sábado, 8 de agosto de 2009

Alarte cree que Camps y Rajoy están "desesperados" y dicen "cualquier cosa para obviar la corrupción del PP"

VALENCIA.- El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, consideró que el presidente de la Generalitat y del PPCV, Francisco Camps, y el presidente del PP nacional, Mariano Rajoy, son "dos hombres desesperados que dicen cualquier cosa para obviar el vendaval de corrupción que asola al PP y del que Camps es protagonista principal".

Alarte, que se expresó en estos términos en un comunicado, subrayó que "sólo así puede entenderse que Camps, con tal de tapar sus vergüenzas y de esconder el pánico que tiene a los micrófonos, a la libertad de expresión y a la Justicia, haya pedido a los suyos que recurran al insulto como estrategia para que no se hable de Gürtel y de los muchos problemas que tienen sumida a la Comunitat Valenciana en una grave crisis institucional y económica".

En opinión del dirigente socialista, "parece que, últimamente, el Partido Popular ha adoptado la técnica de inventar surrealistas e increíbles discursos para solicitar estrafalarias medidas y conseguir así que, en vez de que los medios de comunicación hablen de lo importante, la atención se centre en las barbaridades que dicen y no en la desunión que asola al Partido Popular tanto en la Comunitat Valenciana como en el conjunto de España", manifestó.

"El examen ideológico que barajan solicitar para bloquear la designación de Leire Pajín como senadora territorial por la Comunitat Valenciana, las constantes acusaciones infundadas a las Fuerzas de Seguridad del Estado a las que responsabilizan de filtraciones y de perseguir a miembros del PP y las constantes ocurrencias de Camps y de su Gobierno, la última solicitar la exclusión del síndic del PSPV en Corts, Ángel Luna, del debate sobre el estado de la Comunitat, no pueden ser calificadas más que de irresponsables y de fuegos artificiales para intentar desviar la atención", señaló Alarte.

El líder de los socialistas valencianos anunció que, "en ningún caso", permitirá que el Partido Popular "obtenga la impunidad que pretende para favorecer a sus amigos o para evitar que, cuando hay indicios judiciales, la Justicia inicie las investigaciones que estime oportunas para esclarecer cuantos hechos de dudosa legalidad sean necesarios o la oposición pueda exigir tantas explicaciones como considere convenientes".

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