sábado, 6 de enero de 2007

Desciende el ritmo de creación de empresas y aumentan los parados y despedidos


El ritmo de creación de empresas ha perdido ligeramente velocidad en 2006 y constata la pérdida de importancia relativa de la economía alicantina para superar la recesión que sufre desde el año 2000. La aportación de nuevas sociedades mercantiles a la estructura productiva provincial disminuyó un 0,2% durante el primer semestre, interrumpiendo así su tradicional tendencia al alza, según el último informe de coyuntura económica de la patronal territorial COEPA.

Aunque todavía Alicante ocupa el cuarto puesto nacional en cuanto al PIB, a continuación de Madrid, Barcelona y Valencia, COEPA precisa que la constitución de sociedades mercantiles se ralentiza pese a que su variación mensual sigue siendo considerable. A partir de septiembre el repunte interanual se situó en el 2,4%, mucho más bajo del 5% de media de los últimos años.

Esta desaceleración parece provocada por los efectos de la crisis en los sectores tradicionales de la industria manufacturera (calzado, textil y juguete) al crearse sólo 5.146 nuevas mercantiles de otros sectores productivos en paralelo a las 448 disoluciones societarias registradas, un 25,5% más interanual y que agudiza la crisis de dinamismo empresarial, que dura sostenida ya más de un quinquenio.

Además, el capital social inicial que suscriben las nuevas empresas en comparación con otras regiones españolas que han sufrido, igualmente, la recesión de sus manufacturas, también suele ser menor ahora. Eso es así hasta el punto de que la cuota participativa de Valencia (13,7%) en el conjunto nacional es superior en más de diez puntos a la cuota de Alicante (3,3%) a partir del pasado mes de agosto.

El mercado laboral alicantino también muestra ya una mayor dependencia de las arcas del Estado. Miles de trabajadores necesitan las ayudas oficiales para poder sobrevivir. Alicante lidera el aumento del paro en toda España y ocupa los puestos de cabeza en despidos colectivos, cierres por quiebras de empresas y suspensiones de pagos por crisis industrial, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo. Esta mala coyuntura del empleo y de la actividad productiva tiene su traslación directa en la nómina del Estado. Entre enero y noviembre pasados, se ha visto obligado a incrementar en 54 millones de euros netos las ayudas para las familias que se quedan sin ingresos.

Ese dinero corresponde a la prestación por desempleo de tipo contributivo y asistencial (en este caso el aumento mensual del Inem es de 4,5 millones de euros al haber 8.000 nuevos beneficiarios al finalizar el año) y a las indemnizaciones y salarios de tramitación que paga el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) por quiebras empresariales, insolvencias, concurso de acreedores y despidos colectivos de las plantillas.

El Estado ha incrementado una media mensual de 4,5 millones de euros la partida de prestación contributiva y subsidio por desempleo en Alicante. La nómina de parados que dependen de la ayuda del Estado pasa de 39.521 personas a 44.094 a finales del pasado año. Es decir, y pese a que el el presidente de la Generalidad Valenciana, Francisco Camps, dijo en su mensaje de final de año que «vive el mejor momento de su historia», en Alicante existen a día de hoy 7.960 nuevos parados que perciben la prestación por desempleo y que no lo hacían al empezar 2006. En total, 49 millones de euros más que el año anterior (8.134 millones de las antiguas pesetas).

La bolsa de parados alicantinos (85.000, según el último dato ofrecido por el Inem) le cuesta a las arcas del Estado (sólo el 45% cobran la prestación o el subsidio) la nada desdeñable cifra de 530 millones de euros (87.900 millones de las antiguas pesetas, tanto como toda la facturación anual del sector de la piedra natural y el mármol alicantino).

Por lo que se refiere al aumento del dinero enviado por el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial), este organismo del Ministerio de Trabajo que, por ley, hace frente al gasto de indemnizaciones y salarios de tramitación de empresas en quiebra, insolvencias justificadas, suspensiones de pagos o despidos colectivos, ha aumentado el dinero en casi 5 millones de euros (850 millones de pesetas). En total, el Fogasa envió a Alicante (hasta noviembre) 23,1 millones de euros.

El aumento de casi 5 millones de euros (840 millones de pesetas) es consecuencia directa del incremento de empresas afectadas concretamente por insolvencias. El Fogasa atiende las quiebras, los concursos de acreedores o suspensiones de pagos y los despidos colectivos de plantillas, pero lo que más crece en Alicante y en la Comunidad Valenciana son las insolvencias justificadas por falta de pedidos y descenso en picado del mercado interior y exterior, caso del calzado. A falta de computar el mes de diciembre, en la Comunidad Valenciana se han declarado, ante la autoridad laboral, como insolventes a efectos legales, 427 empresas más que el año 2005. En total lo han hecho 2.678 sociedades, de las que cerca de 2.000 tienen su sede social en Alicante.

Según los últimos datos del Fogasa del Ministerio de Trabajo, de enero a noviembre se vieron afectadas por regulación de empleo para empresas con más de 100 trabajadores, a través de la fórmula de despido colectivo, un total de 1.245 mercantiles, frente a las 1.384 con problemas en el período enero-noviembre.

Los datos sobre prestaciones por desempleo y sobre dinero del Fogasa por insolvencias, quiebras y suspensiones de pagos de industrias alicantinas transcienden después de conocerse la evolución del mercado laboral. Según el Inem, Alicante es la provincia española con mayor aumento del paro en el año 2006, y también en el mes de diciembre. Sobre todo por la desaceleración del sector de la construcción y del sector servicios, y por el incremento notable de inmigrantes que van al paro.

