ALICANTE.- El 57,7% de los residentes europeos en la provincia de Alicante "juzga negativamente" el desarrollo urbanístico registrado en la Costa Blanca después de su llegada, según un estudio de la Universidad de Alicante (UA).
El informe, financiado por un proyecto de investigación de I+D+i de la Generalitat, está hecho a partir de 872 encuestas a comunitarios de doce municipios y los resultados tienen un nivel de confianza del 95,5 por ciento y serán presentados en el Congreso Nacional de Sociología del próximo mes septiembre.
El profesor de Sociología Tomás Mazón, director de esta investigación junto a Raquel Huete, desveló que el porcentaje se eleva aún más, hasta el 62,6 por ciento, entre los que consideran que no se debería seguir edificando "no sólo por las negativas repercusiones que esta actividad conlleva en la destrucción del paisaje sino también por sentirse agobiados con tanta construcción".
La de Alicante es la provincia española con más europeos empadronados, unos 200.000, y esto se refleja en que, según el INE, seis de los diez municipios de más de 10.000 habitantes con mayor porcentaje de extranjeros del país sean alicantinos: Rojales, Teulada, Calpe, L´Alfàs del Pi, Jávea y Torrevieja.
La nacionalidad mayoritaria de estos residentes es la británica, con el 58,7 por ciento, seguidos por alemanes (14,3), holandeses (9,2), suecos (4,4) y belgas (4), y tienen una edad avanzada, ya que el 89 por ciento supera los 50 años (el 44% entre 60 y 69 y el 21% a partir de 70) y sólo una mínima parte sigue en activo laboralmente.
El principal factor que determina su elección por Alicante como residencia es la bonanza del clima combinada con el mar y el paisaje, razón que aduce el 50,1 por ciento de los encuestados mientras que el 31,3, incluso, declara su convicción de que esta climatología ayuda a su salud.
Para el 21 por ciento de los encuestados el menor coste de la vida en España con respecto a su país de origen y el menor precio de la vivienda constituyen otros atractivos, mientras que la inmensa mayoría también valora el "estilo de vida español".
Estas expectativas iniciales se ven "moderadamente" satisfechas una vez que viven en Alicante, dado que dos de cada tres asegura en la encuesta que disfruta de una mayor calidad de vida, sobre todo los británicos, y algo por debajo de la media están los alemanes, que son los más exigentes y los de mayor poder adquisitivo.
Las compras al aire libre, sobre todo en los mercadillos, es una de sus ocupaciones preferidas, como lo confiesa el 71,4 por ciento, y también su deseo de disfrutar de la playa, a lo que dicen ocupar su tiempo dos de cada tres, incluidos los meses de invierno.
Les siguen en las opciones de ocio las actividades deportivas, que practican el 56,2 por ciento, las excursiones (50,9), las actividades culturales (40,2), acudir a lugares de diversión (40,1) y a asociaciones de extranjeros (19,6), y sólo el 11,7 confiesa que practica el golf.
Aproximadamente la mitad de estos residentes (53,8) sostiene que vive los doce meses del año, el 24,4 lo hace entre 6 y 11 meses y el 21,8 menos, y en parte a causa de su avanzada edad casi la mitad declara que utiliza la sanidad española, servicios del que está contento el 67,7 por ciento.
Los servicios sanitarios ocupan la tercera posición en la valoración de las prestaciones públicas, tras la recogida de basuras, que aprecia el 78,8 por ciento de los residentes, y la calidad y variedad de la oferta comercial (69%).
Su implicación con la sociedad de sus nuevas poblaciones es baja puesto que mantienen relaciones sociales con sus propios compatriotas y no con los nativos de los que, además de las barreras culturales, les separa el idioma.
El idioma es, para el 74,2 por ciento, un obstáculo para relacionarse con los españoles pese a lo cual gran parte de los extranjeros cree que no necesita el español para desenvolverse en la vida cotidiana.
"Si vives en una urbanización rodeado de otros angloparlantes, si el supermercado local te provee de comida sin tener que pronunciar una palabra en otro idioma, si hay restaurantes, pub y clubes ´ingleses´ y los empresarios locales hablan algo de inglés, ¿por qué molestarte en aprender español e integrarte?", confiesan.
Asimismo se quejan de la falta de información que reciben de los ayuntamientos, hasta el punto de que tres de cada cuatro desconoce cuáles son los planes que éstos tienen para el futuro y casi el 40 por ciento prefiere no empadronarse porque cree que le causará complicaciones fiscales, sin tener en cuenta que eso merma la financiación de los servicios locales.
