sábado, 23 de febrero de 2008

Todo vale en La Moncloa /Javier Arce

A los problemas reales que se le han presentado al sistema financiero español vía subprime o por el reventón de la burbuja inmobiliaria, sólo le faltaba que la oposición y la prensa extranjera le metieran más madera. Entre todos nos encontramos a la deriva...

Menos de media docena de las casi 200 titulizaciones españolas revisadas por Moody´s han ofrecido una mínima incidencia. Incidencia que en ningún caso ha afectado al cobro de los intereses de los bonistas. A todo lo más que han llegado es a ´tocar´ el fondo de reserva de esas emisiones. Pero eso no impide que el papel español, al igual que el británico, siga sin colocarse en el mercado y que haya entidades como Bancaja -responsable de dos de esas titulizaciones que ha señalado Moody´s- que hayan optado por realizar "colocaciones privadas", en este caso de cédulas hipotecarias, entre grandes inversores que, eso sí, exigen unos diferenciales insólitos hace sólo unos meses.

Bancaja acaba de colocar 250 millones de euros en cédulas a 7 años con un diferencial de 22 puntos básicos, cuando en las emisiones anteriores colocaba papel a un año con un diferencial de sólo 8 puntos básicos.

No es de extrañar que en estas condiciones de mercado, varias cajas con una razonable tesorería hayan comenzado a estudiar la posibilidad de recomprar -para amortizar- algunas de sus viejas emisiones. El problema surge cuando se testea el mercado y se comprueba que no quiere más papel hipotecario español, cierto, pero los tenedores de todo ese papel ya emitido se resisten a venderlo con pérdida porque están convencidos de que las entidades españolas honraran sus compromisos. Curiosa situación.

Imprudente Zaplana

El asunto fue aludido, de pasada, por Manuel Pizarro en su debate con Pedro Solbes -que, se mire por donde se mire, ganó por goleada el de Pinoso- pero no es un asunto que cautive a la audiencia, ni quiso el ex presidente de Endesa ahondar en la herida. Algo que sí ha hecho, de forma bastante imprudente Eduardo Zaplana obligando a responder y salir a la palestra al presidente de la CECA, al responsable de la inspección del Banco de España.

Entre los agoreros del PP y los de la City londinense están creando un serio problema a los bancos y cajas españoles, que comienzan a ser preguntados en las oficinas. Lo peor. Nada más fácil que desatar el miedo, y del miedo al pánico, como sucedió en el caso del británico Northern Rock, hoy nacionalizado "temporalmente", sólo hay un paso. Eso es, simplemente, jugar con fuego.

Lamentablemente, sería faltar a la verdad reconocer que existen argumentos, sólidos, que expliquen la dura posición de unos y otros. Los del PP son claros, casi todo vale para llegar a La Moncloa. Los de la City tampoco son desdeñables: España tiene una burbuja inmobiliaria que el sistema financiero español deberá manejar.

Y como señala el editorialista del primer diario británico, en una situación semejante resulta cómico, por no decir patético, escuchar a Rodríguez Zapatero decir que España va a pasar a Alemania en PIB por habitante.

"Eso es confundir los efectos temporales de un boom insostenible con los logros fundamentales del poder económico, y eso es un error propio de escolares".

No le falta razón.

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