lunes, 23 de junio de 2008

Todo parece indicar que la CNMV pedirá más seguridades a la CAM para que sus cuotas participativas coticen en Bolsa

ALICANTE.- Caja Mediterráneo (CAM) sigue a la espera de recibir el visto bueno para comenzar a comercializar oficialmente sus cada vez más famosas cuotas participativas. Fuentes de la propia caja han reconocido a "El Boletín"que están un tanto sorprendidos por la demora aunque confían que tan histórica operación termine llegando a buen puerto.

Sin embargo, no piensan igual desde un par de mesas de tesorería de primer orden de la capital de España: "La operación se aplazará finalmente hasta después del verano porque la CNMV habrá exigido que la CAM le aporte mayores garantías", afirman.

Lo cierto es que han transcurrido ya tres semanas desde la fecha que tenía programada la entidad alicantina para que el organismo regulador le diera el visto bueno a su folleto informativo. Un folleto que se sigue escrutando hasta el mínimo detalle, muy especialmente en lo que a los factores de riesgo se refiere.

Al organismo regulador sigue sin gustarle el hecho de que la OPS no está asegurada, como tampoco le gusta al mercado lo reducida de la operación y el margen que se le ha dotado al tramo institucional (por debajo del 30%).

La proximidad del periodo vacacional y, lo más importante, el hecho de que la crisis financiera siga dando bandazos continúa obrando a la contra de cualquier salida a bolsa que se precie. A punto de cumplirse los seis primeros meses del año, todavía ninguna empresa se ha atrevido a salir a bolsa.

No obstante eso, desde la CAM no se entiende muy bien que el órgano supervisor y regulador del mercado de capitales español mantenga bloqueada la aprobación y haya retrasado la comunicación de la misma.

El aplazamiento del "sí" por parte de la CNMV no supone por el momento un grave contratiempo para la caja, puesto que se está dentro de los plazos previstos para la puesta en marcha de la colocación de la emisión, pero la realidad es que ha molestado en la cúpula ejecutiva el que se haya optado por dilatar el proceso, según recoge "La Verdad".

Según fuentes de la CAM, está todo en regla y no existe peligro alguno de que pueda quedar paralizada la emisión, por lo que entienden que lo que está ocurriendo es simplemente una cuestión de toma de posición de la comisión del mercado para dejar claro que son ellos quienes marcan los tiempos.

Con todo, es cierto que desde la CNMV han existido peticiones a los gestores de Caja Mediterráneo para que aclarasen algunos datos sobre el valor real de la entidad y el precio con el que van a salir al mercado, además de cómo se iban a colocar los títulos, tanto en lo que se refiere al tramo minorista -clientes y trabajadores- como el correspondiente a los inversores institucionales.

El tamaño reducido de la emisión -el 7,5%-, cuando inicialmente se contemplaba la posibilidad de sacar un 20%, así como la rebaja en la valoración de la entidad, para posibilitar después un mayor recorrido al alza, ha dado mucho que hablar en los foros bursátiles, cuyos ecos han llegado hasta el propio órgano de control.

A falta de conocer los datos exactos de la emisión, la realidad es que la entidad ha tenido que asumir un precio más bajo de lo que se podría prever hace un año, cuando comenzó a tomar cuerpo el plan. Pero es que la situación actual de los mercados no es la misma.

De hecho, el valor auditado de la caja se sitúa finalmente por debajo de los 3.700 millones de euros. Ahora quedará por ver qué análisis hacen los inversores, que son quienes le pondrán el precio real.

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