El proceso de ajuste de la industria textil alicantina, por ejemplo, continuará durante el presente ejercicio 2007. Las empresas asumen que la posible recuperación del sector se retrasará hasta 2008 pese a que se detecta una evolución hacia un entorno algo más estable, a tenor del informe de balance del año del Centro de Información Textil y de la Confección (CITYC), que advierte de que continuará bajando la producción y el empleo.

El año 2006 se cierra con más de otro millar de empleos pérdidos en el sector manufacturero de la Comunidad Valenciana, fundamentalmente, del ámbito norte de la provincia alicantina. En el global nacional la caída alcanzó los 18.000, lo que deja una plantilla final de 205.000 trabajadores. La comparativa entre los años 2000 y 2006 señala que la producción ha descendido en un 32% y el empleo en un 28%.

El sector del textil y de la confección autonómico ofrece ocupación en este momento a unos 33.000 trabajadores pertenecientes a unas 3.200 empresas. En concreto, el área alicantina de L´Alcoià y El Comtat es una de las principales afectadas por la crisis, ya que dentro de las denominadas comarcas centrales acogen a medio millar de empresas y alrededor de 18.000 de esos trabajadores, es decir, el 14,4% del sector nacional, sólo superada por el 36,4% de Cataluña.

El estudio de Cityc hace hincapié en el nuevo retroceso de la actividad en 2006, aunque fue inferior a la del año anterior, y a pesar de acontecer una recuperación de las exportaciones, que crecieron un 12%. De hecho, la situación coyuntural del sector, después del impacto de la liberalización de los intercambios comerciales internacionales en 2005, ha evolucionado hacia niveles de mayor equilibrio dentro de una tónica que se prevé mantener a partir de ahora.

En el caso concreto alicantino, destaca la ventaja del predominio de la industria del textil-hogar, que ha mostrado signos de comenzar a despegar, pese al contexto difícil del mercado. La mejora del consumo europeo y una cierta recomposición de las corrientes de aprovisionamiento tradicionales, explican en parte la recuperación de las exportaciones –en torno a un 10%–, que se han centrado, especialmente, en los tejidos, los textiles especiales y la ropa de hogar. Esta evolución ha permitido contener en 2006 el crecimiento del déficit comercial en el sector, aunque se sitúa por encima de los diez puntos con respecto al año anterior.

El Centro de Información Textil y de la Confección concluye en su análisis que "el deterioro general de las condiciones económico-financieras del sector no afecta a todos por igual, puesto que se han acrecentado las diferencias entre unas empresas y otras". Es decir, aquellas firmas que han innovado, han adaptado su estructura y organización a las demandas del mercado, y han apostado por nuevos materiales –textiles técnicos–, han conseguido posiciomarse en una situación inmejorable de cara al futuro.



10 comentarios:

  1. Los 147 trabajadores de Trudo, filial de Martinelli, acordaron ayer demandar a la empresa por despido y concentrarse una vez a la semana en la plaza de Baix de Elche para reivindicar un aumento de las indemnizaciones fijadas por la empresa tras su cierre.

    Las medidas de presión adoptadas ayer en asamblea persiguen lograr lo que los trabajadores consideran indemnizaciones “más justas”, ya que según el secretario comarcal de FIA-UGT, Juan Antonio Maciá, los afectados “no están dispuestos a renunciar al cobro de 45 días por año trabajado en vez de los 20 días que se han propuesto”.

    El sindicalista afirmó que tanto los trabajadores como el sindicato “tememos que cada día que pasa es un día de salario que nos deben y un día de salario que tienen que cotizar a la Seguridad Social”.

    Asimismo, señaló que tanto UGT como los trabajadores seguirán negociando con la empresa, que se ha declarado en suspensión de pagos, “y aguantaremos carros y carretas, no nos quedaremos con una mano delante y otra detrás”.

    Maciá calificó 2006 de “año negro” en el ámbito local, ya que “más de 20 empresas de calzado han cerrado definitivamente y seguro que hay otras 20 que no hemos podido constatar”. Agregó que la situación es “dispar” puesto que hay empresas que “están ganado más dinero que nunca por las importaciones de un calzado amarillo que lo transforman en calzado blanco”. El secretario comarcal de FIA-UGT dijo que estas empresas “lo venden como ‘Made in Spain’ y es calzado de importación, pero les cambian la etiqueta para convertirlo en europeo. La producción no se hace en España y sólo beneficia a unos cuantos”.

    Calculó que más de 2.000 personas han perdido su empleo en el sector del calzado y componentes en 2006, y afirmó que el principal problema del sector es “la precariedad laboral y el deterioro de las condiciones de los trabajadores, que no pueden competir con los chinos”.

    En referencia al plan de apoyo al calzado, puesto en marcha por el Ministerio de Industria, Maciá confió en que sirva de amortiguador, “pero no es la gran panacea porque no se puede controlar todos los pedidos de las empresas”.

    Pascual Pascual, secretario comarcal de CC. OO., coincidió con UGT en que 2006 “ha sido malo para los trabajadores del calzado y componentes”, pero aseguró que “se trata de un sector con futuro”.

