VALENCIA.-El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, lamentó ayer que, con el agua que el Ebro ha vertido al mar en los últimos cuatro días de lluvias, habría «suficiente para el trasvase de todo un año a la Comunidad Valenciana», por lo que es «una injusticia» y un «drama» que eso ocurra.
Campos hizo estas afirmaciones en la presentación, como presidente de la Fundación Agua y Progreso, del libro El problema del agua en la Comunidad Valenciana, de los profesores Antonio Gil Olcina y Antonio Rico, quienes, según dijo, «saben que la derogación el trasvase del Ebro ha sido un error histórico inexplicable».
El vicepresidente manifestó su «frustración», su «rabia» y su «impotencia» al ver las imágenes del agua que el Ebro está tirando al mar, mientras en la Comunidad Valenciana se está recibiendo la lluvia «como una bendición».
Los valencianos «no robamos agua a nadie, queremos lo que otros tiran y no aprovechan», reivindicó Campos, quien insistió en que la Comunidad sólo reclama «una parte muy pequeña de lo que a otros les sobra», por lo que negarla es «una grave actitud insolidaria e irracional».
Reivindicó que la Comunidad es «líder y puntera» en el uso «sostenible y solidario» del agua, y aseguró que, a pesar de las «trabas» que algunos ponen, es vista en el mundo como un paradigma y un modelo a seguir en la correcta utilización y gestión del agua.
Reducir el consumo
Campos destacó que la valenciana es la única Comunidad que desde 2003 ha reducido el consumo del agua en casi un 15%, y aseguró que en esta tierra «una gota de agua vale por cinco», ya que hay zonas en la que se reutiliza «hasta cinco veces».
Reiteró la necesidad de que se lleve a cabo el trasvase del Ebro, frente a un Programa AGUA centrado en «la desalinización masiva» y que no constituye una «alternativa ni de lejos», y señaló que el agua y el progreso «van de la mano» y son «indisolubles» en la Comunidad.
Sobre el libro, Campos señaló que sus autores, dos profesores «de reconocido prestigio», ahondan en la necesidad de reclamar, «con fundamento científico y legítimo», el trasvase del Ebro, que es «viable desde todos los puntos de vista».
El profesor Antonio Gil Olcina reivindicó que el Plan Hidrológico Nacional de 2001 fue «pactista» y buscó «la concordia» dentro de un «dilatado» proceso que contrasta con el «expeditivo» procedimiento por el que se derogó parcialmente y se sustituyó por el «improvisado» Programa AGUA.
El libro recoge que dicho programa hace de la desalinización una «panacea», a pesar de sus «onerosos» costes ambientales y económicos, como si las realidades físicas y energéticas de España «fueran equivalentes a las de Arabia Saudita, país abundantísimo en petróleo y carente de agua».
Asimismo, se apunta que la desalinización marina alcanza costes «prohibitivos» para los regantes, como «los 0'39 euros por metro cúbico de la desalinizadora proyectada en Torrevieja», cuando la transferencia del Ebro habría tenido un coste de 0'33 euros.- (EFE)
Las fuertes lluvias registradas a lo largo de la cuenca del río Ebro y el deshielo en su cabecera han despertado las alarmas en los últimos días ante el peligro de desbordamiento. Las autoridades hidrográficas se vieron ayer obligadas a abrir las compuertas de los embalses, actuación que aumentó significativamente la crecida del río.
ResponderEliminarEl Sistema Automático de Información Hidrológica del Ebro (Saih) llegó a contabilizar en su desembocadura el paso de 1.200 metros cúbicos por segundo (100 hectómetros cúbicos al día). Esta cantidad es superior a lo que será capaz de producir la nueva desalinizadora de Torrevieja en un año (entre 60 y 120 hectómetros cúbicos).
Durante el año hidrológico 2006-2007 (que empezó el pasado mes de octubre) el volumen total de agua que vertió al mar el Ebro ha sido de 2.749 hectómetros cúbicos. Con esta cantidad se hubiera podido hacer un trasvase a la Comunitat de 303 hectómetros cúbicos, un volumen suficiente para satisfacer las necesidades hídricas de los valencianos durante todo un año. La transferencia de agua no hubiera perjudicado al caudal ecológico ni causado daños medioambientales al río Ebro.
El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, calculó que con lo que el río más caudaloso de la península ha vertido al mar, serían necesarios solamente cuatro días para completar el caudal del trasvase de un año. “Es una injusticia que nos tengamos que conformar con unas gotas de lluvia mientras se desperdician verdaderas cantidades de agua”, lamentó Campos durante la presentación del libro El problema del agua en la Comunitat Valenciana”, de los profesores Antonio Gil Olcina y Antonio Rico Amorós.
Campos manifestó incluso que siente “rabia” tras ver las imágenes de la crecida del Ebro.
De Las Provincias
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