La presencia de políticos y ex políticos en los consejos de las cajas, e incluso en la presidencia de varias de ellas, es notable (ver información adjunta). Eso lleva a que por sus manos pase la aprobación de préstamos a los mismos partidos políticos que les han colocado en ese puesto.
El partido que más ha recurrido al crédito de las cajas -según los datos existentes en los informes de gobierno corporativo de estas entidades- es el socialista, con más de 19,5 millones de euros. Le siguen CiU e Izquierda Unida, con 11,7 millones.
En el caso de la formación coordinada por Llamazares se da la particularidad, además, de que tiene vencidos más de 810.000 euros que debía haber devuelto ya a Cajasol. El PSOE también tuvo problemas el pasado año con un préstamo de la caja sevillana, pero ya ha regularizado su situación.
Cambio en 2003
A ello se une que, según la normativa financiera, aprobada en el año 2003 por el PP, los gobiernos autonómicos deben dar el visto bueno a las fusiones. Es más, en el caso de que se ponga en marcha la integración de dos cajas de distinta región, los responsables de esas entidades deberán recibir el plácet de ambos gobiernos regionales.
La ley es tajante: «Cuando se produzca una fusión entre cajas de ahorros que tengan sus sedes sociales situadas en diferentes comunidades autónomas, la autorización para la misma habrá de acordarse conjuntamente por los gobiernos de las comunidades autónomas afectadas». Y a partir de ahí «se determinará la proporción que corresponderá» a cada administración y entidad pública de la región en los órganos de gobierno de la nueva entidad.
La implicación política en el asunto de las fusiones entre cajas es total. La hemeroteca de las últimas semanas recoge una sucesión de declaraciones de gobernantes acerca de la conveniencia o no de fusiones.
El presidente andaluz, Manuel Chaves, aseguró, pocas horas después de que José Luis Rodríguez Zapatero diera el pistoletazo de salida a este proceso, que estaba dispuesto a dar «impulso político» para la integración de las cinco cajas andaluzas. Más claro aún fue el vicepresidente y consejero de Hacienda, José Antonio Griñán: «El proyecto de una gran caja andaluza no está derogado, sino en vigor. Favoreceremos nuevos procesos de fusión cuando todas las entidades estén en la misma posición, que será en primavera cuando Cajasol consolide su fusión». Esa fusión, fruto de la integración de El Monte y Caja San Fernando, tuvo lugar en mayo de 2007.
Ha sido la última unión de cajas en España. El anterior precedente se encuentra en 2001, cuando Bancaja absorbió Caja Carlet, ahogada por una mala situación financiera.
Pero ahora parece que no va a ser necesario que pasen seis años para ver una nueva fusión. El alcalde de León y vicepresidente segundo de Caja España, Francisco Fernández, abogó días atrás por integrar en la entidad leonesa a tres de las pequeñas cajas castellanas, es decir, las de Segovia, Avila y Burgos, dejando fuera a la salmantina Caja Duero, por su mayor tamaño. Mientras, el presidente regional, Juan Vicente Herrera, del PP, consideró «urgente» abordar este proceso y destacó la «vocación» de unión de las cajas regionales.
Y el vicepresidente de la Xunta de Galicia, Anxo Quintana, del BNG, señaló esta misma semana que vería como «algo positivo» la fusión de las dos cajas gallegas: Caixa Galicia y Caixanova.
BBK-Kutxa, en marcha
Declaraciones similares se oyen en el País Vasco, donde se afirma sin rubor alguno que la proximidad de las elecciones en la región puede frenar la integración de la Kutxa y la BBK. Y se añade, además, que el PSOE y el PP vetan que a esa fusión se sume la alavesa Caja Vital. Otra evidencia más de que en este proceso no prima la lógica económica ni de mercado, sino el puro y duro interés político.
Como se ve, estas tesis no distinguen colores entre los partidos.Para los representantes de los ciudadanos, el control de las cajas de ahorros se ve como un asunto sustancial. Ningún gobierno quiere perder el control sobre las cajas de su ámbito de influencia -no en vano el reparto de los miembros de los órganos de dirección tiene mucho que ver con los resultados electorales.
A eso se une el colchón que estas entidades suponen a la hora de colocar a compañeros del partido en órganos generalmente muy bien retribuidos que se ven, en ocasiones, como el retiro ideal para quienes están cansados de la contienda política.
