domingo, 27 de marzo de 2011

El Gobierno central constata el interés de la finca 'El Poblet', de Petrer, y se ofrece a colaborar con Consell y Ayuntamiento


ALICANTE.- El Gobierno central ha constatado el "interés" que supone la finca 'El Poblet' de Petrer en la reciente historia de España, dado que fue la última sede del Gobierno de la II República y de su presidente Juan Negrín, y se ha mostrado "abierto a estudiar propuestas de colaboración" con la Generalitat y el Ayuntamiento de la localidad para hacerla "accesible a la ciudadanía".

   Así lo señala el Ejecutivo en su respuesta a la pregunta formulada por el diputado de IU en el Congreso Gaspar Llamazares,  en la que éste le planteaba si estaría dispuesto a colaborar con las administraciones autonómica y local, así como a adoptar medidas para promover la recuperación de esa finca como patrimonio del Estado y con una función histórica, museística, social y turística.
   Al respecto, el Gobierno indica que para la "protección" de ese edificio, "no sería necesaria su adquisición por la Administración General del Estado, u otra administración territorial", sino que "bastaría que fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC)" por parte de la Generalitat.
   Precisa que, al amparo de la Ley 4/1998 de 11 de junio del Patrimonio Cultural Valenciano, compete a la Conselleria de Cultura "dictar el decreto correspondiente, en un procedimiento que se puede iniciar de oficio o a instancia de cualquier persona", a fin de que sea declarada como BIC la finca que fue sede del Gobierno de la II República y residencia de su presidente durante quince días en febrero de 1939.
   En cualquier caso, el Ejecutivo asegura que el Ministerio de Cultura "está abierto a estudiar propuestas de colaboración con la Generalitat y el Ayuntamiento de Petrer", dado "el interés que supone 'El Poblet' de Petrer en la reciente historia de España, así como la necesidad de su preservación y conservación, con el fin de hacerlo accesible a la ciudadanía".
   En su pregunta, Llamazares argumentaba que se trata de "un lugar emblemático para el recuerdo del último Gobierno de la II República" que "merece formar parte del patrimonio histórico y cultural que debemos conservar y proteger para las generaciones futuras".
   Así, instaba a "prestigiar el edificio y su entorno y recuperar una función pedagógica, histórica, social y turística, aprovechando su exquisito estado de conservación" y a dedicarle "una protección especial y su puesta en valor por parte del Estado, eventualmente en colaboración con la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Petrer".
   Es más, remarcaba el "especial interés" de que las distintas administraciones competentes "tomaran medidas de conservación y que eviten alteraciones o reformas que modifiquen su estado original".
   En concreto, abogaba por que el Gobierno recuperara la finca como patrimonio del Estado, mediante el ejercicio de su derecho de compra por tanteo y retracto una vez que el actual propietario privado estuviera de acuerdo en la venta, así como por que la Generalitat promoviera su reconocimiento como BIC para que pudiera abrir al público al menos cuatro días al mes y por que el consistorio reforzara el grado de protección del lugar en el Catálogo del Patrimonio Edificado y Espacios Protegidos del Plan General de 1997.
   Según las mismas fuentes, 'El Poblet' de Petrer se creó a principios del siglo XIX y consta de una finca con jardines y balsas en la que la familia del magistrado de la Audiencia de Valencia Vicente Amat edificó una mansión señorial que, incautada por la República, fue la sede del presidente del Gobierno Juan Negrín en "una situación tan delicada como la que se vivía en febrero de 1939".
   De hecho, el lugar fue escogido por su "situación privilegiada" en la carretera nacional de Ocaña a Alicante, la más importante de las que todavía permanecían en poder del Gobierno republicano y también por la cercanía a estaciones de ferrocarril de la línea Madrid-Alicante, puertos y aeropuertos.
   Desde el 25 de febrero de 1939, la finca se denominó 'Posición Yuste' y se convirtió en un lugar estratégico que albergó el último reducto del poder legal de la II República, en el que Negrín y sus ministros se instalaron hasta su partida al exilio por el aeródromo del Fondó de Monóver.
   En ese palacete, Negrín recibió el 27 de febrero de 1939 la noticia de la dimisión del presidente de la República, Manuel Azaña, el reconocimiento ese mismo día del Gobierno de Franco por parte de Francia y Gran Bretaña, y más tarde, el golpe de Estado del coronel Segismundo Casado, en Madrid.
   Además, según apunta el diputado de IU, en ese mismo edificio se celebraron los dos últimos Consejos de Ministros y se desarrolló la "famosa y tensa conversación telefónica" entre Casado y Negrín, poco antes de que el Gobierno republicano adoptara la decisión de abandonar España.

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