La regata 'in port' en aguas alicantinas, en la que han competido los veleros más rápidos del mundo, ha resultado muy disputada, con las embarcaciones españolas como protagonistas: el Telefónica Azul, en cabeza de la prueba, y el Negro con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, como tripulante.
En la primera de las dos mangas disputadas este sábado, el protagonismo lo ha copado el equipo de Pedro Campos, con el triunfo del Telefónica Azul y el segundo puesto del Telefónica Negro, por delante del Green dragon chino y del Ericsson, el gran favorito.
El Telefónica Azul, embarcación patroneada por Iker Martínez, medallista en Pekín, fue construido en la localidad valenciana de Alginet.
A lo largo de la jornada, se espera que más de 45.000 personas visiten el Village alicantino, donde se han acreditado hasta 150 televisiones de todo el mundo para dar cobertura a este evento que vivirá el momento más esperado en apenas una semana, cuando las embarcaciones salgan del puerto alicantino rumbo a Ciudad del Cabo.
Los visitantes han destacado la espectacularidad de la prueba y, en el caso de los más aficionados, la organización y las instalaciones habilitadas en el recinto portuario alicantino, "mejor que lo visto en Vigo".
La Volvo Ocean Race ya ha empezado, pues. Arrancó la competición con la primera regata costera de la competición. Habrá seis más. Pero ya en otros puertos, como el de Singapur, Quingdao, Río de Janeiro, Boston, Galway o Estocolmo. Una regata, la de ayer, que acabó con victoria de sabor español. El Telefónica Azul, dirigido por el medallista español Íker Martínez, lidera ya la clasificación de la vuelta al mundo a vela.
Unos 30.000 espectadores visitaron el Village en el Puerto de Alicante atraídos por la competición náutica, según datos recopilados por la organización del evento. Además, algunos privilegiados pudieron seguir la prueba desde las 700 embarcaciones que rodearon el campo de regatas.
Arranca la Vuelta al Mundo a Vela al tiempo que se le agota el tiempo a Alicante. El espectáculo de la Volvo se prolongará una semana. Hasta el próximo sábado, día en que los ocho barcos participantes abandonarán la ciudad. Será el inicio de una nueva aventura transoceánica. Su próximo destino: Cabo de Buena Esperanza, cuya llegada está prevista para el próximo 3 de noviembre.
La salida, una de las jornadas más emotivas e interesantes de la Volvo atraerá, como mínimo, a tantos espectadores como la primera regata. Será entonces cuando empiece, de verdad, la auténtica vuelta al mundo. Los tripulantes de las diferentes embarcaciones no regresarán a su hogar hasta que vuelvan de San Petersburgo, último destino. La llegada al puerto ruso será el 27 de junio del año próximo.
La exigencia será entonces mucho mayor. Más viento. Temperaturas más duras. Y un oleaje más peligroso. Días enteros en la embarcación. La vuelta al mundo real. De hecho, hasta la anterior edición, que salió de San Xenxo, no se celebraban regatas costeras. Su invención es reciente.
La Volvo llena el puerto pero no los negocios
Desde primera hora de la mañana el Village del puerto de Alicante empezó a recibir público: primero más tímidamente y a partir de media mañana de forma más contundente. Los más madrugadores fueron los familiares y amigos de los regatistas, que despidieron a los equipos que zarparon a tomar posiciones para la regata.
Familias jóvenes con hijos y público procedente de Madrid se dejaban sentir. También hay quien centraba su interés en ver la reforma del puerto y el ambiente.
La efervescencia existente en el Village no se reflejaba igual en los negocios de la ciudad. En el lado de los más satisfechos están los hoteles. "Trabajo no ha dado. Esperábamos más movimiento", comentaban varios taxistas en la plaza del Mar al tiempo que lamentaban no tener parada en el recinto. Y uno de ellos, aseguraba, señalando a las mesas de bares próximos que "las que están ocupadas son las que pueden estar cualquier día del año".
Varios restaurantes consultados de los aledaños del puerto coincidieron en señalar que con alguna excepción como mucho tenían "un poquito" más de clientela, principalmente en fin de semana. Tampoco faltaron críticas a la existencia de bares en el recinto del Village.
"Los días entre semana apenas se ve incidencia. El fin de semana sí se nota que están trabajando un poquito más en la zona del puerto y la más próxima del centro", resume José Francisco Izquierdo, responsable de la patronal de hostelería de Alicante.
El comercio, finalmente, ha notado poco el evento, aunque desde el sector insisten en que "era esperado".
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