ALICANTE.- El fundador y primer director de la Escuela Europea de Alicante, Antonio Pino, se despidió oficialmente anoche de su cargo en el transcurso de un acto social privado en el propio centro educativo, al que asistieron profesores, personal no docente, representantes de padres de alumnos y funcionarios de la OAMI, con su director general, Wubbo de Boer, al frente. Desde hace siete años, Pino ha estado tutelando el desarrollo completo de este proyecto en su primera fase.
A petición propia, Pino vuelve a Bruselas para dirigir uno de los cuatro centros multilingües que este sistema docente, ideado hace más de cincuenta años, tiene en aquella ciudad, el III, para la educación y formación de hijos de eurofuncionarios y diplomáticos. Poderosas razones familiares y la convicción íntima de haber cumplido una etapa compleja, le aconsejan ahora nuevos retos profesionales.
Sin embargo, tiene previsto mantener en Alicante su actual casa de Vistahermosa para regresar con sus hijas y nietos cada vez que le sea posible. Además, el salón de actos de la Escuela Europea de Alicante, según reza una placa descubierta hace unos días, lleva su nombre para perpetuar su paso como primer gestor del centro.
Tras unas sentidas palabras de despedida y balance de los siete años que lleva en Alicante, Pino agradeció el esfuerzo de colaboración de todas las personas que, bajo su coordinación, han hecho posible una realidad hoy en marcha y con un cuadro de más de cien profesores altamente cualificados y de acreditada experiencia en sus respectivos sistemas nacionales de enseñanza pública.
Los directores adjuntos de Primaria y Secundaria, Carmen Carro y Jean Weiland, tomaron posteriormente la palabra para agradecerle su democrática forma de dirección y para reconocer su mérito personal en que este proyecto educativo haya alcanzado su más alta cota en Alicante. El profesor Isidoro Pisonero también le dedicó un homenaje literario en forma de sonetos.
Tanto los profesores como los padres de alumnos entregaron al matrimonio Antonio y Ángeles Pino sendos obsequios como recuerdo de su paso por nuestra ciudad; ella también como docente en la Escuela Europea y pieza fundamental de la etapa que ahora concluye.
Biografía
Tras superar las correspondientes Oposiciones, trabajó como inspector de Educación durante tres años. Más tarde se trasladó a París, junto con su esposa, donde trabajó como Consejero de Educación en la Embajada de España, tarea que también desempeñó después en la Embajada española en Bruselas durante diez años.
Durante este periodo colaboró como experto en la Comisión Europea y fue el miembro español experto de los grupos de proyecto XII y VII del Consejo de Europa (enseñanza de lenguas y educación intercultural y multilingüe). En 1989 fue nombrado vocal del Consejo de Universidades, en Madrid, pero al mismo tiempo, le ofrecieron la dirección de la Escuela Europea, en Luxemburgo, puesto que desempeñó durante cinco años.
Más tarde fue director de la Escuela Europea de Bruselas II, durante siete años.
Se propuso venir a Alicante, a pesar de que dejaba muchas cosas en Bruselas (tiene dos hijas, casadas con belgas y que trabajan y residen allí, aparte de tres nietos), para hacer realidad el proyecto de otra Escuela Europea, esta vez en su país. Se instaló en la OAMI y desde allí realizó sus primeras gestiones cerca del Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio de Educación, como cooperadores absolutamente necesarios.
Sus hijas, catalanas, han estudiado en la Escuela Europea de Luxemburgo, consiguiendo ambas buenos resultados en el BAC europeo, previo a su acceso a la Universidad belga. La experiencia de Bruselas les ha gustado mucho porque toda la familia estaba, y sigue estando, muy integrada en la cosmopolita sociedad local, hasta el punto de que todos mantienen allí su domicilio.
Antonio Pino ha sido galardonado con varias condecoraciones en Bélgica y Luxemburgo, y posee una medalla de oro de la Comisión Europea al mérito europeo.
Curiosamente, yo también he estado destinada en París y en Luxemburgo, pero conocí a Pino en Bruselas. Entre 1999 y 2004, un grupo de profesores representantes de las distintas Escuelas Europeas tuvimos reuniones de trabajo trimestrales para elaborar los programas de Español para Extranjeros, lo que hacíamos en la Escuela Europea II de Bruselas, dirigida por Antonio Pino. Allí nos sentíamos como en casa, porque se nos daban todas las facilidades. Durante los años en que coincidimos con él antes de su venida a Alicante, solía comer con nosotros en un comedor reservado de la Escuela e incluso participar en nuestras cenas, acompañado en ocasiones por su mujer, Ángeles. De ese modo informal fue como contactamos, y a mi llegada a Alicante en 2006, conociéndome y conociendo mi experiencia en Escuelas Europeas, me ofreció la oportunidad de trabajar en la de Alicante; aunque luego tomé otra opción, debo agradecerle su gesto y sus gestiones.
ResponderEliminarEn Luxemburgo siempre oí hablar bien de su buen hacer y de su capacidad para solventar problemas. No dudo de que su nueva etapa en Bruselas será magnífica en lo profesional y en lo personal. Así se lo deseamos cuantos le conocemos.
Consuelo Jiménez de Cisneros