Preguntados por su formación académica, el 44,5 declara que son universitarios, el 42,4 con estudios secundarios, el 11,8 primarios y solamente el 1,3 afirma no tener estudios, mientras que tres de cada cuatro forma hogares en pareja y sólo unos pocos en solitario.- (EFE)
El informe, financiado por un proyecto de investigación de I+D+i de la Generalitat, está hecho a partir de 872 encuestas a comunitarios de doce municipios y los resultados tienen un nivel de confianza del 95,5 por ciento y serán presentados en el Congreso Nacional de Sociología del próximo mes septiembre.
El profesor de Sociología Tomás Mazón, director de esta investigación junto a Raquel Huete, desveló que el porcentaje se eleva aún más, hasta el 62,6 por ciento, entre los que consideran que no se debería seguir edificando "no sólo por las negativas repercusiones que esta actividad conlleva en la destrucción del paisaje sino también por sentirse agobiados con tanta construcción".
La de Alicante es la provincia española con más europeos empadronados, unos 200.000, y esto se refleja en que, según el INE, seis de los diez municipios de más de 10.000 habitantes con mayor porcentaje de extranjeros del país sean alicantinos: Rojales, Teulada, Calpe, L´Alfàs del Pi, Jávea y Torrevieja.
La nacionalidad mayoritaria de estos residentes es la británica, con el 58,7 por ciento, seguidos por alemanes (14,3), holandeses (9,2), suecos (4,4) y belgas (4), y tienen una edad avanzada, ya que el 89 por ciento supera los 50 años (el 44% entre 60 y 69 y el 21% a partir de 70) y sólo una mínima parte sigue en activo laboralmente.
El principal factor que determina su elección por Alicante como residencia es la bonanza del clima combinada con el mar y el paisaje, razón que aduce el 50,1 por ciento de los encuestados mientras que el 31,3, incluso, declara su convicción de que esta climatología ayuda a su salud.
Para el 21 por ciento de los encuestados el menor coste de la vida en España con respecto a su país de origen y el menor precio de la vivienda constituyen otros atractivos, mientras que la inmensa mayoría también valora el "estilo de vida español".
Estas expectativas iniciales se ven "moderadamente" satisfechas una vez que viven en Alicante, dado que dos de cada tres asegura en la encuesta que disfruta de una mayor calidad de vida, sobre todo los británicos, y algo por debajo de la media están los alemanes, que son los más exigentes y los de mayor poder adquisitivo.
Las compras al aire libre, sobre todo en los mercadillos, es una de sus ocupaciones preferidas, como lo confiesa el 71,4 por ciento, y también su deseo de disfrutar de la playa, a lo que dicen ocupar su tiempo dos de cada tres, incluidos los meses de invierno.
Les siguen en las opciones de ocio las actividades deportivas, que practican el 56,2 por ciento, las excursiones (50,9), las actividades culturales (40,2), acudir a lugares de diversión (40,1) y a asociaciones de extranjeros (19,6), y sólo el 11,7 confiesa que practica el golf.
Aproximadamente la mitad de estos residentes (53,8) sostiene que vive los doce meses del año, el 24,4 lo hace entre 6 y 11 meses y el 21,8 menos, y en parte a causa de su avanzada edad casi la mitad declara que utiliza la sanidad española, servicios del que está contento el 67,7 por ciento.
Los servicios sanitarios ocupan la tercera posición en la valoración de las prestaciones públicas, tras la recogida de basuras, que aprecia el 78,8 por ciento de los residentes, y la calidad y variedad de la oferta comercial (69%).
Su implicación con la sociedad de sus nuevas poblaciones es baja puesto que mantienen relaciones sociales con sus propios compatriotas y no con los nativos de los que, además de las barreras culturales, les separa el idioma.
El idioma es, para el 74,2 por ciento, un obstáculo para relacionarse con los españoles pese a lo cual gran parte de los extranjeros cree que no necesita el español para desenvolverse en la vida cotidiana.
"Si vives en una urbanización rodeado de otros angloparlantes, si el supermercado local te provee de comida sin tener que pronunciar una palabra en otro idioma, si hay restaurantes, pub y clubes ´ingleses´ y los empresarios locales hablan algo de inglés, ¿por qué molestarte en aprender español e integrarte?", confiesan.
Asimismo se quejan de la falta de información que reciben de los ayuntamientos, hasta el punto de que tres de cada cuatro desconoce cuáles son los planes que éstos tienen para el futuro y casi el 40 por ciento prefiere no empadronarse porque cree que le causará complicaciones fiscales, sin tener en cuenta que eso merma la financiación de los servicios locales.
Preguntados por su formación académica, el 44,5 declara que son universitarios, el 42,4 con estudios secundarios, el 11,8 primarios y solamente el 1,3 afirma no tener estudios, mientras que tres de cada cuatro forma hogares en pareja y sólo unos pocos en solitario.- (EFE)
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