Cuando los ingenieros cerraron una parte de la transitada Plaza de los Mártires para construir una estación de subterráneo, los arqueólogos aprovecharon la oportunidad para investigar el sitio y, debajo de capas de cemento, encontraron una basílica del siglo V.
También hallaron forjas de metal de la era otomana y recuperaron balas de cañón y una primitiva pistola pertenecientes a los siglos XVI y XVII en los que los piratas usaban a Argel como base para aterrorizar a los barcos que navegaban el Mar Mediterráneo.
Los historiadores están entusiasmados porque los descubrimientos les permitirán hallar claves sobre el corazón del Argel antiguo, el bajo Casbah, que quedó parcialmente destruido cuando los ocupantes franceses del siglo XIX construyeron una plaza de armas y la sede del Gobierno.
"Esta es nuestra herencia", dijo Kamel Stiti, director del equipo de arqueólogos argelinos que trabaja en el sitio.
"Nadie imaginaba que la tierra escondía estas reliquias. Poco a poco estamos en proceso de redescubrir (...) la Argelia que resistió a la colonización", agregó.
Durante siglos, la costa de Argelia, con su tierra fértil y sus puertos estratégicos, atrajo una oleada de invasores: fenicios, romanos, árabes, otomanos y finalmente Francia, que dominó al país hasta su tardía independencia en 1962.
Pero ahora los historiadores argelinos quieren estudiar a las culturas indígenas que vivieron junto a los ocupantes, en un proceso de formación de la identidad nacional después del dominio francés y la guerra de la independencia, en la cual murieron alrededor de un millón de personas.
La excavación, en una sección de la Plaza de los Mártires que hasta hace unos meses era un depósito de autobuses, confirmó lo que los arqueólogos habían encontrado en otros sitios de Argelia.
Las investigaciones en el lugar hallaron evidencia sobre la presencia de sucesivas generaciones de Amazigh, un pueblo indígena que habitó Argelia y grandes zonas de Africa del Norte.
Pero su ubicación -y la extraña oportunidad de ver qué hay debajo de calles densamente pobladas- generaron un fuerte interés en el sitio. Los transeúntes miran a través de agujeros entre las vallas de metal o se trepan a postes de luz para observar qué está ocurriendo.
Desde que los arqueólogos hicieron sus descubrimientos, el trabajo para la estación de subterráneo quedó interrumpido.
En el fondo de uno de los pozos se pueden ver secciones de mosaicos del piso de la basílica en colores verde, blanco y azul dispuestos en formas geométricas.
La estructura demuestra que los nativos de Argelia adoptaron la religión cristiana. "Es cierto que hoy somos musulmanes, pero quizá antes la población adoraba a Dios al estilo cristiano del siglo V", dijo Stiti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario