domingo, 24 de mayo de 2009

30 años después de Thatcher / Josep Borrell *

La crisis política en el Reino Unido, provocada por el escándalo de los gastos de los diputados, parece dar la puntilla al premier Brown y presagia el regreso de los conservadores al poder. Se cerraría así el largo ciclo político iniciado hace 30 con la llegada al poder de Margaret Thatcher.

En efecto, en mayo de 1979 la "dama de hierro" ganaba fácilmente las elecciones en un país hastiado de conflictos sociales en el que se había agotado el consenso Estado-sindicatos de la posguerra. Su programa, basado en el mercado, la libertad empresarial, la reducción del papel de Estado y del poder de los sindicatos, se apoyaba en las tesis monetaristas de Friedman y el liberalismo de Hayek y de Buchanan, según los cuales las decisiones generadas por el mercado, cuanto mas libre mejor, serían siempre mejores que las de un gobierno sometido a la presión de los electores.

Así se puso en marcha la revolución conservadora en Europa. Reducción del gasto publico, disminución de los impuestos directos, supresión de regulaciones de precios y salarios, desmantelamiento de la negociación colectiva, limitación de la huelga, liberalización de servicios, desregulación financiera, privatización total de empresas y servicios públicos,...

Thatcher quiso hacerlo todo rápidamente y a la vez. El resultado fue un primer mandato catastrófico del que solo se salvó gracias al petróleo del mar del Norte que cubrió el déficit público y a la guerra de las Malvinas que renovó su popularidad. Reelegida en el 83, aceleró las reformas y se enfrentó a las duras huelgas de los mineros cuyo fracaso debilitó aun más a los sindicatos.

Con la perspectiva que da el tiempo y ante la difícil situación actual de la economía británica, hoy podemos decir que la cura de caballo liberal a la que Thatcher sometió al Reino Unido causó un gran aumento de las desigualdades sociales y regionales sin resolver las debilidades estructurales de su economía.

Y ello a pesar de que después de Thatcher han pasado 10 años de gobiernos laboristas. Cuando Blair gana en 1997 no cuestiona ni las privatizaciones, ni la liberalización financiera ni la flexibilización del mercado del trabajo. Al contrario, hace de esa herencia thatcheriana una de las señas de identidad del new labor, y buena prueba de ello hemos tenido recientemente en el PE cuando hemos debatido sobre la famosa jornada de 65 horas de trabajo semanales.

Pero los gobiernos laboristas reinvierten en los servicios públicos especialmente en educación y sanidad, suben los impuestos, a pesar de lo que se les atribuye, apoyan a las regiones con dificultades y se proponen reducir la pobreza y las dificultades.

Desgraciadamente, en este último objetivo consiguen poco o nada. Blair no consigue reducir las desigualdades y la mala noticia, mucho mas grave para Brown que los dispendios de los diputados, es que en el año que lleva en Downing Street las desigualdades han seguido aumentando, según el estudio que se acaba de publicar sobre la distribución de la renta en el Reino Unido.

La pobreza, medida como el porcentaje de la población por debajo del 60% de la renta media, también ha aumentado y el número de niños en hogares pobres (3,4 millones en el 97 y 2,9 millones ahora) está muy lejos de acercarse al objetivo del 50% de reducción proclamado por Blair como una de sus prioridades.

El resultado final de la famosa tercera vía, tantas veces alabada por los social liberales como ejemplo a seguir para las esclerotizadas economías continentales, no es nada brillante. La economía del Reino Unido está hoy en peor situación que la francesa, a la que hasta hace poco miraba despectivamente por encima del hombro.

La libra se ha devaluado más de un 25% hasta llegar casi a la paridad con el euro y el déficit público se ha disparado por encima del 10%. La crisis financiera ha desbastado a la City e, ironía suprema, la mayoría de los bancos, empezando por Northern Rock en septiembre del 97, han tenido que ser nacionalizados. La crisis inmobiliaria es tan grave como la nuestra, el gasto de las familias ha caído más del 20% y el paro llega al 9% superando los niveles franceses. Pero con un sistema de indemnización raquítico el impacto social es mucho mas grave.

Lo peor son las pensiones. Después de haber prácticamente suprimido los sistemas de reparto y fiado todo a la capitalización individual de los fondos privados, la caída de la Bolsa pone en graves dificultades a los pensionistas.

Esta nada envidiable situación relativiza la pretendida superioridad del modelo británico basado en la reducción del gasto público, la flexibilidad laboral y la primacía del mercado. Puede que ahora constatemos que su éxito se basaba sobre una burbuja especulativa, el sobreendeudamiento de las familias y el desarrollo hipertrofiado del sector financiero convertido en el núcleo activo de la finanza desregulada.

