domingo, 27 de septiembre de 2009

Alegato postumo antiviolencia del fotoperiodista alicantino asesinado en El Salvador

PARÍS.- La violencia que azota a El Salvador es como "un espectáculo" al que la gente lleva a sus hijos, denunció horas antes de su asesinato el fotoperiodista y cineasta franco-español, oriundo de Alicante, Christian Poveda, en una entrevista difundida en video este domingo en París.

"No se puede negar que en este país hay muertos tirados en la calle todos los días, y que es un espectáculo, y que la gente lleva hasta los niños a ver los muertos en la calle. Querer negar eso es una hipocresía", declaró Poveda en la entrevista grabada el 2 de septiembre, el mismo día de su muerte.

El realizador, de 54 años, es autor del elogiado documental "La vida loca", que se estrena el miércoles próximo en Francia y que recoge el diario vivir de ex pandilleros salvadoreños de la temida 'Mara 18'.

Las violentas pandillas o 'maras', cuyos miembros se cuentan por miles, son responsables según las autoridades del 60% de los homicidios cometidos en el país, además de extorsionar a comerciantes y traficar con armas y drogas.

"El Salvador (7,1 millones de habitantes) es el país más violento de toda América Latina. Hay un promedio de 15 homicidios casi a diario", dijo en la entrevista de 25 minutos Poveda, nacido en Francia de padres españoles.

Poveda, asesinado en un camino en las afueras de la capital, señaló en la entrevista que El Salvador "es un país ultramachista", donde "la violencia se traduce (reproduce) de madre a hijo desde que nace".

"Aquí la mayoría de jóvenes mueren en peleas de gallos, solo por cualquier cosa. Aquí se sacan las armas por cualquier cosa, entonces cuando un medio de comunicación quiere negar eso para mí es como hipocresía", subrayó Poveda al analizar el problema de las pandillas o 'maras'.

Las maras, cuyo nombre viene de 'marabunta', nombre de unas hormigas devoradoras en la Amazonia brasileña, surgieron durante la guerra civil (1980-1992) como grupos de jóvenes que se disputaban "territorios" en barrios y aldeas.

Poveda planteó en la entrevista que aún después de tantos años el fénomeno es parcialmente ignorado debido a lo que calificó como un pacto de silencio que los medios de comunicación suscribieron en 2007 bajo el título de "Medios Unidos por la Paz".

"Este pacto es una gran hipocresía de los medios, me parece que es una censura directa de una realidad de este país", expresó.

"Negar ésta realidad cuando uno es periodista o fotoperiodista merece cambiar de profesión (...). Los que iniciaron esta censura son gente que no son periodistas, realmente son gente que trabajan para un partido político y que defienden una cierta política", denunció.

Poveda afirmó que la violencia procede de "la miseria" y "de los genes de los salvadoreños", por lo que sugirió "cambiar las mentalidades de las gentes".

"Esto también es parte del papel de los medios", precisó.

Indicó que la inseguridad fue aprovechada por la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), el partido de derecha que gobernó los últimos 20 años en El Salvador antes de que fuera elegido como presidente el izquierdista Mauricio Funes, quien asumió el 1 de junio pasado.

"La inseguridad ha favorecido a ARENA durante muchos años", partido que basó sus campañas electorales de 1999 a 2004 en la promesa de combatir a las maras con "mano dura", destacó Poveda.

"Hablar de las maras, por ejemplo, de todos los homicidios, ponerle (atribuirle) todo a las maras es algo fácil, y al mismo tiempo es esconder otra realidad", expresó.

Dijo que un fotoperiodista debe "tener respeto del público, de la gente que va a ver las fotos, pero también respeto de la gente (a la que fotografía) aunque esté muerta".

Elogió a algunos fotógrafos salvadoreños, como uno que captó un autobús con escolares que sacaban sus cabezas por las ventanas para ver el cadáver de una mujer asesinada, y a un guatemalteco que fotografió un cadáver que, debido a la pobreza, no era preparado en una funeraria para ser colocado en su atúd sino en las instalaciones de un taller mecánico.

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