sábado, 20 de julio de 2013

El PSPV de Alicante apela a la unidad e insta a resolver las discrepancias con "diálogo" y "lealtad a las siglas"

ALICANTE.- La agrupación del PSPV de Alicante ha hecho este sábado un llamamiento a la unidad socialista para trabajar por la ciudad, algo que "no es incompatible con el debate interno" en el partido, en cuyo seno "las discrepancias que puedan existir deben ser resueltas en un marco de diálogo y de lealtad a las siglas y al proyecto socialista".

   Así consta en la propuesta de resolución presentada por la ejecutiva local liderada por Gabriel Echávarri, que ha sido aprobada por unanimidad, en la asamblea que los socialistas alicantinos han celebrado en la Universidad de Alicante, según han informado fuentes del partido.
   En el cónclave se ha votado también la gestión de la dirección local, que ha sido respaldada con 308 votos a favor, tres abstenciones y dos votos en contra.
   La resolución aprobada recuerda que el lema que debe presidir las actuaciones del PSOE es 'unidos por Alicante' y pide "dejar atrás las posiciones individuales o intereses de grupos, que no son otra cosa que manifestaciones indeseadas de una etapa política que ya ha concluido".
   Además, reivindica el papel del partido para cambiar el rumbo de Alicante con "humildad" y "autocrítica", reconociendo que "ha cometido errores a lo largo de estos años en su papel de oposición, pero intentando que las siglas del PSOE vuelvan a generar la ilusión" necesaria para lograr un vuelco electoral.
   En este sentido, el documento advierte de que "el tiempo en que las siglas, por sí solas, eran suficientes para obtener el respaldo ciudadano ya es historia" y hoy la ciudadanía "exige mucho más y no está dispuesta a entregar su voto a beneficio de inventario". Así, se hace necesaria "transparencia, participación, iniciativa y control" de los representantes.
   "Necesitamos unidad interna para afrontar el reto de establecer relaciones sinceras y eficaces con la ciudadanía y estar en permanente contacto con ella", sostienen los socialistas alicantinos.
   En este contexto, la agrupación socialista "tiene que prepararse para poner en práctica las directrices que emanan del partido a nivel federal, especialmente mediante la realización de primarias, y mediante la puesta en marcha de todas las medidas que permitan la transformación del partido en una instrumento abierto, responsable y eficiente".
   En la resolución, los socialistas critican duramente los 18 años de gobierno del PP en la ciudad, que se ha convertido a su juicio en "rehén de una casta política que la ha utilizado en su propio beneficio" hasta llegar a la situación actual, con los principales dirigentes locales populares "bajo sospecha de corrupción, imputados y a un paso del banquillo".
   Esto proyecta sobre la ciudad, continúa el documento, "una imagen sucia que no solo lastra nuestro futuro, sino que siembra la duda y la desmoralización para poder reaccionar y mirar hacia adelante". En este sentido, han lamentado el "espectáculo aterrador" de las políticas especulativas, la desaparición de la CAM, o "el espejismo de los decorados de cartón-piedra como la Ciudad de la Luz, pagados a precio de oro y hoy inútiles y liquidados".
   "El Partido Popular de Alicante ha cerrado el ciclo de su hegemonía en la ciudad, cimentada en una dirigencia local vicaria de sus jefes valencianos, ante los cuales se ha mostrado sumiso a la hora de velar por los intereses de la ciudad, en beneficio de Valencia, uno de los epicentros más importantes del despilfarro y la corrupción política del PP en toda España, y modelo a nivel internacional de cómo no hay que hacer las cosas", agrega la resolución.
   Por todo ello, consideran que el PP es "una verdadera amenaza" para la ciudad y proponen apostar desde el PSOE "por un cambio de rumbo que puede ponernos otra vez en el camino correcto".
   Así, abogan por un proyecto de ciudad que comience por "limpiar su imagen, ensuciada por años de corrupción, clientelismo y desgobierno, y presentarla tal como es, una ciudad abierta, progresista y decente", y llevar a cabo una revisión a fondo del "infausto" Plan General de Ordenación Urbana

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