MADRID.- Los nervios están a flor de piel en la primera línea del socialismo español, y son muchos los que a esta hora están pendientes de una posible llamada del presidente. El baile de nombres y la reestructuración del gabinete son hoy grandes incógnitas. Los pasillos del hemiciclo son un hervidero de quinielas, y los rumores y filtraciones empiezan a campar a sus anchas, según cuenta Armando Huerta en www.estrelladigital.es
Se da por descontado que en el ‘cuaderno azul’ de Zapatero seguirán escritos los nombres de los dos vicepresidentes, Solbes y De la Vega, y de los ministros Moratinos y Rubalcaba, a pesar del ademán de abandono que ya mostró este último. Cuatro personas de confianza que, si no hay sorpresa, seguirán al frente de sus actuales responsabilidades. En los mentideros de la política también se da por hecho no sólo que sigue en el Ejecutivo Carme Chacón (Vivienda) sino que podría cambiar de cartera, propiciando que la cuota PSC gane peso específico en el seno del nuevo gabinete, tras los buenos resultados electorales conseguidos por el partido en Cataluña.
Donde habrá traspaso de poderes será, seguro, en Defensa. José Antonio Alonso se marcha al Congreso para dirigir el grupo parlamentario y el sillón que deja vacío –se especula– puede ocuparlo por primera vez en la historia una mujer. Podría ser, por qué no, Elena Salgado (en la imagen), actual ministra de Administraciones Públicas, que ya pasó por Sanidad y que goza de buena prensa en La Moncloa.
Más incierto es el futuro de Magdalena Álvarez (Fomento), que ha sido posiblemente la ministra más cuestionada de la democracia, Jesús Caldera (Trabajo y Asuntos Sociales) que, a la sombra desde el principio de Zapatero, podría no ver satisfechas sus expectativas, y Fernández Bermejo (Justicia), que ha despejado algunos nubarrones tras alcanzar un acuerdo con los sindicatos de Justicia y poner fin a la huelga. Salvo Elena Espinosa (Agricultura), que cuenta con la confianza de Solbes y Blanco, el resto –Cristina Narbona (Medio Ambiente), César Antonio Molina (Cultura) y Bernat Soria (Sanidad)– viven en vilo estas horas.
En el capítulo de los ministrables saltan a la palestra nombres como el de Trinidad Jiménez, actual secretaria de Estado para Iberoamérica, Juan Fernando López Aguilar, tras su periplo como candidato en su tierra natal donde no fue profeta (a pesar de ser el más votado), y Fernando Moraleda, actual secretario de Estado para Comunicación, al que Zapatero considera su particular “oráculo en Agricultura”.
De cualquier forma, los que conocen a Zapatero y muchos de los que trabajan cerca de él reconocen que el Gobierno que va a dar a conocer este sábado, está pensado para los dos primeros años de legislatura, y que en 2010 podría introducir algunos cambios importantes en el Gabinete.
El sempiterno ministrable José Blanco, que seguirá al frente del partido en Ferraz, volverá a ser entonces, y por enésima vez, uno de los nombres que más suene como posible ministro, a pesar de que él repita cada dos por tres, y casi sin venir a cuento, que “ya ha visto colmadas sus expectativas”.
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