viernes, 15 de junio de 2007

El 20% de los hogares de la provincia de Alicante ya se abastece con agua desalada


ALICANTE.- El agua producida en las plantas desalinizadoras de la provincia de Alicante sumada a los caudales que se desalan en las potabilizadoras de la mayor parte de los municipios costeros de la Marina Alta libera a día de hoy recursos suficientes para abastecer a uno de cada cinco hogares alicantinos. Y según las estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente, esta cantidad se puede elevar a la mitad en el plazo de uno o dos años si las desalinizadoras que hay proyectadas o en construcción en el litoral alicantino entran en funcionamiento dentro de los plazos previstos.

La Mancomunidad de Canales del Taibilla aprobó a finales de año un incremento de la tarifa del agua del 20% para este año (y otro 20% para 2008) pese a la fuerte oposición de la mayoría de los Ayuntamientos integrados en este organismo, entre ellos varios gobernados por el PSOE. La subida no tenía más fin que financiar los costes de la desalinización y el único consuelo que le queda tras el aluvión de críticas que recibió en su momento es que los resultados no se han hecho esperar. Por vez primera desde el año 2000, la Mancomunidad de los Canales del Taibilla no tiene déficit de recursos hídricos para atender la demanda desde hoy y hasta el 30 de septiembre, cuando acabe el año hidrológico.

Durante la presentación, a principios de mes, de la campaña informativa de la Mancomunidad para incrementar el ahorro de agua y, sobre todo, promover que el consumo no rebase los niveles del verano pasado, el presidente de este organismo, Isidoro Carrillo, atribuyó todo el mérito al equilibrio en este balance a las aportaciones de las desalinizadoras, que si en el año hidrológico 2005-2006 apenas alcanzaron los 35 hm3, el ejercicio que acabará el próximo mes de septiembre se cerrará con una producción de 80 hm3, más del doble.

Este incremento es el que ha permitido a la Mancomunidad aliviar la situación y que este año no se registren nuevos niveles históricos en la escasez de aportaciones tanto del Tajo como de las cuencas del Segura y del Júcar, pues las lluvias registradas en los últimos meses han ayudado, pero no han sido suficientes.

Por el momento, en la cuenca del Segura funcionan tres plantas desalinizadoras del Programa Agua. Una desalinizadora, la de Canal de Alicante en Aguamarga, está a plena producción, y dos se encuentran en San Pedro del Pinatar (Murcia), si bien, la ampliación de sus instalaciones, inaugurada hace tres meses por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, permite desviar parte de su producción anual –24 hectómetros cúbicos (hm3)– para abastecer a municipios de la Vega Baja como Algorfa, Almoradí, Benejúzar, Benijófar, Bigastro, Daya Nueva, Daya Vieja, Formentera, Guardamar, Jacarilla, Los Montesinos, Orihuela, Pilar de la Horadada, Rafal, Rojales, San Fulgencio, San Miguel y Torrevieja.

Precisamente en la ciudad salinera se construye la planta más grande de Europa y la segunda del mundo. No en vano, tendrá capacidad para producir 80 hm3 de agua al año, ampliables en un futuro hasta 120. En un principio está previsto que 40 se destinen a consumo humano y los otros 40 para regadío, aunque si al final no se llega a un acuerdo con los usuarios –de momento no lo hay– todo el caudal se usaría para suministro a los municipios.

Otras plantas que están en marcha en la provincia son la de Canal de Alicante II, que está en construcción, a la que hay que sumar los proyectos para ampliar la de Xàbia y las nuevas plantas de Dénia, El Campello/Mutxamel o la desalobradora de Guardamar, todas en distintas fases de tramitación.

En cualquier caso, ninguna de ellas estará acabada antes del final de esta legislatura, que se cerrará con 116 hm3 de agua desalada disponibles para los abastecimientos, y otros 37 adicionales para regadíos en la cuenca (que incluye también a la Región de Murcia).

Marina Alta
En la zona de influencia de la Confederación del Júcar, el de la Marina Alta es un caso singular. Hasta el año 2000 las poblaciones costeras sufrían de lo lindo para abastecerse de agua potable pese a no ser, ni de lejos, la zona más seca de la provincia. La población más afectada, Xàbia, cuenta con una desalinizadora de propiedad municipal que garantiza el suministro desde el año 2001. En Calpe también funciona una pequeña planta y se ha aprobado la construcción de otra, mientras que la de Dénia, que producirá 10 hm3/año, ya está adjudicada.
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