En su última remodelación del Consell, Camps ha roto esa tradición y, además, ha acarreado la pérdida de un consejero por Alicante tras el fallecimiento de José Ramón García Antón, al no incluir caras nuevas en el ejecutivo, según recuerda 'El País'.
Cuando Eduardo Zaplana llegó al poder en 1995, la política turística pasó a manos de Roc Gregori, que llegó al Gobierno autonómico después de tres décadas al frente de la gestión turística de Benidorm. Gregori heredó el cargo de director general del Instituto Turístico Valenciano (ITVA), un organismo creado por los socialistas.
Gregori asumió con posterioridad la Secretaría Autonómica de Turismo para gestionar la nueva Agencia Valenciana de Turismo. En 2004, Camps creó la Consejería de Turismo con Milagrosa Martínez, de Elda, al frente. El secretario autonómico fue Matías Pérez Such, también de Benidorm.
En 2007, pasó a ocupar la cartera de Turismo Angélica Such (ex concejal de Benidorm), que ha dejado su puesto, entre otras cosas, por la fuerte contestación del sector. Fuentes vinculadas al turismo alicantino aseguran que la "falta de liderazgo e iniciativa política han sido las claves que han justificado este cambio", que implica la llegada de Belén Juste.
Otras fuentes empresariales comentan que el relevo se ha hecho "en clave interna, sin que haya primado la coherencia". Y rematan que: "El sector no puede permitirse el lujo de cambiar a los gestores políticos cada dos años".
Desde Hosbec, la patronal hotelera de Benidorm, su vicepresidente, Javier García, apuesta por la seguridad de que la nueva consejera "mantendrá el equilibrio entre los destinos" y por "una persona que conozca de primera mano el destino líder de la Comunidad", que es Benidorm. Todo apunta a que ese hombre volverá a ser Matías Pérez Such.
La nueva titular de Turismo no es alicantina, pero no es ajena al peso de la provincia en el sector. El primer acto oficial de Juste ha sido ha sido visitar Benidorm. Ayer, acompañada de su antecesora, visitó al alcalde del PP, Manuel Pérez Fenoll.
Y es que una de los primeros actos oficiales que sustanciará será la inauguración de la sede del Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas, con sede en Benidorm.
Matías Pérez Such fue un auténtico cataclismo en la gestión de la Agencia Valenciana del Turismo en su etapa como Secretario Autonómico. En la Consellería de Industria no se llevó nada bien con su titular. Que ahora se vuelva a pensar en este político para volver a Turismo parece un auténtico disparate. Su único mérito es haber vivido sus años jóvenes con un desconocido Eduardo Zaplana pegando carteles de la UCD. Seguro que le caerá alguna prebenda para seguir viviendo a costa del herario público. Ninguna carrera universitaria, oposición o negocio empresarial ha sido nunca tan rentable. Afortunadamente Camps no tiene necesidad de emplearlo para satisfacer ningún tipo de compromiso político en Benidorm. Para representar al Turismo ya tenemos a Agustín Grau, que ha sido un buen responsable de turismo en el Ayuntamiento de Alicante. Sin embargo, los caminos de los políticos son inexcrutables.
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