sábado, 23 de agosto de 2008

Los hoteles flexibilizan sus paquetes para afrontar los cambios en la demanda

ALICANTE.- La reducción de la estancia media de los turistas ha precipitado este verano los datos de ocupación en los hoteles de Benidorm y la Costa Blanca. Los cambios en los gustos de la demanda obligan a los hoteleros a flexibilizar cada vez más sus paquetes para impulsar las ventas, con el agravante de la crisis económica, que aumenta esta tendencia a acortar las vacaciones.

Así lo manifestó a "Información" el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, quien indicó que la disminución de la estancia, que ahora oscila entre dos y cinco días, "hace que perdamos al cabo de cada semana uno o dos días" de ventas. "Hay disponibilidad en los hoteles y por eso lo tienes que hacer así", destacó Mayor, ya que los paquetes que antes se vendían por semanas completas ahora son mucho más flexibles.

Las reservas mayoritarias "son de jueves a domingo", informó, aunque pueden reducirse a "viernes y sábado o sólo a sábado", si el hotel no ha conseguido llenar sus plazas. De esta forma, un lunes o un martes los hoteles están vacíos y caen las cifras de ocupación. De hecho, en lo que va de verano los establecimientos de la ciudad no han logrado superar la barrera del noventa por ciento, algo que no ocurría desde hace cuatro años y que está muy lejos de las cifras de hace una década, que rozaban el lleno absoluto en temporada alta.

El turismo es algo vivo y ahí está la explicación, por un lado en la crisis que afecta al mercado nacional y por otro, en los cambios introducidos por "las compañías "low cost", que vuelan cada día y ofrecen tantas posibilidades de ir a tantos sitios". Así, el turista, sobre todo el europeo que viaja dentro del ámbito comunitario, fragmenta sus vacaciones y "prefiere irse tres días a Praga, tres a Barcelona y tres a Benidorm", indicó Mayor.

Lejos del pesimismo, desde Hosbec insisten en la fortaleza de la industria turística. "El puente de agosto, no sólo Benidorm, sino toda la costa ha estado llena" y durante los fines de semana la mayoría de los hoteles cuelga el cartel de completo, así que la conclusión parece ser que no es que vaya mal, sino que va diferente.

"Por ejemplo, los ingleses, cada vez más, vienen en grupos para tres o cuatro días con vuelos de bajo coste, a celebrar un cumpleaños o una despedida", destacó Mayor. Las reservas cortas se concentran en los meses de mayo a octubre y dependen de la edad del turista, su acceso a Internet y otros factores.

"Tendremos que ampliar las estadísticas y pormenorizar los estudios para ver cómo va el mercado", añadió, ya que la tendencia parece no tener vuelta atrás.
El turismo de invierno se muestra "más resistente a la crisis, ya que la gran mayoría son jubilados, mantienen su paga y las estancias pueden alargarse a 7, 14 o 21 días".

El turismo de escapada y el cliente de fin de semana se imponen "y esto está para quedarse", destacó el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Antonio Mayor, ya que los cambios en el mercado turístico parecen no tener retorno.

"Antes los alemanes venían a Benidorm 21 días seguidos, se iban y al día siguiente esa cama volvía a estar ocupada, hace ya años que esto no es así" y las pernoctaciones mínimas venían siendo de sólo siete días, señaló el presidente de la patronal hotelera.

Pero ahora el cliente tiene la posibilidad de comprar lo que quiera, "2, 3, 4 ó 5 días, y la tiene desgraciadamente porque tenemos sitio", añadió.

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