Este es uno de los asuntos que puede suponer el freno a las fusiones.Con menos cajas hay menos sillones que repartir, y ya hay voces que alertan de este riesgo. Eso sí, los holding financieros y carteras de cotizadas, con sus correspondientes consejos, dan otra oportunidad.
Los 755 consejeros se reparten más de 163 millones
Ser uno de los 755 consejeros repartidos en los consejos de administración de las 43 cajas de ahorros españolas resulta más que gratificante para el bolsillo, ya que, de media, cada uno de ellos se embolsó el pasado ejercicio 216.009 euros en concepto de sueldos, dietas por asistencia a los consejos y otras remuneraciones.
Las cifras resultan llamativas en cualquier caso, ya sea desde el punto de vista de la retribución (más de 163 millones de euros en total) o desde la perspectiva del número de consejeros por cada entidad. Claro que no todas las cajas de ahorros se reparten de igual manera sus asientos en la cúpula directiva, ni todas pagan a sus consejeros con el mismo sueldo. Entre las más generosas se encuentran La Caixa, que repartió en 2007 25,1 millones de euros entre sus 21 directivos, y Caja Madrid, donde la retribución a sus 18 consejeros sumó 23,4 millones de euros, es decir, más de 1,3 millones por cabeza.
Esta distribución del sueldo en comparación con otras entidades de menor tamaño se debe en parte a que La Caixa y Caja Madrid cuentan con muchas participaciones en compañías cotizadas que incrementan los bonus en forma de dividendos. Aun así, algunas cajas más pequeñas no se quedan cortas en la compensación a sus directivos, como Caja Segovia, que reparte más de 5,87 millones entre sus 17 consejeros (a 345.000 euros por barba de media), o Caixanova, con un sueldo total de 5,85 millones.
Políticos hechos banqueros
En el proceso de fusiones que se vislumbra en las cajas de ahorros tendrán un papel decisivo los partidos políticos. Pero también los sindicatos y las patronales, que tienen sentados a importantes cargos en los consejos de administración de distintas cajas.
Una de ellas es Caixa Catalunya, cuyo presidente es, desde 2005, Narcís Serra, ex ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno durante el mandato de Felipe González. Su promoción en la caja corrió a cargo del actual presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla. Pero éste no es el único caso: en Caja Navarra, por ejemplo, su presidente es a la vez el presidente del Gobierno autonómico, Miguel Sanz, mientras que en Bancaja el máximo cargo directivo corresponde a José Luis Olivas, ex presidente de la Comunidad Valenciana.
Prácticamente en todas las cajas españolas hay representación política, sindical y patronal de relevancia, un motivo que puede explicar por qué entidades como Cajastur o Cajasol tienen en sus consejos a 30 y 40 personas, respectivamente.
LOS CONSEJOS
755... So los sillones con los que cuentan los consejos de administración de las cajas de ahorros españolas. En muchos de ellos se sientan políticos.
40... Es el número de consejeros que tiene Cajasol. La entidad sevillana, pese a no ser una de las grandes del país, es la que tiene un consejo mayor.
LAS CIFRAS
15,9
Son los millones de euros que La Caixa ha prestado a los partidos políticos representados en su Asamblea. Es la entidad con una cifra más alta.
8 Cajas de ahorros afirman en sus informes de gobierno corporativo que no tienen ningún dinero prestado en este momento a alguna formación.
810.490 Son los euros que Cajasol tiene en el capítulo de morosos fruto de impagos por parte de Izquierda Unida.
EL PERSONAJE
Narcís Serra: El ex ministro de Defensa socialista es una prueba evidente del control que ejercen los políticos en las cajas.Montilla presionó para su nombramiento.
LOS ESTIMULOS
Zapatero: ««Habrá que colaborar para tener un mapa más racionalizado, competitivo y eficaz de nuestras entidades financieras».
Juan Vicente Herrera: El presidente de Castilla y León considera «urgente» la unión de las cajas de ahorros de la región.
LA CONSOLIDACION
El proceso de fusiones entre las cajas de ahorros no es nuevo.En apenas 20 años, desde 1988, nuestro país ha asistido a la desaparición de 32 entidades de esta naturaleza. De este modo, se ha pasado de las 77 cajas de ahorros que había en el citado ejercicio a las 45 que operan en la actualidad. En unos trimestres seguro que la cifra es todavía menor.
PRECEDENTES
2007... Tras más de una década de intentos, en mayo de ese año se produjo la fusión entre El Monte y Caja San Fernando, la última vivida.
2001... El entonces gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, emplazó a Bancaja a quedarse con Caja Carlet, acuciada por los problemas.
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