"Desde España apostamos por un modelo que garantice al agua como un derecho básico y no como un mero recurso exclusivamente económico. Hay que garantizar el acceso al recurso y gestionarlo de un modo sostenible, de modo que tengamos agua para siempre y que se vean cubiertas las necesidades de generaciones futuras", explicó la titular de Medio Ambiente.
En este sentido, indicó que España trabaja con "criterios de ahorro" y con medidas de eficiencia en todos los usos y actividades, una tarea que debe seguir haciendo para asegurar un suministro en "cantidad y calidad suficiente".
Así, señaló que el agua es un recurso "frágil y escaso" y que el cambio climático "podría tener importantes afecciones" sobre él, con una mayor incidencia de fenómenos extremos, tales como sequías e inundaciones, que podrían afectar a millones de personas en todo el mundo.
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