Esta situación cuenta mas en las perspectivas electorales de los laboristas que los abusos de los diputados, que a fin de cuentas no son solo de los suyos. Pero cualquiera que sea el veredicto de los electores y aunque los conservadores euro escépticos vuelvan a gobernar, la Europa continental haría mal en desentenderse, o en regocijarse, con las graves dificultades que le esperan a esa isla rodeada de agua por todas partes, como decía De Gaulle.

Puede que la hora de la verdad vaya a sonar para la ambigua relación del Reino Unido con el proyecto europeo, especialmente con su moneda. En esa hora, y para evitar males mayores, Europa haría bien en olvidar los aires de superioridad que le llegaban desde el otro lado del canal, y, 30 años después de Thatcher, ser tan solidaria como pueda con el Reino Unido.

(*) Ex presidente del Parlamento Europeo

www.estrelladigital.es

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

JORDI PUJOL Vs. JOSEP BORRELL.

FRAUDE FISCAL, HACIENDA Y DIAGONAL MAR-FÓRUM.

JUICIO SEPTIEMBRE PRÓXIMO.



Rafael del Barco Carreras



Ni críticos ni propagandistas los unen, más allá de su afición populista a disfrazarse al estilo de los Coros y Danzas de la Sección Femenina, o disfrutar del idílico Pirineo Catalán. Disfraces y lugares compartidos con los hombres de sus cloacas. Pujol con su asesor fiscal para las privadas declaraciones de renta, JOAN ANTÓN SÁNCHEZ CARRETÉ, al que Fiscalía pide 6 años y 4 meses. Y Borrell con su íntimo desde la infancia, el Delegado de Hacienda en Barcelona JOSÉ MARÍA HUGUET TORREMADÉ, 16 años de petición.

Septiembre 2009. Veinte años de subterráneas luchas políticas, de expedientes silenciados, de chantajes, de millones repartidos, entrando en juego tanta esposa con cuernos, o sustituidas por más jóvenes (el inspector Álvaro Pernas único condenado a 10 años por sus arreglos financieros con una cubana), que los cargos salen una y otra vez del fondo de las estanterías.

No voy a novelar, con leer y querer entender lo escrito entre líneas por la Fiscalía Anticorrupción, intercalando con lo publicado por varios autores en libros de nula difusión, muy citados en LA GRAN CORRUPCIÓN, es suficiente. Pero los votantes pujolistas o socialistas no quieren saberlo, o ni se enteran, porque con la subvencionada Prensa y sospechosa (ful o pastel) Oposición barcelonesas, es casi imposible tomar conciencia del grado de corrupción alcanzado. Estábamos en pleno OASIS CATALÁN.

El difunto “muerto en extrañas circunstancias en Panamá” John Rosillo (del fantasmal y desaparecido GRUPO KEPRO creador de Diagonal Mar, “amigo” de Josep Pujol y Maciá Alavedra) y Sánchez Carreté (asesor fiscal del Grupo) eran los hombres de Pujol en el gran pelotazo de DIAGONAL MAR-FÓRUM, iniciado con la compra a los Albertos de los terrenos de MACOSA por 10.000 millones. Y Huguet, sus inspectores, Borrell-Serra-Maragall, por y para los Socialistas. Fiscalía, en sus conclusiones provisionales, nos muestra unas cifras de lo corriente por los 90, cuando el Clan Estevill (que solucionará los problemas PENALES de DIAGONAL MAR) mantenía a unos cuantos en prisión para redondear ganancias extorsionando, asociado con los mismos inspectores de Hacienda, y creando el necesario terror mafioso a la par de proclamado por la Prensa “azote de la burguesía”. ¡Y lo sabía el TODO BARCELONA!

Pujol y Borrell se necesitaban para recalificar, financiar, presupuestos, eludir impuestos, competencias marítimas, Madrid. Y se entendieron tan a la perfección que crearon una Burbuja Inmobiliaria y Financiera que me atrevería a cifrar en conjunto en no menos de 3 BILLONES DE PESETAS, repartidas en la actualidad entre infinidad de hipotecas y créditos en bancos, caixas y cajas, además partidas presupuestarias en Ayuntamiento, Generalitat y Estado. Y visto el éxito de ventas, o las “hipotecas ninja”, la inversión no se amortizará jamás. El negocio del Siglo, tanto o más que las Olimpíadas. UN IMPORTANTE SUMANDO EN LA CRISIS ACTUAL. Y de su bolsillo nadie puso un duro, al contrario. Todo dinero bancario. El ahorro español y de las instituciones europeas.

He de confesar que no había leído esas conclusiones aunque las tenía desde hace dos años… pero si me propongo acudir y comentar sobre ese juicio, como digo, la guinda de mi pastel “Barcelona, 30 años de corrupción”… deberé ponerme al día de mentiras y silencios…

Ver el fraude fiscal de KEPRO Y DIAGONAL MAR descrito por Fiscalía en imágenes de www.lagrancorrupcion.blogspot.com