a Irak con el Gobierno de Aznar es "la culminación de ese proyecto ultraconservador y en el fondo del complejo sobre lo que España representa".

"Ahí culmina, ahí encalla, todo un intento de proyecto de situarnos como un país con ese pensamiento ultraconservador, como un país cuyo destino más feliz sería estar sometido al más fuerte".

El jefe del Ejecutivo pronostica que las próximas elecciones generales de marzo se sustanciarán con una participación masiva en las urnas. También desmiente que sea masón, explicando que una de las cosas que más le "divierte entre comillas es esa parte de presuntos historiadores que intentan revisar nuestra historia y que están obsesionados con que soy masón".

Anuncia también que cuando deje de ser presidente tiene previsto volver a vivir a León.

En cuanto a la II República afirma que "era más que un cambio de gobierno, era un cambio profundo, democrático, nacional, real", aunque "con la mala suerte de que en aquel momento el predominio en las fuerzas de la izquierda era marxista y el contexto de la derecha, por lo que estaba pasando en Italia y Alemania, era fascista. Entre los personajes brillantes de la República cita a Manuel Azaña, Indalecio Prieto y Julián Besteiro.

Asimismo, elogia a la monarquía actual, que goza de un amplísimo consenso y le conviene a España. También afirma que ha aprendido de Don Juan Carlos, quién es una ayuda para él.- (EP)

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