    Pascual confió en el Plan de Apoyo al Calzado, advirtió a los empresarios de que “se debe acabar con la economía sumergida” y les invitó a “denunciar esta situación y el comercio ilícito del fabricante chino o asiático”.

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  2. Por segunda vez consecutiva, la provincia cierra el año como la de más casos de economía sumergida que son descubiertos por los inspectores de Trabajo. Al finalizar el ejercicio, los inspectores laborales han encontrado cerca de 4.000 puestos de trabajo que no cotizaban al sistema general de la Seguridad Social. O sea, empleos en fraude de ley y sin contrato, que, tras la correspondiente acta de infracción y sanción, pasan al circuito legal de las cotizaciones.

    Esta cifra es nuevamente mayor a la que presentan Barcelona y Madrid, segunda y tercera en este ránking de discutible privilegio. Aunque la dirección general de la Inspección de Trabajo ha divulgado hasta ahora únicamente las cifras del primer semestre del año, en breves días divulgará el ejercicio completo, que sitúa nuevamente a Alicante por delante de las dos grandes urbes españolas.

    Según fuentes de la Inspección de Trabajo, los 1.839 trabajadores cazados sin contratos o sin liquidación de las cuotas por sus empresarios en un puesto laboral convierten en el primer semestre del año a Alicante en la provincia con más empleo sumergido, sólo por detrás de Barcelona. Pero con el ejercicio completo, y pese a que coincide julio y agosto con el período vacacional en muchas industrias, la cifra se mantiene en otras dos mil actuaciones, que permiten promover el alta en la Seguridad Social de contratos que no contribuían con el sistema general de la Tesorería y que se desarrollaban, en la práctica, en fraude de ley.

    Los empresarios que no dan de alta a sus empleados en la Seguridad Social y que los mantienen en los talleres o en los negocios de servicios y hostelería tienen que hacer frente a un pago de sanciones por valor de 4,5 millones de euros, según el balance correspondiente al pasado año. La cantidad es ligeramente superior a la practicada por la dirección general de la Inspección de Trabajo en el año 2005.

    Por otro lado, de las 20.000 actuaciones ejecutadas por la Inspección en materia de empleo sin contrato y sin cuotas de cotización se derivan unos expedientes liquidatorios a la Seguridad Social por valor de 35 millones de euros, es decir, dinero que no había ingresado la caja única del Estado y que gracias a la labor inspectora sí se ingresa finalmente.

    De la magnitud del problema del empleo sumergido en Alicante habla el dato simple y llanamente comparativo. En esta provincia se aflora más empleo irregular que en las ocho provincias de Andalucía juntas, la comunidad autónoma que tradicionalmente ha sido más propensa a ejercitar las fórmulas extrarreglamentarias sobre la contratación laboral.

    Los sindicatos de clase vinculan directamente el aumento de la economía y del empleo sumergido con el incremento del paro. «La gente se tiene que buscar la vida, aunque ello no justifique la economía irregular», afirma el secretario de CC OO, José de la Casa. El secretario de la patronal Coepa, Javier López Mora, desvincula el aumento del paro en Alicante (en el 2006 fue líder en destrucción de puestos de trabajo, por delante de Madrid, Barcelona y Valencia) y el incremento del empleo sumergido. Antes bien, atribuye el fenómeno no a cuestiones estructurales, sino a coyunturales relacionadas con el «gran dinamismo económico» de la provincia. «Igual que lidera la provincia la creación de empresas y de empleo, de sociedades mercantiles, de afiliación relativa a la Seguridad Social, por encima de la media española, Alicante también dispara el empleo sumergido, que Coepa no justifica en ningún caso».

    La actividad inspectora de Trabajo en Alicante se centra en el sector servicios (hostelería y comercio, fundamentalmente, además de otros minoritarios como limpieza o seguros) a la hora de aflorar empleo ilegal. En menor medida, según las fuentes consultadas, las actas de infracción se han abierto en el sector industrial, que directamente vive un momento de ajuste tras muchos cierres y expedientes de regulación y de suspensión temporal de empleo.

    Pese al mensaje de fin de año del presidente de la Generalitat, el cual llegó a decir que «la Comunidad Valenciana vive su mejor momento de la historia», las centrales sindicales no han dejado de lanzar críticas a cuenta de la crisis del mercado laboral. La Verdad también viene informando de diferentes indicadores. Uno de ellos es el aumento en 54 millones que ha hecho el Ministerio de Trabajo para no dejar desasistido a miles de parados y de despedidos.

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  4. Sólo unas 353.000 personas, el equivalente al 17,5% de los más de dos millones de desempleados que estaban registrados en el INEM a finales del pasado diciembre, tenían muchas probabilidades estadísticas de encontrar un puesto de trabajo, según el índice de ocupabilidad de los parados registrados que elabora el Ministerio de Trabajo.

    Este índice refleja también que algo más de 947.000 personas, el 46,8% de los parados inscritos en el Inem a finales de 2006, tenían pocas o muy pocas posibilidades de salir del desempleo. En concreto, para el 15,95% las probabilidades de encontrar una nueva actividad eran muy bajas, mientras que para el 30,87% sólo eran bajas. Las posibilidades de salir del paro son menores para las mujeres, los inmigrantes, los trabajadores de mayor edad, los que tienen menor nivel de estudios, los demandantes de más antigüedad y los perceptores de prestaciones, especialmente los que cobran ayudas asistenciales, subsidios para mayores de 52 años y la Renta Activa de Inserción (RAI).

