VALENCIA.-
Los socios de Acció Cultural del País Valencià (ACPV) han votado a
favor de la reapertura del canal autonómico TV3 en la Comunitat
Valenciana tras la sentencia del Tribunal Supremo, que el pasado mes de
diciembre dio la razón a esta entidad respecto a que la Generalitat
valenciana nunca ha tenido potestad para sancionar por las emisiones de
TV3 en esta autonomía y anuló el expediente administrativo impuesto
contra ACPV.
Realizado el recuento de los votos, el 90 por ciento se ha
pronunciado a favor de la reapertura, el 3 por ciento en contra y el 7
por ciento se ha abstenido, según ha informado este miércoles ACPV en un
comunicado.
La Junta Directiva de ACPV se reunió de forma extraordinaria el 19
de diciembre para valorar el pronunciamiento del tribunal y sus
implicaciones. En este sentido, se acordó, primero, reclamar al Gobierno
valenciano el retorno de los 303.000 euros pagados por la entidad en
concepto de sanción.
ACPV ha explicado que "se ha hecho peligrar la continuidad de la entidad", que arrastra un déficit que "no podrá ser cubierto mientras el Gobierno valenciano no devuelva este dinero".
A estas alturas, ha criticado, todavía no han devuelto el dinero de la
sanción "ni es previsible que los cobremos antes de dos años, vista la
deuda de la Generalitat valenciana y su calendario de pagos".
ACPV valora la opción de la reapertura de las emisiones de TV3
"teniendo en cuenta, por un lado, el riesgo de una posible sanción por
parte del Ministerio de Industria, y por otra, el compromiso contraído
por la entidad con sus socios y, en general, con las 651.650 personas
que firmaron la Iniciativa Legislativa Popular 'Televisión sin
Fronteras' y todas aquellas que han colaborado de una manera u otra
durante estos años en las diferentes campañas por recuperar TV3".
Frente a las implicaciones de la decisión, la Junta acordó
realizar una consulta entre sus socios y asumir y hacer suya la decisión
que estos mayoritariamente tomaron.
La consulta se ha realizado fundamentalmente por vía digital:
todos los socios recibieron un correo electrónico para que pudieran
votar mediante una web diseñada especialmente con este objetivo.
Posteriormente, se telefoneó a los socios que no tienen correo
electrónico. De este modo, se garantizaba que todos los socios se
pudieran pronunciar, si era este su deseo.
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