jueves, 20 de noviembre de 2008

Los promotores deben reducir a la mitad el "stock" de 40.000 viviendas para reemprender la actividad

ALICANTE.- El sector constructor de la Costa Blanca enfoca todos sus esfuerzos en este momento a la reducción de las viviendas nuevas en stock que se han acumulado por la fuerte caída de las ventas en el último año y medio, según "Las Provincias".

La Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia) considera prioritario reducir a la mitad la actual bolsa de pisos, que asciende alrededor de 40.000 unidades en todo el territorio, para poder recuperar el equilibrio y que las empresas puedan aventurarse a nuevas inversiones y recuperar la actividad.

El secretario general de Provia, Jesualdo Ros, reconoce que "a pesar de la recesión y de que el avance de las ventas es muy lento, desde el primero al segundo trimestre del año se ha pasado ya de más de 52.000 viviendas en stock a 40.000". Estas adquisiciones de más 12.000 casas suponen un alivio para los promotores, aunque claramente insuficiente para poder equilibrar la oferta y demanda, ya que la reserva acumulada no debería oscilar más allá de 15.000-20.000.

Al respecto, sería necesario que el cómputo final del tercer y cuarto trimestre, pudiera acercarse a dicho objetivo de stockaje, pero es algo casi imposible, debido al bloqueo definitivo en la financiación que se ha producido por bancos y cajas de ahorros desde el verano para acá.

En cualquier caso, las cifras siempre pueden dar lugar a múltiples interpretaciones, ya que los datos que manejaba el Ministerio de la Vivienda a mitad de año situaba el acumulado en Alicante en 31.824 viviendas, lo que supone una media 17,1 casas por cada 1.000 habitantes. Dichos stock es sensiblemente inferior al que maneja el sector. No obstante, los números de los empresarios son más realistas, ya que incluyen las obras recién concluidas.

Ros reconoce que "hay personas interesadas en comprar, en este sentido la demanda es real, pero no se les da crédito para hacerlo". Por ello, entiende como "urgente" que las medidas anunciadas por el Gobierno se conviertan en algo efectivo.

"En la feria que celebramos hace unas semanas en el hotel Meliá, hasta 1.432 alicantinos dejaron sus datos, interesados en poder comprar, lo que demuestra que hay clientes dispuestos. Además, es un buen momento para hacerlo por las ofertas. El problema es que no hay respaldo económico", concluye.

Una iniciativa que podría ayudar, en lo que queda de año y en el arranque de 2009, a reducir el parque residencial de nueva construcción en la provincia, sería la planteada por el Ejecutivo central para vender puntualmente -bajo la calificación de vivienda protegida de precio concertado- aquellas promociones de renta libre que dispusieran de licencia de obra antes del pasado 1 de septiembre.

El requisito para el comprador con estas condiciones es que sus ingresos familiares no superen los 6.988 euros brutos anuales.

Sin embargo, desde Provia son muy escépticos con estas y otras medidas, entienden que el plan de choque llega tarde y se tendría que haber acometido hace unos meses.

"La cuestión ahora es que se vuelva a abrir el grifo de la financiación tanto para los particulares a la hora de comprar, como para las empresas para invertir", sostiene Ros.

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