    El perfil de los parados

    El perfil de los parados con menos probabilidades de encontrar un puesto de trabajo coincide con aquellos demandantes que presentan una antigüedad de un año o más, que circunscriben su ámbito de búsqueda a su término municipal, que demandan menos de tres ocupaciones, y que pertenecen al colectivo específico de perceptores del subsidio de mayores de 52 años y de beneficiarios de la RAI.Cuanto más amplio es el ámbito territorial de búsqueda de empleo, más probabilidades hay de encontrar un puesto de trabajo. Así, el ámbito geográfico de búsqueda, y la antigüedad de la demanda son factores fundamentales para determinar la ocupabilidad de los desempleados.

    Las mujeres tienen menos probabilidades de encontrar trabajo

    Por sexos, el 45,6% de los 804.274 parados varones registrados el pasado diciembre en las oficinas del Inem tenían pocas o muy pocas posibilidades de encontrar un empleo, porcentaje que repunta hasta el 47,6% en el caso de las mujeres, colectivo que concentra al 60% de los desempleados a nivel nacional. Por edades, el grado de ocupabilidad es bajo o muy bajo entre el 65% de los desempleados mayores de 45 años, cifra que desciende hasta el 36,8% en la franja de 25 a 45 años y hasta el 35,1% en el caso de los menores de 25 años.

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  5. Pedro Solbes, Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Economía y Hacienda: "El empresariado español muestra su gran confianza en la economía española contribuyendo al crecimiento de la productividad".

    ¿Cómo evolucionará la economía en la recta final del año?
    La economía española continúa registrando altas tasas de crecimiento, un 3,8% en el tercer trimestre del año en curso según los datos del Instituto Nacional de Estadística. La vigorosa expansión de la inversión continúa siendo uno de los principales rasgos cualitativos en esta favorable evolución macroeconómica, expansión perceptible tanto en la construcción como particularmente en la inversión en bienes de equipo, que crece a una tasa del 9,1%. Por tanto, el empresariado español continúa, por la vía de los hechos, mostrando su gran confianza en la economía española, realizando en el proceso una relevante aportación a su capitalización, y contribuyendo así al crecimiento de la productividad a largo plazo.
    ¿De qué manera va a superar los desequilibrios económicos nuestro país?
    La evolución macroeconómica reciente se caracteriza por la gradual corrección de dos de los desequilibrios que nos venían preocupando en los últimos trimestres. De un lado, el crecimiento descompensado de la economía española, con un rápido avance de la demanda nacional y una aportación negativa del sector exterior, que podía crear algunos interrogantes sobre la durabilidad del crecimiento económico español.

    La tasa de desempleo está en niveles que no veíamos desde hace tres décadas
    Durante los últimos trimestres, en efecto, ese desequilibrio se ha reducido: la demanda nacional ha venido desacelerándose en algunas décimas mientras el sector exterior reducía su contribución negativa al crecimiento hasta los 1,1 puntos porcentuales, desde los 2 que había llegado a alcanzar a principios de 2005. La recuperación económica del área del euro, y la consiguiente elevación de tipos de interés, junto con el sesgo moderadamente restrictivo de la política fiscal española, son los principales factores que explican esta evolución.
    Y ¿qué tendencia seguirá la inflación?
    La inflación, por su parte, ha retornado a registros muy por debajo del 3%, una vez que el mercado del petróleo se ha normalizado y que han comenzado a remitir las tensiones de precios en algunos alimentos básicos que venían observándose en nuestra economía; también la desaceleración de la demanda nacional ha contribuido en cierta medida a esa mejor evolución de los precios.
    Como Ministro de Economía y alicantino, Vd. conoce de cerca la situación del tejido industrial. ¿Como ve el futuro de las industrias tradicionales, del calzado y sus componentes?
    Vivimos un proceso de globalización en el que hay que aportar mayor valor añadido, para seguir compitiendo y exportando productos y servicios. Todavía hay bastante margen para trabajar, como estamos viendo en Elche. La globalización no está produciendo una merma de actividad en términos generales, la tasa de paro en el último trimestre es muy baja, el crecimiento del empleo va a buen ritmo, incluso del empleo permanente.
    Es cierto que emergen nuevas actividades como los servicios y la construcción que están tomando, en parte, el relevo de una actividad más tradicional como el calzado. Este es el proceso normal y por el que hay que apostar. En la Administración Central apostamos por potenciar las ayudas dedicadas a temas tecnológicos. Con estos programas se puede incentivar una inversión en Elche de casi 4 millones de euros.
    ¿Qué deben hacer las empresas manufactureras ante un mundo tan globalizado para superar la competencia de países productores tan agresivos como los asiáticos?
    Sin ninguna duda, deben centrarse en aquello que pueden hacer mejor. ¿Qué hacen muy bien?, el diseño, la comercialización. ¿Qué pueden hacer? Sin duda alguna aquellos productos de mayor valor añadido. ¿Qué pueden importar e incorporar a sus procesos? Pues en ocasiones partes y piezas que les permitan abaratar sus costes. Eso es parte del proceso. Claro que no todos conseguirán adaptarse, pero habrá iniciativas emprendedoras que potenciarán otras actividades.
    La pujanza de la economía española, de la Comunidad Valenciana y de Elche también, nos da márgenes para que ese avance se pueda producir. Estamos hablando de crecimientos más del 3 %, que son muy positivos.
    ¿El mercado laboral mantendrá su pujanza y batiendo récords de contratación mes a mes?
    Efectivamente. El empleo continúa reflejando la pujanza de la economía española, con tasas de aumento superiores al 4% interanual, mientras la población activa lo hace a un ritmo en torno al 3%. Como consecuencia de la evolución de ambas, el número de parados desciende, y lo hace de forma pronunciada, más de un 5% interanual en el segundo trimestre del 2006.

