martes, 22 de octubre de 2013

La vejación a una profesora universitaria alicantina en el Congreso obliga a intervenir a Jesús Posada

MADRID/ALICANTE.- El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha pedido información a la Policía tras recibir una queja del Grupo Socialista denunciando que una de sus invitadas a la última sesión plenaria acabó desnudada en un cacheo policial antes de entrar en el hemiciclo. Eso sí, ya ha avanzado que él prefiere que se produzca "algún incidente de vez en cuando" en la Cámara antes que aplicar "medidas muy rígidas" a las personas que acuden a los Plenos.

   Mar Esquembre, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Alicante, desveló el incidente este domingo en un artículo del diario Información. Un día después, el PSOE pidió cuentas al presidente del Congreso.
   Según explica Esquembre, acudió al Congreso con una de las invitaciones del Grupo Socialista, y antes de poder entrar en el hemiciclo fue sometida a un severo cacheo por parte de dos funcionarias de policía que la pidieron despojarse de su blusa y sus pantalones, quedándose en ropa interior. Cuando accedió a la tribuna, una de las dos policías que la cachearon permaneció sentada a su lado media hora.
   En declaraciones en el Congreso, Posada ha explicado que, tras recibir la queja del PSOE, ha preguntado al comisario de la Cámara. "Son medidas de seguridad y ellos son los que saben las que hay que tomar", ha señalado el presidente. Una vez que el comisario le detalle "qué medidas se tomaron y por qué", responderá al Grupo Socialista.
   En cualquier caso, Posada ha defendido que "con carácter general" las medidas de seguridad que se siguen en el Congreso "han sido siempre muy proporcionadas".
 "Prueba de ello es que en algunos casos se producen incidentes", ha añadido, antes de dejar claro que él es partidario de una actuación policial "proporcionada" y "equilibrada".
   "Sabemos que cuando se actúa así puede ocurrir que se produzcan incidentes, pero yo creo que es mejor tener algún incidente de vez en cuando que tener unas medidas muy rígidas que excluyan todo", ha afirmado el presidente del Congreso.
   En la carta que ha remitido a Posada los diputados socialistas de la Comunitat Valenciana, Carmen Montón y Gabriel Echávarri, se quejaban del trato "impropio" recibido por la profesora alicantina y pedían cuentas por este "exceso de celo" policial. 
   Y es que el incidente de Esquembre se produjo justo una semana después de que tres activistas de FEMEN interrumpieran la sesión plenaria protestando a pecho descubierto contra la anunciada reforma de la Ley de Aborto.
   A raíz de aquel episodio, la Mesa del Congreso acordó pedir a la Policía de la Cámara que investigara previamente los nombres de los invitados y que extremara precauciones en caso de antecedentes por protestas.
En efecto, la profesora de Derecho de la Universidad de Alicante Mar Esquembre fue obligada a desnudarse por la Policía en el control de acceso al pleno del Congreso de los Diputados, tras la reciente interrupción de las anti abortistas de Femen.
En la Universidad de Alicante, la indignación era unánime. Representantes sindicales, académicos y expertos en Derecho coinciden en calificar de «vejatorio», «impresentable», «escandaloso», «inaceptable» y «absolutamente desproporcionado» el trato recibido por esta docente, conocida activista en favor de la igualdad de las mujeres. 
Además de subrayar el exceso de poder que recae sobre la actuación policial cuando se trata de medidas preventivas, amparado en la ausencia de una regulación «más adecuada y rigurosa», como precisa el catedrático de Derecho Procesal José María Asencio.
El también experto en Derecho Administrativo Gabriel del Real opina que la profesora ha sufrido una «discriminación preventiva absolutamente inaceptable» y que «no se puede permitir que se le trate como a un delincuente». Este suceso le recuerda la ley de vagos y maleantes de la época franquista «que te marcaba por meras sospechas o denuncias anónimas. O esto lo hemos superado o no vamos a ninguna parte», subrayó.
Desde las filas de Compromís y del PSOE han remitido al Congreso su protesta y reclaman información precisa sobre las razones de la actuación contra esta docente, y si existe relación con su trayectoria en defensa de la igualdad de las mujeres. «Es intolerable y el presidente del Congreso debe explicar cómo es posible que se practiquen estas violaciones de los derechos fundamentales, tratando a ciudadanos críticos como delincuentes, por lo que exigimos responsabilidades», precisa el diputado Joan Baldoví.
Carmen Montón, diputada socialista, alude a un control «desproporcionado» y «vejatorio», que no se practicó sobre otro varón que también accedió ese día al Congreso invitado por otro grupo político, como Esquembre por parte del PSOE. Piden explicaciones e instrucciones para que no se vuelva a repetir, alertando del daño de estas actuaciones en la imagen del Congreso «que debate asuntos de la ciudadanía».
Como profesor de Constitucional, exdiputado y amigo de la profesora, Manuel Alcaraz se siente «íntimamente vulnerado», al tiempo que exige responsabilidades al presidente del Congreso y al Ministerio de Interior.
Desde los sindicatos CC OO y FETE-UGT en la Universidad condenan los hechos y advierten de que «se han sacado las cosas de quicio», además de calificar de «demencial hasta el absurdo» un «control que llega al nivel del miedo, cuando la molestia por cualquier tipo de protesta es mínima frente a lo mal que lo pasan los ciudadanos».
La directora de la sede de la UA Ciudad de Alicante, Josefina Bueno, al igual que la delegada del rector para las Políticas de Igualdad, María José Rodríguez, alertan de que «se están criminalizando las protestas, vendiéndolas como peligrosas», y se preguntan si estas «excesivas y abusivas» medidas de control se adoptan exclusivamente con las mujeres, según recoge 'Información'.

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