sábado, 23 de febrero de 2008

COEPA admite que Alicante es la única provincia española que pierde empresas

ALICANTE.- En la provincia de Alicante ya cierran más empresas con trabajadores a cuenta de las que abren sus puertas. Esta situación no se producía, al menos, desde el año 1995, cuando el Ministerio de Trabajo empezó a recoger el dato estadístico de la Tesorería de la Seguridad Social.

La patronal Coepa recoge el dato en su último informe de coyuntura y no oculta su preocupación por los signos de deterioro que ofrece la economía alicantina y que queda constatado con este registro.

Los 32.000 nuevos parados alicantinos en los últimos cuatro años (9.000 en el último ejercicio del 2007) lo tienen un poco más difícil para reinsertarse en el mercado de trabajo de esta provincia, cuyos principales indicadores de coyuntura le son más adversos que la media de España.

El último hace alusión al de la creación y destrucción de empresas. Coepa destaca en su informe, divulgado esta misma semana, y que hace balance del último ejercicio completo, que «la provincia vive un proceso de enfriamiento de su expansión similar al momento que vive la economía española y se pone fin a un largo período de crecimientos anuales, que ha durado más de una década».

Concretamente, desde el año 1995, en que empezó el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a contabilizar la cifra de cuentas de códigos de cotización, no se registraba una caída (por lo demás bastante pronunciada en términos absolutos) del número de empresas con trabajadores a cargo.

La Tesorería General de la Seguridad Social en Alicante cerró el ejercicio del 2007 con 63.778 empresas con trabajadores, lo que supone 524 menos que en el año 2006. Pese a todo, la confederación empresarial provincial (que en el comunicado del desempleo del mes de enero habló por vez primera en dos décadas de desaceleración económica) considera que Alicante sigue situada en cuarto lugar de España por número de empresas con trabajadores a cuenta, sólo superada por Madrid, Barcelona y Valencia.

De hecho, el volumen de empresas que operan en la provincia de Alicante y con plantillas de más de un operario se aproxima al de regiones enteras como el País Vasco o Castilla La Mancha.

«Después de más de diez años de intenso crecimiento, la estadística de empresas con trabajadores a cuenta del Ministerio inició en enero del año 2006 un ligero enfriamiento en su ritmo de crecimiento y esta desaceleración se ha acentuado en la segunda mitad del ejercicio pasado, hasta llegar a cifras negativas al cierre del 2007», advierte Coepa.

La confederación empresarial alerta de que, «aunque el descenso es poco significativo, apenas un 0,3% en términos relativos, la provincia de Alicante sobresale dentro del panorama nacional por ser la única del territorio que no incrementa el registro», es decir, por ser la única provincia española en la que ya cierran más empresas de las que abren.

En el mismo informe de coyuntura, Coepa también advierte de que las 96 disoluciones de sociedades mercantiles registradas en noviembre en la provincia «es el dato más elevado para un mes de noviembre en los últimos años». Destaca que el 87,5% de las disoluciones son de forma voluntaria.

El dato de la Tesorería sobre empresas con trabajadores a cuenta que cierran, del que informó su director provincial sólo cuando se le preguntó en una rueda de prensa, se elevaba en enero del 2007 a 70.500 empresas cotizantes.

La cifra descendió, al 31 de diciembre, a 70.029, incluidas todas las categorías. La Tesorería aclaró que algunas habían desaparecido del registro «por un pequeño trasvase de empresas del régimen agrario al autónomo y de éste al general». En cualquier caso, no justifica el importante descenso.

En el caso de las sociedades mercantiles, que divulga mes a mes el Instituto Nacional de Estadística (INE), también se produce un importante retroceso debido a la recesión del ladrillo y la lenta recuperación de la industria.

Los datos provisionales indican que en Alicante se han disuelto por motivos voluntarios (no por absorciones, fusiones u otras causas terceras) la friolera de 759 sociedades, cifra que supone 211 más que en el año 2006, lo que representa un repunte del 38%.

El registrador mercantil de Alicante, Cecilio Camy, precisó hace unos días que en el fuerte repunte de disoluciones también ha incidido la nueva normativa sobre sociedades patrimoniales durante el año 2007.

En cualquier caso, el tejido productivo se frena. En el lado opuesto de la balanza, la creación de firma societarias en el Registro Mercantil sumó el último año 6.676 con un capital social suscrito y desembolsado de 240 millones de euros. La cifra es un 7% inferior a la del año 2006, lo que significa que en el último ejercicio se han gestado 503 iniciativas de emprendedores menos que doce meses de antes.

UGT considera «imprescindible un cambio en el modelo productivo que diversifique la oferta y dé valor añadido a los productos para atajar esta situación». CC OO explica que «Alicante demuestra que tiene capacidad para crear empresas, pero también para destruirlas, lo que denota una debilidad estructural» de la provincia, muy sujeta a la microempresa, que depende mucho de la financiación de bancos».

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