    Tenemos que conseguir que la gente que trabaje sea más productiva lo que supone más I+D+i, más valor añadido y más formación
    No se trata, además, de un simple crecimiento inercial del empleo, de la mano de las cuantiosas entradas de nuevos activos al mercado laboral. Estamos en cifras históricamente altas de activos (con más de 21 millones) y de ocupados (con casi 20 millones), pero mucho más importante es el hecho de que los indicadores porcentuales, como la tasa de actividad y la tasa de ocupación, también muestren registros históricamente altos.
    ¿La expansión del mercado laboral será mayor que en los países vecinos?
    Ya lo está siendo. Hoy trabajan en España casi dos de cada tres personas en edad de hacerlo, un registro que habría parecido inalcanzable hace apenas unos años. Algo similar puede decirse de la tasa de desempleo, que se encuentra en niveles que no veíamos en España desde hace casi tres décadas. La comparación con los países de nuestro entorno es igualmente favorable, con un porcentaje de desempleados inferior al existente en el área del euro y en el conjunto de la Unión Europea.
    ¿Se va a mantener el equilibrio presupuestario?
    Si. En materia de política fiscal, los resultados han sido reflejo del compromiso del Gobierno con la estabilidad presupuestaria. Los presupuestos de 2005 se liquidaron con superávit, como sucederá con los de 2006 y en los de 2007. Por tanto, se ha mantenido la disciplina fiscal y se ha permitido al Presupuesto jugar el papel restrictivo que la fase alcista del ciclo requería.

    El empresariado español muestra su gran confianza en la economía española contribuyendo al crecimiento de la productividad
    Como resultado de todo ello, la ratio deuda/PIB se situará previsiblemente por debajo del 40% para el conjunto de las Administraciones Públicas, en 2007. Un indicador que no sólo resalta los progresos continuados en materia de consolidación fiscal, sino que denota el creciente margen de maniobra con que se encontrarán nuestras autoridades económicas en el futuro para hacer frente al aumento de gasto público como resultado del envejecimiento de la población.
    Esta visión es de una situación de bonanza notable, pero todos los analistas indican que en el horizonte hay ciertas complicaciones ¿Cómo se resolverán?
    La descripción de este satisfactorio panorama económico no debe confundirse con un ejercicio de autocomplacencia. Los problemas siempre están presentes o latentes, y el Gobierno continúa preocupado en particular por la inflación y el déficit exterior. Ambas variables generan una cierta inquietud en cuanto pueden limitar las posibilidades de crecimiento, y son desde luego una prioridad importante en la política económica.
    ¿Qué opinión le merece la situación económica de la Comunidad Valenciana, Alicante y en concreto de Elche?
    Elche, además de tener la ventaja de estar muy diversificada, hay una concentración específica del sector calzado
    La Comunidad Valenciana tiene la enorme ventaja de estar muy diversificada, tiene agricultura, tiene una zona industrial en la que hay sectores muy distintos en cada una de los territorios de la comunidad y también unos servicios relevantes. En Elche, además, hay una concentración específica del sector calzado, al que se suma una actividad de servicios de otras características. Hay que centrar el esfuerzo en mejorar el valor añadido de los productos tradicionales e introducir otro tipo de oferta. En general, los resultados hasta ahora son muy satisfactorios en términos de crecimiento.
    ¿Qué inversiones contemplan los presupuestos del Estado para la provincia de Alicante?
    Para Alicante en su conjunto, en los dos últimos años tenemos un incremento del 92% total de gastos en la zona. Para Elche hay partidas de interés muy concreto como la modernización del Júcar-Vinalopó y también la Ronda d'Elx. Todo ello sin contar el enorme esfuerzo que estamos haciendo en el tema del agua, siempre pensamos que era una inversión más segura la solución de las desaladoras que la del trasvase, porque el agua se produce hoy en día con independencia de que esté o no disponible. Mientras que el trasvase tarda mucho tiempo en ponerlo en marcha y genera dependencia de que exista agua en el origen. Por eso optamos por la idea de la desalación que nos permite disponer de agua a buen precio y en un tiempo mucho más corto.
    ¿Qué inversiones contemplan desde el Ministerio de Industria para mejorar nuestra economía?
    Industria tiene varias acciones en marcha. Las más importantes son las que están vinculadas a nuevas tecnologías, además del programa PROFIT hay también otras actividades dentro del Foment, que nos permiten disponer de mayores recursos para aquellas empresas que tienen capacidad productiva de futuro. En algunos casos la acción es de transformación, de cambio a otra actividad, mientras que en otros es de mejora de la actividad actual.
    Las empresas de calzado deben apostar por el diseño y la comercialización y por aquellos productos de mayor valor añadido
    A esos instrumentos del Ministerio de Industria se suman más otras actividades en el marco de fondos comunitarios, el Feder también está llevando a cabo aportaciones y el crédito público a través del ICO. Todo esto nos permite ir avanzando hacia una fisonomía territorial y económica más moderna.
    El Ayuntamiento de Elche, desde la Concejalía de Fomento ha puesto en marcha políticas de diversificación, económica y de promoción del empleo. El Pacto por el Empleo, El Consejo Rector, la Escuela Municipal de Formación y sobre todo el Parque Industrial. ¿Le parecen iniciativas acertadas las que se están llevando a cabo?
    Va por la dirección en la que estamos apostando la política nacional. Es lo que se llama la estrategia Lisboa. Hasta ahora crecemos porque más gente trabaja, pero lo que tenemos que conseguir es que la gente que trabaje sea además más productiva. Eso supone más I+D+i, más valor añadido, más formación, más educación. Hay elementos como la denominación de espacios industriales donde se puede concentrar mayor prestación de servicios que generan nuevas empresas y actividades colaterales. El Pacto por el Empleo y otras iniciativas contribuyen a que las cosas sean mejor en un futuro. Me parecen propuestas enormemente positivas.
    ¿Qué otras cosas pueden hacer los ayuntamientos?
    Los Ayuntamientos tienen un trabajo inmenso y que tiene que ver con todo aquello que está más próximo al ciudadano. No sólo en temas de tráfico, de limpieza, de servicio, sino a veces otros llamados servicios indirectos y que tienen que ver con seguridad, con sanidad, educación, e inmigración. Nuestra misión es mejorar la actividad municipal para que presten de la mejor forma este tipo de actividad. Los ayuntamientos suponen el 13% del gasto total que se está realizando en el país y es una palanca muy importante para llevar a cabo sus políticas.
    Perfil
    Pedro Solbes Mira natural de Pinoso (Alicante), es Vicepresidente Segundo del Gobierno y Ministro de Economía y Hacienda. Cargo que ya ocupó entre 1993 y 1996 y como tal fue Presidente del Consejo “Ecofin” durante la Presidencia española de la UE.
    Como Técnico Comercial del Estado ha ocupado distintos puestos en la Administración española. Una de sus principales aportaciones, fue como miembro de la "task force" para la negociación de adhesión de España a la Comunidad Europea y a finales de 1985 fue nombrado Secretario de Estado para las Relaciones con la CE.
    En 1991 fue nombrado Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. En la Elecciones Generales de marzo de 1996 fue elegido Diputado por la Provincia de Alicante y durante su período en el Congreso de los Diputados presidió la Comisión Mixta del Parlamento español sobre la UE.
    En septiembre de 1999 fue nombrado miembro de la Comisión Europea, y se le encomendó la cartera de Asuntos Económicos y Monetarios. Durante este período su actividad principal fue la introducción del euro y el refuerzo de la coordinación de las políticas económicas en la Unión Europea.

