Los seis habían sido detenidos al salir de una vivienda donde, supuestamente, se había celebrado una misa. Uno de ellos, llamado Rachid, había sido ya juzgado dos veces en noviembre de 2007 acusado de proselitismo por los tribunales de Orán y de Tissemsilt y condenado en rebeldía a penas de dos y tres años de prisión condicional. El fiscal del tribunal de Tiaret reprochó a Rachid haber transformado su vivienda en una iglesia ilegal.
Comparten abogada defensora con una educadora, igualmente sentada en el banquillo.
Porque también en Tiaret, una ciudad de 200.000 habitantes, está pendiente de sentencia una maestra de 37 años, Habiba Kouider, que fue detenida con una decena de biblias -25 según las autoridades- mientras viajaba en un autobús de Orán a Tiaret. El mismo fiscal pide tres años de cárcel.
Khelloudja Khalfoun es la abogada de la inculpada, y se desplazó desde Tizi Ouzou porque ningún letrado de Tiaret quiso defenderla. "Es un juicio ilegal porque no se requiere un permiso para practicar un culto no musulmán", señaló.
Las dos ligas argelinas de derechos humanos calificaron de "inquisición" el juicio de Tiaret. La Constitución argelina consagra la libertad de culto. Tampoco hay otro texto legal que sancione a una persona por poseer un libro sagrado, sea la Biblia, el Corán o cualquier otro.
Unos 10.000 cristianos, incluidos los expatriados, viven en Argelia entre 36 millones de musulmanes.
Argelia aprobó en febrero de 2006 una ley que regula el culto de los no musulmanes. Lo que empezó con las expulsiones de varios grupos de estudiantes cristianos de origen subsahariano continuó con la invitación a los cristianos a que abandonasen el país «por su seguridad» o la cada vez más difícil obtención de visados para religiosos.
Las críticas contra el texto de 2006 han arreciado sobre todo desde que, como informó "Abc", el sacerdote francés Pierre Wallez fue condenado a un año de cárcel en enero de 2008, por celebrar culto con un grupo de emigrantes cristianos en un bosque junto a la frontera con Marruecos.
Wallez fue acusado de proselitismo, algo prohibido por la ley argelina. «No estamos ante un caso de proselitismo, pues se trata de cristianos cameruneses. Ha sido una aplicación errónea de la ley», se indignó entonces la figura más prominente del cristianismo en el país magrebí, el arzobispo de Argel.
Henry Teissier dijo además que para buscar a los que están llevando a cabo conversiones hay que mirar hacia la Iglesia Evangélica, que está captando adeptos sobre todo en la región de la Kabilia.
La polémica ha coincidido además con la marcha de Teissier, que se ha jubilado después de mas de dos décadas en el cargo. Nació en Francia en 1929 pero su carrera está unida desde muy pronto a Argelia, donde fue ordenado sacerdote en 1955. Antes fue arzobispo de Orán.
Su salida del cargo es oficialmente por su edad y no está vinculada con la situación por la que pasan en la actualidad los cristianos en Argelia.
El arzobispo Teissier fue condecorado en la noche del lunes en medio de cerradas alabanzas por la diplomacia de su país como Caballero de la Legión de Honor en la Embajada de Francia del país magrebí.
El Papa Benedicto XVI ya ha nombrado sustituto, el jordano Ghaleb Moussa Abdallah, de 57 años, especialista del diálogo interreligioso, que tomará posesión dentro de tres meses.
Entre 1994 y 1996, 19 religiosos, incluido el obispo de Orán, fueron asesinados en Argelia por los terroristas islamistas.
Alicante mantiene líneas, aéreas y marítimas, regulares con Argel y Orán aunque frecuentadas muy poco por ciudadanos occidentales desde el comienzo en Argelia de una guerra civil larvada entre islamistas y militares, que parece haber tocado a su fin aunque subsistan focos aíslados de insurgencia.
En algunos conventos cristianos de Argel y Orán viven religiosos y religiosas, de avanzada edad, provenientes de las provincias de Valencia, Alicante y Murcia, fundamentalmente.
También los protestantesHace poco más de mes y medio, la Iglesia Evangélica Argelina fue suspendida durante dos años tras sentencia judicial de un tribunal, también en Tiaret, por proselitismo, y condenada a una multa de 1.500 dólares, que va a ser apelada. Un pastor protestante se encuentra, además, en prisión al encontrar la Policía en su poder varios ejemplares de la Biblia, mientras que otro de 74 años fue expulsado de Argelia.
En las últimas semanas, policías de paisano han detenido a varios cristianos, en un aparente esfuerzo de las autoridades locales por hacer cumplir la ley de 2006, que regula las prácticas religiosas en el país, la labor pastoral y la construcción de nuevos templos. Una interpretación extrema de la nueva legislación, convierte en ilegal y punible por ejemplo, llevar encima más de una Biblia.
El pasado 29 de marzo, la Policía detuvo durante 24 horas a una mujer, a la que descubrió seis ejemplares de la Biblia, durante un control rutinario en las afueras de Tiaret. Compareció ante un tribunal el pasado día 7 de mayo.
Una semana antes, dos hombres que viajaban en un autobus de la línea Tizi Ouzou-Bjaia, fueron detenidos por la Policía por portar once ejemplares de la Biblia. También fueron retenidos durante 24 horas.
Las autoridades argelinas han acelerado la clausura de templos cristianos, la mitad de los evangélicos, y ordenado el cese de todas sus actividades a 26 congregaciones de 20 pequeños grupos cristianos existentes en Argelia.
Otras confesiones religiosas han encontrado similares dificultades para obtener ahora del Gobierno aprobación para sus actividades.
Las autoridades argelinas consideran que la rama evangélica de la Iglesia Protestante, no reconocida en el país, lleva a cabo una campaña de proselitismo y evangelización en Argelia e intenta poner en marcha lugares de culto sin la preceptiva autorización.
El pasado 30 de marzo, el ministro de Asuntos Religiosos, Bu’Abdallah Ghoulamullah, proclamó durante una entrevista en la televisión nacional, que "serán cerrados los templos y centros religiosos que no funcionen de acuerdo con la ley". Esgrimió también que algunas congregaciones no están en templos sino "en casas y garajes" no acordes con lo que dice la legislación vigente, y los califica de "una minoría que propicia la injerencia extranjera en los asuntos internos" de Argelia.
Mientras, algun líder religioso cristiano le recuerda que tradicionales lugares de culto fueron confiscados para ser transformados "en mezquitas, farmacias, museos o sedes sindicales". Y hace un llamamiento a las autoridades para que devuelvan las propiedades confiscadas por el Gobierno a las numerosas órdenes religiosas e iglesias, tras obtener Argelia en 1962 la independencia de Francia.
(Vista de Tiaret; al fondo, su catedral católica)