miércoles, 12 de diciembre de 2007

La CAM colocará entre los clientes un tercio de las cuotas participativas

ALICANTE.- Caja Mediterráneo ya tiene decidido cómo colocará las cuotas participativas cuando acuerde emitirlas. Entre el 50% y el 55% se destinarán al mercado institucional, básicamente, fondos de inversión; entre el 30% y el 40% a clientes minoristas, es decir, al mercado doméstico; el 5% se reservará a los empleados de la entidad, según cuenta hoy el diario "Información".

La Caja, cuya asamblea aprobará el viernes, con toda probabilidad, la emisión de cuotas participativas para salir a Bolsa el año próximo, cree que el porcentaje destinado a empleados no pasará en principio del 1%, pero la pretensión de la entidad es subir cuatro puntos más de esa cantidad entre sus casi 6.000 trabajadores, de modo que se afiance la sensación de «propiedad» de la Caja entre quienes a diario desempeñan allí su labor.

En los cálculos de la CAM no figura salir a los mercados antes del verano de 2008, hasta comprobar si han desaparecido las denominadas turbulencias financieras provocadas por la crisis «subprime» estadounidense. Los responsables de la institución son conscientes de que el escenario económico puede no haber mejorado para entonces, pero cabe que en el caso específico de las Bolsas, la situación se haya estabilizado.

La asamblea general de Caja Mediterráneo tiene previsto aprobar el viernes la emisión de cuotas participativas, un instrumento financiero similar a las acciones pero sin derechos políticos para los suscriptores. Para ello sólo es necesaria una mayoría simple de votos de los asistentes. La institución que preside Vicente Sala quiere utilizar esta fórmula como vía de financiación para captar más recursos y seguir creciendo, tanto dentro como fuera de España. Pero sobre todo en el exterior.

La intención de las cajas de ahorros españolas de salir al extranjero a comprar bancos determinó al Banco de España a obligar a las cajas a jugar con las mismas cartas que los bancos, es decir, a ponerse en valor y someterse a la transparencia de los mercados.

La CAM vale algo menos de 5.000 millones de euros. Su valor está por encima de varios bancos. La intención de la entidad es sacar a Bolsa al menos un 20% de los activos, lo que arrojaría entre 700 y 800 millones de euros. Con la emisión, la caja confía en poder acometer nuevas compras en el extranjero tras haberse introducido en el capital de un banco ecuatoriano, otro marroquí y albergar planes para implantarse en Brasil.

La CAM, además, necesita aumentar su posicionamiento en Latinoamérica por las inversiones que mantiene en varios países en el sector inmobiliario.

La Comunidad Valenciana, territorio natural de la CAM, comienza a agotar el mercado financiero para las cajas locales. A finales de la década pasada, Bancaja, CAM y Caixa Ontinyent disponían de un 60% del negocio bancario autonómico frente a las cajas foráneas.

En la actualidad, éstas últimas están a punto de adelantar porcentualmente a las entidades locales, lo que no deja otra vía a éstas que acometer su crecimiento en el exterior.- (EPI)
(El presidente y el director general de la CAM)

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