martes, 18 de septiembre de 2012

Despejando incógnitas / Jorge Espí *

El Ayuntamiento de Alicante despeja sus incógnitas y deshoja las rosas del desconcierto social. Empezaremos por el PSOE y su desconcierto, hoy resuelto con la pérdida del pulso por parte de Elena Martín frente a su partido, y con el resultado del relevo inmediato del portavoz y viceportavoz.

 Una vez despejada la incógnita de la oposición, llega el momento de disipar el nudo gordiano del PP y comenzar a desvelar quién será el posible sustituto de Sonia Castedo. Se ha podido escuchar en los mentideros políticos que algunos apunta como posible sustituto a Nino Llorens; en cambio, otros ven en Juan Seva al posible candidato. Claro que, si Sonia Castedo se mantiene aferrada al sillón -a pesar del paso adelante dado por el Tribunal Superior de Justicia que la sitúa al borde de su posible imputación en el caso del PGOU-, será cuestión de que decidan los ciudadanos de Alicante. Votantes o no de una opción política conservadora que quiere salvarnos a base de recortes sociales, subida de impuestos, incremento del IVA y un largo etcétera de fracturas sociales. 

Más tarde o más temprano se tendrá que dar el paso. ¿Están dispuestos los alicantinos a mantener a la primera edil a cualquier precio? Ésta es una cuestión que no puede clarificarse si no se convoca un referéndum para ratificar la intención de la alcaldesa de mantener su puesto por haberlo decidido el pueblo. Porque en el ajedrez político nunca se puede descartar la posibilidad de una salida negociada, aún cuando se le haya dado jaque a la reina. Y al rey, porque todos sabemos que la historia está plagada de ejemplos desafortunados y afortunados, como también conocemos que el poder que emerge de los ciudadanos pierde su legitimidad cuando éstos se ven defraudados.

 Ahora bien, otra cosa es que la presunción de inocencia permita envolver a la alcaldesa en el espacio populista para minimizar la presunta actuación. Si los indicios observados desde la Fiscalía llevan a que el TSJCV impute a Castedo por revelación de información privilegiada; tráfico de influencias y cohecho por facilitar datos secretos sobre la tramitación del planeamiento urbano de Alicante, sería bueno conocer qué dice su partido, que se jacta de expulsar a los imputados. Interesante incógnita que será curioso despejar con la respuesta que ofrezca el PP. Porque si Fabra cumple con su discurso, la sociedad alicantina tendría que digerir la composición de un nuevo grupo de no adscritos en el Ayuntamiento.

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