    (De "Economía Elche")

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  6. Desaceleración suave. De este modo definió ayer Modesto Crespo el proceso que siguió el pasado año la economía alicantina. Sin embargo, Javier López alertó de que no hay que caer en el catastrofismo, porque no se destruye empleo. “Alicante es una de las economías más dinámicas del país”. Añadió que la mano de obra que estaba en la construcción ha pasado a la industria especializada. Un ejemplo de la robustez de la economía alicantina es que la exportación ha crecido un 3,7% en el ejercicio económico de 2006.

    Modesto Crespo comentó que los recientes casos de supuesta corrupción urbanística “no favorecen en absoluto” a la hora de enmendar esa tendencia, aunque aclaró que éste no es el único problema ya que hay que sumar otros, como la adaptación del sector tras el cambio de la ley. Paralelamente al freno de la construcción, recupera protagonismo la industria tradicional, una vez que ésta ha acometido sus procesos de especialización, innovación y adaptación a la globalización. Según Crespo, el calzado no ha caído tanto como algunos preveían y el textil se ha estabilizado, y valoró estos dos datos porque eran dos de los sectores que más preocupaban.

    Eurozona
    Para la patronal, la pérdida de competitividad de las empresas alicantinas es significativa con respecto a los países de la Eurozona, con los que la provincia tiene relaciones más estrechas.

    Además, Crespo aseguró que la fortaleza del cambio euro/dólar ha supuesto una vez más un “lastre” para las exportaciones, y aseguró que esto “retrasa la recuperación de las ventas en los mercados”.

    En el mismo periodo de tiempo, las importaciones se cifraron en 2.669 millones de euros, lo que supone un aumento del 18%, y comentó que esta situación causa que el saldo comercial favorable se haya reducido a la mitad en el último año y que, incluso, el pasado agosto se registrara por primera vez uno con resultado negativo, cifrado de menos 8.956 millones. Crespo apostó por reforzar el clima de paz social y el entendimiento político para que los operadores e inversores mantengan el interés por la zona, ya que la Comunitat Valenciana ha dejado de ser Objetivo 1 y con la ampliación europea se incorporan productores “muy competitivos”

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  7. La competitividad de las empresas alicantinas ha caído diez puntos porcentuales respecto a la media de la eurozona desde la adopción de la moneda única, según los datos de la Confederación Empresarial de Alicante (COEPA).

    El presidente de la patronal, Modesto Crespo, realizó ayer un balance del año 2006, en el que pese a la tendencia positiva de crecimiento de la actividad empresarial, se constata que en los últimos cinco años la competitividad de los productos alicantinos ha caído un 10 por ciento. Esto ha provocado que, por primera vez en muchos años, el pasado mes de agosto se produjera un saldo negativo en la balanza comercial -que relaciona las exportaciones y las importaciones-, cifrado en 8,9 millones de euros.

