"Si fuera una situación crónica y permanente (la actual crisis financiera y del sistema interbancario), se podrían acelerar las concentraciones", admitió Juan Ramón Quintás en una entrevista a una agencia anglo-canadiense.
No obstante, el presidente de la patronal matizó que es demasiado pronto para aventurar un proceso que, en su opinión, no se dará en el corto plazo. "(Es un) problema temporal, si hablamos de un año o dos años, no se toman decisiones estructurales de esa envergadura", dijo.
En la actualidad existen 45 cajas de ahorros en España y esta cifra se ha reducido desde las 80 entidades que existían en los años ochenta.
El presidente de la CECA reconoció que las fusiones podrían ser "muy razonables para diversificar el riesgo" y obtener una entidad mucho más equilibrada pero reconoció que estos procesos podrían tropezar con la negativa de los gobiernos autonómicos (que tienen poder de facto en las cajas de ahorros) que por ley pueden vetar una fusión.
"Las limitaciones territoriales hacen que fusiones que serían a lo mejor interesantes, no sean viables, al saber que no se contaría con el visto bueno de las autoridades", dijo Quintás.
En el mercado español los procesos de fusión llevan tiempo esperando y se estima que las dos grandes españolas, La Caixa y Caja Madrid desempeñarán un papel importante.
A pesar de reconocer las dificultades provocadas por la actual incertidumbre en los mercados financieros y el sistema internacional y de vislumbrar un momento de "contracción y de recesión" de la economía española, el presidente de la CECA destacó la solvencia y los firmes niveles de recursos propios de las cajas de ahorros españolas.
"Afortunadamente frente a ese panorama internacional los bancos y cajas españoles son de los más conservadores y, de hecho, los bancos, pero sobre todo las cajas, tienen una tasa de cobertura de depósitos sobre crédito superior a cualquier otro país europeo", dijo Quintás.
En un contexto de endurecimiento de las condiciones de préstamos interbancarios, algunos participantes aseguran que los préstamos entre las entidades de crédito casi se han paralizado.
"Está muy claro que lo que ha provocado el cierre de los mercados mayoristas no es ninguna razón atribuible a bancos o cajas de ahorros españoles", dijo Quintás. "Ninguno tiene activos tóxicos, pero la desconfianza es tan fuerte que nadie presta".
El presidente de la CECA reconoció que el entorno de un fuerte repunte de la morosidad (la tasa de mora de las cajas a finales de julio estaba en el 2,5 por ciento) y menor crecimiento en la concesión de créditos provocará una disminución de los beneficios.
"Hemos entrado en un período de recesión en el que los beneficios van a caer, que la morosidad va a subir fuertemente, que puede haber problemas de refinanciación de la deuda, pero si todo el mundo hace lo que tiene que hacer, no tendría por qué haber ningún problema significativo", agregó.
Las cajas de ahorro en España tienen una gran parte de su negocio en los créditos, la gran mayoría de ellos hipotecarios y algunas de ellas han sufrido con especial virulencia la crisis del ladrillo.
Pregunta a los directivos de la CAM.-¿Cuando será la fusión de la Cam con Ibercaja?.Contesten,please.
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