ALICANTE.- El sector turístico no da la talla. Es lo que piensa un alto porcentaje de turistas a la hora de salir de vacaciones. De hecho, más de un 60% de los consumidores se queja de la mala atención dada en bares y restaurantes. Los clientes no consideran bueno el trato recibido en muchos de los establecimientos hosteleros durante el periodo vacacional.Son algunos de los resultados de la encuesta realizada por la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) entre 2.000 usuarios durante los meses de junio y julio en diversas zonas costeras con el objetivo de analizar la situación del sector turístico.
Del estudio se desprende, además, que más del 20% de los consumidores no considera justa la relación calidad precio por el simple hecho de estar en verano o a pie de playa, cuando la calidad de los productos no mejora en absoluto. En muchas ocasiones ocurre lo contrario: “Debido a la gran demanda, el género deja bastante que desear, pero los precios se incrementan”, según subraya la encuesta.
Es destacable también que un significativo 7% denuncie la falta de higiene como una de las principales deficiencias observadas en bares y restaurantes.
En general, la valoración que los clientes dan a la hostelería no es positiva. Un tercio de los usuarios tacha los servicios probados como “regulares” y otro tanto como “malos o muy malos”.
En cuanto al alojamiento, este sector tampoco sale bien parado de las opiniones de los turistas. Un 64% de los clientes no está satisfecho con el lugar donde decidió pasar sus vacaciones y cree que es fácilmente mejorable. Tan sólo un 36% asegura estar plenamente contento.
Entre las principales deficiencias encontradas en los hoteles y apartamentos, se encuentran la falta de renovación de las instalaciones, criticada por un 25% de los usuarios, o la excesiva distancia a la playa, denunciada por el 16%. No obstante, la queja que más veces se repite entre los veraneantes es la de encontrarse con un lugar de menor calidad a la ofertada, hecho que se da en más del 40% de los casos, según los resultados de la encuesta.
Los transportes son otro motivo de conflicto entre los usuarios. Excepto los que eligen su coche como medio para desplazarse en vacaciones (59% de los viajeros) el resto tiene quejas con respecto al medio de transporte elegido. Aquellos que decidieron moverse en avión, barco, tren o autobús –y que representan el 40% restante– denuncian los retrasos injustificados (36%), la pérdida de equipaje (31%) y el overbooking (9%).
Las playas son otro de los motivos de queja para los turistas. Casi el 60% de los encuestados no considera adecuados los servicios existentes en las playas o cree que son mejorables, frente a un 40% que sí está satisfecho. Los principales problemas que afectan a los veraneantes son la prohibición de practicar deportes en las playas, denunciada por un 21% de los usuarios.
La ausencia de chiringuitos (23%), la escasez o ausencia de urinarios (16%) y de papeleras y contenedores de basura (15%) o la falta de socorristas en las playas (6%) colman gran parte de las críticas realizadas.
Sin embargo, la mayoría de los turistas no presenta reclamaciones durante las vacaciones, aunque es destacable que haya un 29% de los clientes que sí lo hacen. Los motivos son la pérdida de equipaje (24%), los retrasos (33%) y la cancelación de vuelos (19%) principalmente.
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