    Las principales razones de esta pérdida de competitividad, según el secretario general de COEPA, Javier López, son el incremento de la inflación en España y la fortaleza del euro frente al dólar, que favorece la importación. Asimismo, reseñó la baja productividad como el problema endémico de la industria española.

    No obstante, el presidente de los empresarios alicantinos lanzó un mensaje de optimismo, y destacó que el diferencial entre los precios españoles y los europeos era suficientemente holgado como para mantener aún una cierta posición ventajosa.

    Con todo, las expectativas de la economía alicantina para 2007 son «relativamente favorables», según Crespo, «al menos en el primer semestre». En cambio, 2008 está caracterizado por la incertidumbre en las previsiones.

    El presidente de COEPA, que considera que Terra Mítica y la Ciudad de la Luz deben ser dos de los motores fundamentales del sector, pidió un marco político estable que «elimine la crispación» y un mayor compromiso de Fomento - agua, AVE, aeropuerto.- para favorecer la actividad.

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  8. La producción industrial de la región creció un 4,7% en 2006

    La actividad del sector industrial comienza a dar síntomas de cierta recuperación, tras varios ejercicios en caída libre. De hecho, el Índice de Producción Industrial (IPI) acumula un crecimiento del 4,7% en el periodo enero-noviembre de 2006, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, la evolución mejora en siete décimas la media nacional. La fabricación de automóviles y sus componentes, con un espectacular crecimiento de la producción del 29%, el material eléctrico y electrónico -22,8%- o el sector del mueble -14,9%- encabezaron los principales incrementos durante el presente ejercicio. Por contra, los denominados sectores tradicionales continúan, de forma generalizada, en la senda del declive. Salvo la industria azulejera, que eleva su producción un modesto 0,8%, y el caso ya citado del mueble, todas las ramas del sector manufacturero experimentan drásticos recortes de producción. Todos los subsectores relacionados con el textil -fibras, acabados, géneros de punto o confección- registran caídas que oscilan entre el siete y el veinte por ciento. El calzado tampoco recupera fuelle y su producción cae un 13%.

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  9. La economía alicantina es la que menos crece en la franja mediterránea

    El producto interior bruto aumenta de media anual un 2,7%, frente al 4% de Almería o de Murcia

    La provincia tiene el quinto peor índice de convergencia europea debido al número de residentes extranjeros

    BERNAT SIRVENT

    Un nuevo dato pone en evidencia el modelo económico alicantino, que sufre aumento de desempleados y cierre de empresas del sector industrial tradicional, pese a la fuerte expansión de los servicios vinculados al turismo y la construcción de viviendas. En esta ocasión, se trata del Balance Económico Regional 2000-2006 de la Fundación de Cajas de Ahorros de España (Funcas). Según el documento elaborado por Julio y Pablo Alcaide, la economía alicantina es la que menos ha crecido en el quinquenio 2000-2005 de las provincias que componen la franja mediterránea. La única excepción es Barcelona, donde el producto interior bruto aún crece menos que en Alicante. Lo hizo en esos cinco años en un promedio anual del 2,7%.

    Alicante no destaca ni en el desarrollo económico en el año 2005 (ránking que lidera la vecina provincia de Murcia, con un incremento del PIB a los precios básicos del 4,26%) ni en el quinquenio 2000-2005 analizado en el estudio de Funcas.

    Antes bien, sólo Barcelona presenta un menor crecimiento económico que Alicante. El ritmo de aumento de producto interior bruto en Alicante es en promedio anual en el último quinquenio analizado del 2,7%, frente al 4% de Murcia, el 4% de Almería, el 4,2% de Málaga, el 3% de Valencia, el 3,3% de Castellón o el 3,5% de Tarragona. Girona crece de manera pareja a Barcelona y Alicante, con un 2,6%. Sólo las Islas Baleares, con un ritmo de crecimiento del 2,1%, sale peor parada que Alicante dentro del área de influencia de la costa mediterránea en el último informe de la fundación de las cajas de ahorros.

    De este modo, la riqueza en Alicante crece un moderado 13,5% en los últimos cinco años, frente al 21,62% de Murcia, la provincia con mayor ritmo de crecimiento. Las diez provincias que aumentaron su riqueza real en el período analizado son Murcia, Madrid, Sevilla, Cádiz, Lérida, Almería, Córdoba, Jaén y Granada. En el lado contrario de la balanza, las diez provincias con menor crecimiento del PIB son: Soria, Zamora, Lugo, Baleares, Teruel, Orense, Álava, Huesca, Santa Cruz de Tenerife y León. Por debajo del crecimiento del 10% en el quinquenio sólo figuran en España Ciudad Real, Vizcaya, León y Soria.

    El desigual comportamiento en el ritmo de crecimiento económico de las provincias españolas está muy afectado, según los autores del estudio, Julio y Pablo Alcaide, por la inmigración y su asentamiento provincial, pero también por la producción agraria y la actividad turística.

    El informe vincula el aumento del paro con el aumento de la población residente. Así, Alicante no sólo destaca por su densidad poblacional (del 304,1 habitantes por cada kilómetro cuadrado), sino también por ser la segunda provincia con mayor incremento poblacional entre los años 2000 y 2005. Ese aumento es del 20,51%, sólo superado por Guadalajara, que registra un incremento de poblacional en los cinco años del 24,40%. El argumento de a mayor población, más paro es el que esgrime mes a mes el conseller de Economía, Gerardo Camps, y la patronal Coepa para justificar el incremento del paro, que ha crecido en el año 2006 en Alicante en 2.300 personas, el mayor registro de España.

