ALICANTE.- El Aeropuerto alicantino de El Altet ha llevado a cabo esta mañana las pruebas para evaluar la viabilidad del embarque y el desembarque a pie en la nueva terminal, en dos estacionamientos que han aprovechado dos vuelos de Ryanair programados a las 11.00 y a las 13.00 horas de este viernes, según han detallado fuentes de AENA.
Con estas pruebas, cuyos resultados serán presentados la próxima semana, se pretende estudiar de manera detallada el funcionamiento de la terminal en dos de los 16 estacionamientos del aeropuerto en los que cabría la posibilidad de realizar este tipo de embarque y desembarque en determinadas condiciones operativas.
De este modo, con los dos ejercicios determinarán si en un proceso de operación real es posible llevar a cabo este tipo de procedimiento en los dos estacionamientos identificados y los condicionantes que existen para garantizar en todo momento la seguridad, operatividad y eficacia del servicio.
Las operaciones cuyo embarque y desembarque se han realizado a pie son un vuelo que ha llegado a las 11.00 horas con 170 pasajeros procedente de Londres, y que poco después ha partido con el mismo destino, así como otro vuelo llegado de Franckfurt con 160 pasajeros, que también ha partido a su lugar de origen con la misma operativa.
A lo largo de la mañana, además se han tomado mediciones de los tiempos de escala obtenidos con este procedimiento, y se va a evaluar si se producen beneficios operativos que optimicen la operación de las compañías aéreas, según las mismas fuentes.
En el caso de que las pruebas constaten que es viable la realización del embarque y desembarque a pie en estas posiciones, el Aeropuerto de Alicante elaborará un procedimiento operativo en el que se fijará en qué condiciones debe realizarse y lo ofrecerá a todas las compañías aéreas que operan en el aeropuerto.
Las 14 posiciones de estacionamientos restantes a la terminal fueron descartadas para el embarque y el desembarque a pie, debido a que este tipo de operación supondría "poner en peligro la seguridad de los pasajeros".
En estos casos, según AENA, la seguridad de los usuarios "podría verse afectada por el chorro de motores de aeronaves en las proximidades o por la circulación de los vehículos que transitan alrededor, entre otros factores, por lo que resulta imposible el cumplimiento de la normativa de seguridad del aeropuerto".
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