lunes, 17 de noviembre de 2008

Las cajas recortarán su aportación a Obra Social al mínimo legal en 2009 por la crisis, según Esade

BARCELONA.- Las cajas de ahorros españolas están preparando unos presupuestos para la Obra Social en 2009 que se verán reducidos respecto a los últimos años debido a la crisis, y que en la mayoría de casos se limitarán al mínimo que exige la ley, que es el 10% del beneficio, según un estudio elaborado por la escuela de negocios Esade.

El director del Instituto de Innovación Social de Esade, Ignasi Carreras, explicó que el sector de las cajas de ahorros será "uno de los que más sufrirá" la reducción de aportaciones a Responsabilidad Social Empresarial (RSE) "porque es uno de los que más aporta, se reducirán los beneficios y deberán incrementarse las provisiones".

"Los presupuestos para Obra Social en 2009 y 2010 serán inferiores a los de 2007 y 2008", auguró. Según datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) recogidos por Europa Press, las cajas destinaron 1.824,3 millones a Obra Social en 2007, lo que representó el 15,10% de su beneficio neto.

Para 2008, la inversión en Obra Social superará los 2.000 millones de euros, encabezada por La Caixa, que cuenta con un presupuesto de 500 millones, un 25% más que en 2007. Carreras reconoció que la entidad presidida por Isidre Fainé es una de las que contará con más margen para mantener su apuesta por este ámbito.

Respecto al comportamiento previsto en la RSE en el mundo empresarial, también lastrado por el contexto económico, será asimismo de reducción de las aportaciones y de "mantenimiento" en el mejor de los casos, señaló Carreras.

El apartado "más afectado por la crisis" será el de la acción social, al que las grandes empresas del Ibex 35 destinan alrededor del 1% de su beneficio. Carreras explicó que aunque el beneficio de las compañías del Ibex ha aumentado un 9,8% entre enero y septiembre respecto al mismo periodo de 2007, ha bajado un 10% en el tercer trimestre, y los analistas prevén que baje un 14% en 2009.

Por ello, las empresas prevén una reducción de la inversión en RSE en consonancia con esta reducción de beneficios. Con todo, Carreras aseguró que las compañías que tienen la RSE integrada no recortarán aportaciones en mayor proporción que en el resto de departamentos de la organización.

Añadió que la RSE supone una "oportunidad" para superar la crisis, ya que defiende la "transparencia, gestión del riesgo, buena relación con los grupos de interés y buen gobierno".

Respecto a las pymes, previó un "paréntesis" en acciones que supongan inversiones relevantes, debido a su menor capacidad financiera.

El director de Responsabilidad y Reputación Corporativas de BBVA, Antoni Ballabriga, consideró que la crisis servirá para distinguir a las empresas que hacen verdadera RSE de las que durante la bonanza económica hicieron "responsabilidad social decorativa".

Tanto Carreras como Ballabriga recalcaron que el camino que seguirá la RSE durante la crisis será el de "concentrar esfuerzos" en ámbitos concretos y con menos colaboradores para "focalizar" las actuaciones, frente a la diversificación anterior, cuando había más recursos económicos disponibles.

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