    Este dato entra en colisión, sin embargo, con el indicador de crecimiento del empleo. Alicante no destaca en este campo, a diferencia de casi toda la región mediterránea del sureste, a excepción de Alicante. Así el informe destaca el mayor aumento de la población ocupada en Almería, Murcia, Granada y Málaga, además de Guadalajara, Santa Cruz de Tenerife, Cantabria, Baleares y Toledo. Las provincias con menor aumento del empleo entre el 2000 y el 2005 son Lugo, Soria, León, Orense, Tarragona, La Coruña, Zamora, Palencia, Huesca y Pontevedra.

    Uno de los datos más negativos que transcienden del informe de Funcas y que se repite es el relativo a la convertencia económica con la Unión Europea de las provincias españolas. En el caso de Alicante, el índice de convergencia es del 77,21% en el año 2005, el quinto peor registro de España, sólo empeorado por las provincias de Jaén, Granada, Cádiz, Córdoba y Badajoz. Los expertos Julio y Pablo Alcalde matizan el dato. Precisan que la «auténtica posición de Alicante debería estar en el 90% de la renta media europea. La reducción se debe, como en el caso de otras dos provincias mediterráneas, las Islas Baleares y Málaga, a la masiva residencia de ciudadanos extranjeros jubilados, la mayoría, paradójicamente, de la propia Unión Europea.

    Además, la Comunidad Valenciana es, con un incremento del 1,74% en el último quinquenio, la comunidad autónoma con menor incremento de convergencia europea de las regiones que no alcanzan aún el 100% de la renta media europea como son Castilla y León, Cantabria, Ceuta y Melilla, Canarias, Comunidad Valenciana, Asturias, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia, Andalucía y Extremadura.

    (De La verdad)

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  10. UGT acusa a los empresarios de buscar el beneficio rápido y fácil

    Llopis aboga por un cambio del modelo industrial para recuperar los sectores

    B.S.

    El sindicato UGT, a través de su secretario comarcal, Óscar Llopis, arremetió ayer contra la clase empresarial. Aunque no generalizó, sí dejó claro que «hay una parte del empresariado alicantino que sólo piensa en la ganancia rápida y fácil y no en mejorar la productividad, la competitividad, las empresas y el empleo». Llopis hizo balance, acompañado por el nuevo responsable de relaciones con los medios, Juan Galipienso, y con la responsable de empleo, Amparo Gómez.

    Al ser preguntado por la reciente radiografía que hizo el presidente de la patronal Coepa, Modesto Crespo, Llopis subrayó: «Se llegó a decir que la década había sido histórica en crecimiento en Alicante, sabemos que es cierto y lo compartimos, pero no entendemos cómo parte de ese beneficio no ha ido a mejorar las empresas, el empleo y la formación», recalcó Llopis.

    Al serle preguntado por la reflexión de Coepa sobre la recuperación del protagonismo de la industria, en un momento de desaceleración de la construcción, Llopis agregó que «los sectores tradicionales ya han tocado techo». Aboga porque la industria manufacturera remonte el vuelo y recupere sus niveles anteriores. Sus recetas pasan por el cambio de modelo industrial y por la creación urgente del anunciado Observatorio de los Sectores Industriales, que se aprobó en el año 2005 en el seno del Pacto Valenciano por el Empleo y la Formación (Pavace) y todavía se halla inoperativo.

    «Los datos están ahí, porque en el año 2001 había 50.000 parados en la provincia y el año 2006 lo hemos cerrado con más de 85.000 desempleados», añade Llopis para rebatir el dibujo, no idílico, pero positivo que del mercado laboral alicantino formuló Coepa la pasada semana.

    Actitudes

    Desde UGT se muestran contundentes con el cambio de modelo industrial y reivindican que se modifiquen algunas actitudes empresariales, que son las de «búsqueda de beneficio a corto plazo, como se ha estado haciendo hasta ahora en política industrial», reiteró Llopis.

    Hizo hincapié en que el sector industrial «es un motor de crecimiento económico e innovador de nuestro tejido productivo» y recalcó la importancia de que las empresas desarrollen inversiones en I+D+i como factor clave de competitividad a medio y largo plazo, sobre todo en los sectores tradicionales.

    Ante el nuevo año, Llopis también apostó por situar la formación como una «pieza clave» para dar un impulso real a los sectores emergentes y a los tradicionales. Erradicar la elevada tasa de temporalidad, que es «un lastre a las perspectivas de mejora de los trabajadores», es otro de los retos de la organización sindical. Llopis desacreditó con énfasis la elevada tasa de temporalidad, que es del 41,7% en la provincia, del 33% en España y del 14% en la UE. «Esto es insostenible», sentenció Óscar Llopis.

    Dijo no entender la elevada tasa de temporalidad en el sector de la construcción, con el 57,30%, porque el sector crece constantemente y genera empleo, pese a cerrar el año con más parados. Es por esa razón que UGT estará vigilante a la inminente aplicación de la nueva Ley de la Subcontratación, con el fin de instar a los empresarios a que contraten de manera indefinida a sus empleados. Por ello pedirán una campaña específica a la Inspección de Trabajo para regular el empleo temporal sin causalidad.
    (De La verdad)

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