MADRID.- Agentes del Cuerpo Nacional de Policía desarrollan una amplia operación contra importantes miembros de las mafias rusas asentadas en España, principalmente en la Costa del Sol. El operativo se ha saldado ya con 21 detenciones y está coordinado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Los arrestos se han practicado en la provincias de Alicante, Málaga, Barcelona e Islas Baleares, y se están practicando registros, en lujosos chalés donde residían los capos y sus familias.
Garzón, que se desplazará hoy a los diferentes puntos del país donde han tenido lugar las detenciones, ha cursado una treintena de órdenes de detención. La denominada operación 'Troika' tiene como objetivo la 'Tamboskaya', un grupo criminal ruso que toma su nombre de una localidad próxima a San Petersburgo.
El jefe de este clan, conocido como 'Petrov', ha sido detenido en Mallorca, según fuentes próximas a la investigación. En la isla ha sido detenida también la cúpula de este grupo presuntamente relacionado con diversos delitos, entre ellos el tráfico de armas, asociación ilícita y blanqueo de dinero.
Los dirigentes estaban asentados en la urbanización 'Sol de Mallorca', ubicada en el municipio mallorquín de Calviá, aunque desarrollaban también parte de su actividad delictiva en Palma, ciudad en la que se realizarán esta mañana diversos registros en busca de documentación sobre la trama mafiosa.
Vitali Idrilov, uno de los detenidos en Alicante, ya fue arrestado hace tres años -el 24 de junio de 2004 en Barcelona- en el marco de la llamada operación 'Avispa'.
Idrilov -que se encontraba actualmente en libertad provisional a la espera de ser juzgado- había reorganizado en el último año su entramado financiero y sus contactos para seguir viviendo "opulentamente", a pesar de tener intervenidos todos sus bienes. Residía en un chalé ubicado en el municipio alicantino de Campello, donde hoy ha sido detenido.
Esta operación contra la mafia rusa, que se desarrolla en varias provincias españoles, se inició en Baleares a raíz de una investigación abierta por la Guardia Civil. Al constatar que la mafia "tenía hilos en la península", la Guardia Civil trasladó su labor de investigación a otras comunidades españolas.
En esta operación participan más de 400 agentes de la Policía Nacional, incluidos los efectivos del Grupo Especial de Operaciones (Geo), además de la Guardia Civil y servicios de inteligencia extranjeros.
Los arrestos se han practicado en la provincias de Alicante, Málaga, Barcelona e Islas Baleares, y se están practicando registros, en lujosos chalés donde residían los capos y sus familias.
Garzón, que se desplazará hoy a los diferentes puntos del país donde han tenido lugar las detenciones, ha cursado una treintena de órdenes de detención. La denominada operación 'Troika' tiene como objetivo la 'Tamboskaya', un grupo criminal ruso que toma su nombre de una localidad próxima a San Petersburgo.
El jefe de este clan, conocido como 'Petrov', ha sido detenido en Mallorca, según fuentes próximas a la investigación. En la isla ha sido detenida también la cúpula de este grupo presuntamente relacionado con diversos delitos, entre ellos el tráfico de armas, asociación ilícita y blanqueo de dinero.
Los dirigentes estaban asentados en la urbanización 'Sol de Mallorca', ubicada en el municipio mallorquín de Calviá, aunque desarrollaban también parte de su actividad delictiva en Palma, ciudad en la que se realizarán esta mañana diversos registros en busca de documentación sobre la trama mafiosa.
Vitali Idrilov, uno de los detenidos en Alicante, ya fue arrestado hace tres años -el 24 de junio de 2004 en Barcelona- en el marco de la llamada operación 'Avispa'.
Idrilov -que se encontraba actualmente en libertad provisional a la espera de ser juzgado- había reorganizado en el último año su entramado financiero y sus contactos para seguir viviendo "opulentamente", a pesar de tener intervenidos todos sus bienes. Residía en un chalé ubicado en el municipio alicantino de Campello, donde hoy ha sido detenido.
Esta operación contra la mafia rusa, que se desarrolla en varias provincias españoles, se inició en Baleares a raíz de una investigación abierta por la Guardia Civil. Al constatar que la mafia "tenía hilos en la península", la Guardia Civil trasladó su labor de investigación a otras comunidades españolas.
En esta operación participan más de 400 agentes de la Policía Nacional, incluidos los efectivos del Grupo Especial de Operaciones (Geo), además de la Guardia Civil y servicios de inteligencia extranjeros.
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