lunes, 25 de febrero de 2008

Doce cajas de ahorro, más Caja Mediterráneo, crean Concessia para gestionar infraestructuras

MADRID.- España es la gran referencia mundial en el negocio de la gestión privada de infraestructuras. Ocho compañías nacionales encabezan el ránking internacional, tanto por volumen de inversión como por número de proyectos. Pese a ser un negocio netamente financiero, las sociedades concesionarias están controladas por los grandes grupos constructores que cotizan en Bolsa: Abertis por ACS, Cintra por Ferrovial, Itinere por Sacyr y Global Via por FCC, entre otros.

Las cajas de ahorro han decidido romper con este duopolio con el objetivo de devolver el negocio a sus orígenes. En concreto, trece entidades (Caja Ávila, Caixa Sabadell, Caja Sur, Caja de Canarias, Caja Vital, CAM, Caja Rioja, Caja Badajoz, Caja Murcia, Caja Burgos, Caja Círculo, Ibercaja y Sa Nostra) constituyeron Concessia el pasado 14 de diciembre, una gestora de infraestructuras con vocación de recuperar el liderazgo en el sector, según publica "Expansión".

Sentido común

Cada caja participa en la nueva gestora de infraestructuras con el 7% del capital. Gerens Hill, la empresa especializada en la gerencia de proyectos (project management), aporta el 5%. “El proyecto introduce sentido común al negocio”, subraya José Manuel Albaladejo, consejero delegado de la sociedad. En su opinión, Conccessia devuelve al sector financiero al primer plano de la gestión privada de infraestructuras, “una relación que se rompió hace unos cinco años con la entrada de las constructoras en el mercado”, puntualiza.

La nueva compañía, que nace con un capital social de 100 millones de euros, se ha marcado como primera meta alcanzar una cartera de 37 concesiones en un plazo de 10 años. “Para ello, contamos con una capacidad inversora inicial de 2.000 millones de euros”, asegura Albaladejo.

En principio, el mercado principal será España, cuidando los territorios naturales de los socios. “Eso no significa que Concessia excluya otros mercados”. Según la compañía, además del mercado doméstico, se están analizando operaciones en EEUU, Europa del Este, México, Chile y Brasil. “En 2008, cerraremos con dos concesiones que ya están bastante maduras, de unos 100 millones de euros cada una”, comenta el primer ejecutivo del grupo.

Ser una empresa participada de las cajas de ahorro, no excluirá la política de alianzas con otros grupos rivales, fondos de inversión o, incluso, con alguno de los accionistas de forma individual. “En un ambiente de precaución en el mercado de capitales, una empresa de esta naturaleza es una garantía para las administraciones licitadoras.

En un mundo sin liquidez, ésa es, precisamente, nuestra principal virtud”, sentencia Albaladejo. En su opinión, Concessia tiene un gran recorrido, ya que las administraciones territoriales, por la falta de recursos, recurren con más frecuencia a mecanismos de inversión extrapresupuestarios.

Los estatutos de Concessia, presidida por José Antonio Marcos, director general de Caja Badajoz, dejan la puerta abierta a la entrada de nuevos accionistas. La única condición es que provenga del sector financiero. La vicepresidencia la ocupará Joaquín Meseguer, en representación de la CAM.

Las metas marcadas en la última junta general de accionistas, celebrada la semana pasada, son ambiciosas. Concessia sólo participará en proyectos donde, al menos, controle un 25% de la concesión, hasta un máximo del 50%. El objeto social es ilimitado, ya que “analizamos desde autopistas de peaje, hasta hospitales, pasando por edificios administrativos”.

La compañía, a la que no se ha transferido ningún activo de las cajas de ahorro, ha firmado un contrato por tres años con Gerens, que se encargará de aportar la dirección técnica, de operación y administrativa.

A medio plazo, los accionistas se plantean salir a Bolsa. “Está contemplado en el plan estratégico de la compañía”, asegura Albaladejo.

Caja Madrid y La Caixa, los dos grandes actores del sector

Históricamente, las cajas de ahorro han tenido un papel protagonista en la financiación de infraestructuras en España al considerarse proyectos de interés público. En Cataluña, por ejemplo, participaron activamente en la construcción de las autopistas de peaje. Cinco cajas catalanas –La Caixa, Caixa Catalunya, Tarragona, Penedès y Terrassa– figuran en el accionariado de Abertis.

Si se suman sus participaciones, controlan conjuntamente cerca del 35% del grupo de infraestructuras. Algunas de estas participaciones históricas, como las de Tarragona, Terrassa y La Caixa, provienen de la época de Aucat y Acesa, antecesoras de la actual Abertis. Este grupo y Global Via, controlado por Caja Madrid, son los principales actores financieros en el negocio de las infraestructuras.

Global Via, impulsada a finales de 2006 al 50% por la caja madrileña y FCC, nació con un capital social de 250 millones de euros y un conjunto de 35 concesiones de infraestructuras. Dentro de su cartera, se engloban autopistas, autovías, puertos comerciales y deportivos, líneas de metro, tranvías y hospitales.

Entre sus proyectos en marcha, destaca la reciente adjudicación del contrato de construcción y posterior explotación durante treinta años de la autopista M-404 de Madrid. El valor de la adjudicación asciende a 453 millones de euros. La filial de Caja Madrid también se adjudicó el año pasado la construcción de la autopista Nexaca-Tihuatlán, en México.

Este proyecto supondrá una inversión estimada de 400 millones de euros. Los otros dos grandes actores del sector son Ahorro Corporación y Santander, aunque actúan a través de fondos de inversión de infraestructuras, al igual que el banco de negocios australiano Macquarie, socio de Cintra en algunos proyectos.

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