martes, 29 de mayo de 2007

El progreso económico arruina la dieta mediterránea y cambia los hábitos de vida

VALENCIA.- El progreso económico de la sociedad, que también ha conllevado la incorporación de la mujer al mundo laboral, está "arruinando" la dieta mediterránea y cambiando los hábito de vida, ya que se está abandonando la comida tradicional y muy preparada por la rápida o congelada.

Así lo pusieron hoy de manifiesto expertos que participan en el vigésimo Congreso Nacional de la Sociedad Española de Arteriosclerosis, que se celebra en Valencia con la asistencia de medio millar de especialistas.

La obesidad, la hipertensión, el sedentarismo, el estrés, la diabetes o el tabaco son algunos de los factores de riego que pueden llevar a sufrir esta enfermedad, que produce lesiones en las arterias que luego conducen a los infartos de miocardio o a los accidentes cardiovascular.

Por ello, es necesario prevenirla con una alimentación más adecuada (en la que se disminuyan las grasas saturadas, se aumente el consumo de frutas, verduras, cereales y legumbres y se suprima la ingesta de azucares refinados, bollería o pastelería) y con un aumento de la actividad física.

"Somos más ricos pero comemos peor", aseguró en rueda de prensa el vicepresidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), Vicente Lahera, quien señaló que está aumentando la obesidad y la diabetes "porque hemos cambiado los hábitos de vida".

En este sentido, el presidente del Comité Organizador del Congreso, Rafael Carmena, señaló que la dieta mediterránea "exige muchas horas de cocina e ir al mercado todos los días a por verdura y fruta fresca, y eso hoy no es lo habitual en las familias".

"El progresivo enriquecimiento de la sociedad, con la incorporación de la mujer al trabajo, despuebla las cocinas y mercados", aseguró Carmena, Premio Jaime I de Medicina Clínica.

Señaló que el reto es encontrar "una comida rápida que además sea cardiosaludable y que remede la cocina de nuestras abuelas" y dijo que ya se han hecho avances en la preparación de algunos alimentos.

Carmena destacó que en la Comunitat Valencana, Andalucía, Murcia y Comunitat Valenciana la tasa de mortalidad cardiovascular atribuida a arteriosclerosis es más alta que en el resto de España, debido a que en estas autonomías son más las personas que sufren obesidad o diabetes.

No obstante, destacó que España está en los últimos puestos en cuanto a mortalidad cardiovascular con respecto al resto de países europeos, especialmente de Suecia, Finlandia, Reino Unido y Alemania.

Según se puso de manifiesto, el 33 por ciento de todas las muertes se deben a enfermedades vasculares, y de ellas, un tercio de este porcentaje es por dolencias coronarias y otro tercio por accidentes cerebrovasculares.

Los expertos también destacaron que aunque puede haber una influencia genética en la aparición de la arteriosclerosis es mucho más importante la ambiental, que favorece la aparición de factores de riesgo como alteraciones de los lípidos, el aumento del colesterol, la diabetes o la hipertensión.

La arteriosclerosis es una enfermedad de las arterias, que hace aparecer una placa dura que impide el paso normal de la sangre y, por tanto, del oxígeno a los tejidos, por lo que se convierte en la base que va a producir las enfermedades cardiovasculares.

Si esta lesión se produce en las arterias coronarias producirá un infarto coronario, si se produce en las cerebrales un accidente cerebral (ictus), y si es en los riñones producirá una isquemia del riñón.

Respecto a los alimentos funcionales, el vicepresidente de la SAE señaló que pueden ser útiles como suplementos alimentarios o coadyuvantes del tratamiento farmacológico "pero nunca como medicamentos".

En este sentido, explicó que se están investigando productos de origen natural que, tratados de manera adecuada, pueden ser eficaces y ayudar al control de los factores de riesgo, ya que logran la disminución de las cifras de glucemia, de colesterol o de presión arterial.- (EFE)

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