viernes, 12 de septiembre de 2008

Muchas opciones en la mesa

ALICANTE.- Aunque el propio Alperi comunicó a sus concejales su intención de dedicarse únicamente al escaño en las Cortes, algo que ratificaron tanto desde la dirección del PP como fuentes de la Generalitat, lo cierto es que el primer edil, tras dejar la Alcaldía de Alicante, tiene muchas puertas abiertas aunque no parece que vaya a cruzar ninguna de ellas de forma inmediata.

La operación, en todo caso, desató de inmediato las especulaciones sobre la posibilidad de que Alperi cambiara la alcaldía por un sillón del Consell, en el marco de la remodelación que tiene pendiente Francisco Camps tras la marcha de Fernando de Rosa al Poder Judicial y que debe afrontar, de forma obligatoria, en el plazo de dos semanas.

Sin descartar nada, no parece que la primera opción del primer edil sea embarcarse en el Gobierno autonómico a tenor de la posición que trasladó a sus concejales de quedarse como diputado en las Cortes. A partir de ahí, el ramillete de opciones es amplio, máxime cuando Alperi se ha ganado la confianza de Camps toda vez que, en su día, pegó el salto, en el momento más difícil, desde las huestes zaplanistas para abrazar las tesis del campismo.

Otra de las posibilidades, y no es la primera vez que se baraja, apunta a las elecciones europeas del próximo año y a la posibilidad de que el primer edil tenga un puesto de salida que le asegure un escaño en Bruselas. Para entonces, sin embargo, estará cerca de los 64 años y puede que no le seduzca la opción de continuos viajes al extranjeros pese a las bondades, económicas y de volumen de trabajo, de la Eurocámara.

A estas alturas de su vida y de su carrera política, todo indica que al todavía primer edil le cuadra mucho más cualquier opción que le permita mantenerse en primera línea aunque siempre en Alicante. En ese punto, aparecen otras dos posibilidades. Primero, la presidencia del Puerto, una vieja aspiración de Luis Díaz Alperi. Ahora mismo, la Autoridad Portuaria se encuentra en un momento de transición tras la marcha de Mario Flores a la Conselleria de Infraestructuras y la solución temporal que ha supuesto el nombramiento de Sergio Campos como responsable del muelle alicantino.

Y segundo, la presidencia de Caja Mediterráneo (CAM). Con la entidad ya en manos campistas, la opción de Alperi, con la que no pocos especulaban ayer mismo, es una posibilidad. Como en su día público este periódico, el mandato de Vicente Sala, por cuestiones de edad, finaliza a mediados del próximo año. La continuidad de Sala, un dirigente poco problemático para Camps, depende de una modificación legal que supondría cambiar la legislación de cajas a través de la ley de acompañamiento, que debe estar en las Cortes a finales de octubre. Pero, eso dice el entorno del presidente de la Generalitat, nada hay cerrado ni concretado.

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