sábado, 5 de julio de 2008

El inversor institucional recela de las cuotas participativas de la CAM

MADRID.- Caja Mediterráneo (CAM) ha reservado, en un principio, para los inversores institucionales, como fondos de inversión, de pensiones o aseguradoras, el 31% del volumen total de la primera emisión de cuotas participativas que se realiza en España. En total 15,5 millones de títulos que podrán solicitar hasta el próximo 18 de julio a partir de una inversión mínima de 100.000 euros. Ahora falta saber cuál será la actitud de estos inversores cualificados ante la oferta histórica realizada por la CAM. En principio parece que lo que se impone es la desconfianza y el escepticismo.

La mayoría de analistas y gestores consultados por "La Gaceta de los Negocios" coincide en algunas de sus quejas. La más común es que consideran que los títulos carecerán de liquidez (capacidad de los activos de convertirse en dinero de forma rápida) debido a que el volumen de la emisión es reducido. Si el precio definitivo de las cuotas se situara en la media de la banda de precios establecida (entre 5,84 y 7,30 euros) la emisión sería de 328 millones, según cálculos de la entidad financiera. Se trata de un volumen muy pequeño, comparado con los 1.000 millones que la CAM tenía previsto lanzar hace un año, según destacan fuentes cercanas a la operación.

Además, hay que tener en cuenta que la mayor parte de los títulos, el 69% de la colocación (65,5% a minoristas y 3,5% a empleados) se distribuirá entre inversores particulares que tenderán a mantener en sus carteras estas acciones sin derecho a voto.

El precio genera más discrepancias entre los expertos. Todas las operaciones públicas de venta de suscripción de valores (OPS) suelen salir con descuento respecto a su precio objetivo para atraer a los inversores. Las cuotas de la CAM no son una excepción, ¿pero el descuento que ofrece es el adecuado?

Según Guillermo Escribano, gestor de Metagestión, “es insuficiente tal y como están actualmente los mercados”. Este gestor cree que estas acciones sin derecho a voto son caras en relación a cómo están las bolsas, aunque admite que no lo serían si se tiene en cuenta la acción de forma aislada y si las circunstancias fueran otras.

Según su análisis, el PER (Price to Earning Ratio), ratio que mide el número de veces que el beneficio neto por acción está contenido en el precio del título, es razonable, de en torno a 11 veces, “pero no es más atractivo que el que ofrecen otras empresas del mercado bursátil en estos momentos”.

Javier Bernart, analista de renta variable, cree que el descuento que ofrecen las cuotas, entre un 25% y un 30% respecto a la media del sector bancario, es atractivo para los inversores porque supone que si en algún momento ese diferencial desaparece y el mercado entiende que deben cotizar a los múltiplos de la banca darán una rentabilidad adicional de hasta el 30%. Pero hay un problema.

Según este experto, para que esa diferencia desaparezca debería producirse algo que ahora parece muy lejano como, por ejemplo, la privatización de la caja. Y la falta de liquidez que prácticamente todos los expertos vaticinan a los títulos de la CAM tampoco ayudará a recuperar ese 30% de rentabilidad.

Thierry Loiseau, del área de Instituciones Financieras de BNP Paribas, considera que la horquilla de precios es correcta, "el problema es la opinión que tenga el mercado". Este experto explica que hace un año un inversor institucional hubiera tenido mucho interés en las cuotas y el precio hubiera sido el doble, el problema actual es la volatilidad de las bolsas y el hecho de que en el contexto actual de desaceleración económica y crisis inmobiliaria "las cajas están en el ojo del huracán".

El punto de partida parece, en principio, no demasiado positivo. Sin embargo, esta circunstancia no tiene porque traducirse en un fracaso de la colocación de las cuotas participativas entre los inversores institucionales.

Algunos expertos consultados, que prefieren no ser citados, creen que esta emisión no aporta valor añadido, “es una entidad sin grandes planes de expansión ni nada que pueda diferenciarla de otras empresas”. Pero consideran que no le va a costar colocar los títulos porque si aparece alguna dificultad “Ahorro Corporación (el grupo de servicios financieros de las cajas y la entidad colocadora para el tramo de inversores cualificados), se encargará de distribuir las acciones sin derecho a voto al resto de cajas de ahorros a través de los fondos de inversión que gestionan”.

Varios analistas se muestran aún más reacios y consideran que esta emisión es una estafa, “están recapitalizando un banco que han descapitalizado con sus inversiones inmobiliarias”. Los títulos, según explican, se van a colocar en su mayoría entre clientes particulares que son los que más ahogados están y los que más están sufriendo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

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