lunes, 28 de enero de 2013

El primer calzado biodegradable del mundo ya tiene colección de verano

VALENCIA.- El Snipe 100, el primer calzado de piel del mundo cien por cien biodegradable y completamente compostable, ya tiene colección para primavera-verano: dos pares de modelos de mocasines para mujer y otros dos para hombre, uno de ellos con cordón, y en una variada gama de colores tierra, gris, rojo y azul.

Tras la presentación en sociedad del modelo de otoño-invierno, un zapato de piel arrugada con titanio y suela termoplástica en color negro y cordones rojos, que estuvo envuelto en un gran secretismo, el mercado acogerá la próxima temporada estival una variada colección de calzado ecológico.
"Para el invierno sólo se lanzó un modelo porque lo importante era el mensaje que queríamos mandar", explica el creador de este calzado, fundador de la marca Snipe y su distribuidor en España, Ernesto Segarra, mientras revive en su ordenador un reportaje de vídeo del día en que se presentó el zapato en Alemania.
En ese "show", explica, un prestigioso cocinero guisó para los presentes gazpacho elaborado con tomates producidos en tierras abonadas con el compost obtenido con la degradación de los zapatos.
El siguiente paso que quiere dar Segarra es aplicar esta tecnología ecológica a otros productos de consumo como bolsos y complementos porque valora la importancia de que "las ventajas medioambientales se pongan a disposición de la gente".
Segarra desarrolló hace veinte años el primer modelo de zapato totalmente compostable pero no cuajó en el mercado y hace tres años retomó la investigación con Alfonso del Val, director del proyecto Lorea de recogida selectiva integral de residuos, y con el doctor en Biología y gran especialista en compostaje Ramón Plana.
Después de tres años de una investigación que fue acogida con gran interés en el congreso internacional de compostaje ORBIT2012 celebrado en Rennes (Francia), este trío consiguió alumbrar un calzado revolucionario con materiales "todos biodegradables, compostables y no tóxicos".
Los investigadores "salvaron" las principales dificultades para conseguir el zapato que querían: la piel y la suela, y lograron ambos productos degradables y no tóxicos.
Este primer calzado contenía diecisiete materiales diferentes, "todos ellos naturales", como las punteras, los contrafuertes, los forros, las plantillas, los cordones e incluso las colas, que también supuso un problemas aunque al final consiguieron unas "acuosas, compostables y respetuosas con el medio ambiente".
Los zapatos Snipe 100 están curtidos con titanio, un nuevo sistema de curtición que permite que "se degrade, se composte y es respetuoso con el medio ambiente", al contrario de lo que ocurre con las curticiones tradicionales, que no se degradan.
Para más beneficio, Segarra subraya "los elementos nutritivos" que el titanio aporta a la tierra y explica qué hacer cuando el zapato ya no sirve.
Entonces se debe trocear y humedecer y depositarlo en un contenedor de compostaje propio o junto al resto de residuos orgánicos para que sea trasladado a una planta de compostaje industrial.
"Al cabo de tres o cuatro meses tendrás un compost, un abono con el que enriquecer la tierra", apunta Segarra, quien también da la posibilidad de que sea la propia empresa la que recoja a domicilio los zapatos que se vayan a retirar.
El modelo de invierno salió a la venta a 149 euros y los de la nueva colección se podrán encontrar en las tiendas por 120 euros.
Discusión aparte sobre su coste, nadie duda de que los Snipe 100 pueden ser una solución en una sociedad que consume 20.000 millones de pares de zapatos anuales y el punto de partida de un cambio de tendencia en el sector.

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