viernes, 12 de septiembre de 2008

Una operación redonda

ALICANTE.- Ha llegado el día. Y como no podía ser de otra manera teniendo a Francisco Camps de por medio, llega por sorpresa. No por esperada, la marcha y la sucesión de Luis Díaz Alperi, se convierte en la noticia política y social de los últimos años en la ciudad. El alcalde, después de más de trece años con la vara de mando, cumple lo prometido en una entrevista concedida a "La Verdad" y deja el puesto antes de finalizar el mandato y, en la misma línea de cumplimientos, lo deja en manos de Sonia Castedo Ramos.

Se han acabado las especulaciones, azuzadas por él mismo cuando dijo que cualquiera de sus concejales podía ser alcalde, en unas declaraciones que lo único que pretendían probablemente era descargar de presión a su sucesora y retirarla en la medida de lo posible del centro de la diana de la oposición.

Parecía que el traspaso de poderes iba a producirse a principios del próximo año, una vez resueltos los congresos regional y provincial, y hasta local, previsto éste ya para el 2009. Pero los acontecimientos se han precipitado como casi nadie esperaba. Y, sin duda, la clave se llama Joaquín Ripoll. Sin su renuncia formal y administrativa a la sucesión, Sonia Castedo nunca habría sido alcaldesa. Ocupó el número dos de la candidatura del Partido Popular y ante la renuncia del alcalde, le corresponde a él ocupar el puesto.

Sólo los principales protagonistas conocen las razones que han llevado a Ripoll a abrir la puerta, cuando, a malas, es decir, como han estado durante los últimos años, podría haberla dejado cerrada hasta las próximas elecciones, en el 2011. Luis Díaz Alperi habría seguido siendo alcalde y el presidente de la Diputación en su despacho de la avenida de la Diputación. Y dentro de dos años, a discutir sobre el cabeza de cartel.

Pero no ha sido así. No hay que ser muy brillante para observar lo ocurrido durante los últimos días y entender la histórica decisión consumada ayer. Viernes pasado, sobre las once de la noche, en Castellón: el presidente de la Generalitat anuncia que se presentará a la reelección como máximo responsable del Partido Popular en la Comunidad Valenciana. Joaquín Ripoll está en esta cena en La Plana, y no precisamente de puntillas. También cena allí Luis Díaz Alperi. Los tres se hacen la foto, junto a los alcaldes de las otras capitales y los presidentes provinciales, además de con Ricardo Costa.

Seguimos y no se pierdan. Sábado por la mañana, apenas doce horas después de la cena castellonense: Ripoll envía un comunicado a la prensa para anunciar no sólo que avala a Camps para la reelección, sino que, además, convocará el lunes un comité ejecutivo provincial y a todos los presidentes locales para solicitar el apoyo para el president.

Llega el lunes, en la sede de Juan Bautista Lafora: Ripoll cumple lo dicho, pero va más allá y firma ante los medios gráficos el aval. Y por si algún periódico no había enviado fotógrafo, el partido remite una imagen impensable hace apenas unos meses.

Y así llega el jueves, es decir, ayer. Cinco menos cuarto de la tarde: la jefa de prensa del Ayuntamiento anuncia una convocatoria urgente para ¿media hora después! Acudirán Francisco Camps, Luis Díaz Alperi, José Joaquín Ripoll y Sonia Castedo. Los nervios se desatan en el grupo popular cuando el alcalde deja de forma precipitada y sin comer el restaurante Aldebarán, donde compartía con varios concejales y un centenar de funcionarios la comida-homenaje a Carlos Arteaga, que se despide como secretario general del Ayuntamiento. La noticia coge por sorpresa a todos los ediles, incluida la protagonista, que no estaba en la comida.

Hasta aquí los hechos. Ahora, la interpretación: Ripoll renuncia a cerrar la puerta a Sonia Castedo a cambio, se supone, de su reelección como presidente provincial en el próximo congreso de diciembre.

Esta hipótesis sólo puede ser válida o por confirmación de parte, lo cual no parece probable, o por la vía de los hechos consumados, es decir, cuando la dirección regional bendiga la candidatura del presidente provincial y no presente batalla ni con Mercedes Alonso ni con nadie más. Y así todos, o casi todos, contentos.

Pero, por qué se produce ahora el relevo, más allá de la convocatoria sorpresa, cuando, por ejemplo, la Volvo Ocean Race y todo lo que representa, está a la vuelta de la esquina. Pues precisamente por eso, por lo que representa. Qué mejor escaparate para la nueva alcaldesa que una competición internacional de este calado, con la presencia de la Familia Real como estandarte mediático.

¿Y el alcalde? Casi todos, periodistas, políticos y demás canalla, lo sitúan en el Consell, en sustitución de Fernando de Rosa, elegido para ocupar un puesto en el Consejo General del Poder Judicial. No es una bicoca para Díaz Alperi. Él preferiría la presidencia del Puerto o de la CAM.

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