martes, 22 de septiembre de 2009

Aprobada la moción de censura contra el alcalde del PP de Benidorm

BENIDORM.- El pleno del Ayuntamiento de Benidorm (Alicante) aprobó este martes la moción de censura contra el alcalde del PP, Manuel Pérez Fenoll, con los votos de los 12 concejales del PSPV de Benidorm y del edil tránsfuga, José Bañuls, y proclamó al hasta ahora portavoz municipal del PSPV, Agustín Navarro, como nuevo alcalde de la localidad.

La sesión plenaria se inició pasadas las 12.00 horas, presidida por una Mesa de edad integrada por los concejales de mayor y menor edad --la edil del PP Carmen González y la socialista Natalia Guijarro--, tal y como establece el reglamento orgánico del pleno municipal.


El pasado 10 de septiembre, los entonces 12 ediles socialistas del Ayuntamiento, entre los que se encuentra Maite Iraola, madre de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, anunciaron la firma con Bañuls de una moción de censura contra Pérez Fenoll, que justificaron en el "desgobierno" municipal, y su intención de darse de baja de militancia del PSPV para no perjudicar al partido.

En esta jornada, se ha formalizado la votación de la moción, en un pleno en el que los simpatizantes de ambos partidos, alrededor de 300 personas, siguieron la sesión a través de una pantalla habilitada en el vestíbulo, y profirieron gritos de apoyo y abucheos conforme fueron tomando el turno de palabra los representantes de las dos formaciones en el Ayuntamiento y en el transcurso de la votación que sacó adelante la moción..

La sesión vivió sus primeros momentos de tensión cuando el todavía alcalde Pérez Fenoll manifestó su disconformidad con el orden de intervención aprobado por la Mesa, y acusó al secretario del Ayuntamiento de "saltarse la ley a la torera". La Mesa, no obstante, no accedió a sus peticiones, y ordenó la continuación del pleno de acuerdo con lo acordado.

A continuación, se dio lectura a la moción de censura y se abrió un turno de palabra en el que intervino en primer lugar el candidato a la Alcaldía y ex socialista, Agustín Navarro, seguido de Manuel Pérez Fenoll y los portavoces de los grupos municipales, Antonio Pérez por el PP y de Jaime Llinares, ex edil del PSPV.

Agustín Navarro aseguró en su intervención que "hoy comienza un nuevo tiempo", "tanto en las relaciones en el Gobierno municipal como con los ciudadanos", y manifestó que su primer "compromiso oficial" será "contar con todos y todas". En segundo lugar, trasladó un mensaje al grupo del PP, a los que dijo "comprender que atraviesan un momento difícil". En este sentido, Navarro consideró que se deben "encontrar puntos de entendimiento en favor de la ciudad".

El todavía candidato a la Alcaldía explicó que su gobierno girará en torno a "cuatro ejes fundamentales": la reordenación de la situación económica, con el fin de "sanear las cuentas públicas a través del rigor presupuestario y la austeridad"; la reconstitución de los servicios sociales públicos, de la educación y de la sanidad, con especial atención para los dependientes; el impulso de los grandes proyectos que "están bloqueados", y el impulso de la participación ciudadana, para que "por primera vez los ciudadanos puedan participar en las decisiones mediante el Reglamento de Participación Ciudadana".

"Vamos a abrir la casa de par en par, y vamos a hacer que el suelo de Benidorm sea para los ciudadanos de Benidorm", anunció Navarro.

Por su parte, Manuel Pérez Fenoll remarcó que "hoy es un día muy triste para la democracia", y se mostró convencido de que "ningún demócrata puede entender el paso que van a dar los 13 concejales" para arrebatarle la Alcaldía al PP en Benidorm. En esta línea, subrayó además que "hoy la voluntad popular está siendo vulnerada", por las "ansias de poder de muchos, que hoy se verán colmadas".

Fenoll auguró que en 2011, "el pueblo, con el voto en la mano, volverá a poner el orden" en el Ayuntamiento. Mientras tanto, aseguró que los 'populares' irán "con la cabeza bien alta", porque la gestión que han realizado ha estado caracterizada por "la honradez y eficacia".

En este punto, el todavía alcalde arremetió contra los ediles que avalan la moción para señalar que "otros no pueden decir lo mismo", y defender que los 'populares' "nunca" se han dejado "chantajear" ni se han sometido a "intereses espúreos".

"Éste es un pueblo y una Alcaldía que, para mí, a diferencia de otros, no tiene precio, y como creo que Benidorm está por encima de todo lo demás, le deseo mucha suerte, señor Navarro", concluyó.

Por su parte, Llinares realizó también una breve intervención en la que recordó que la moción de censura responde a la situación de "caos" y "desgobierno" en el que se encuentra el Ayuntamiento es "responsabilidad del alcalde y del PP", a los que acusó de "falta de capacidad para gestionar el municipio y de falta de diálogo con los ciudadanos".

Llinares cerró su turno de palabra con una alusión a la tránsfuga socialista Maruja Sánchez que en 1991 dio la Alcaldía de Benidorm a Eduardo Zaplana, del PP. "Con su destitución también cesa Maruja Sánchez, que tanto ha costado a los contribuyentes" de Benidorm, apuntó al respecto.

El portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento, Antonio Pérez, aprovechó su intervención para calificar como "mentiras" todos los argumentos esgrimidos por los firmantes de la moción, y les acusó de "ofrecer una mala imagen" del municipio con esta operación política. "Los motivos reales de esta moción siguen siendo una incógnita, incluso para sus propios concejales", indicó a Navarro.

Antonio Pérez defendió además la labor del hasta ahora equipo de gobierno y propuso guardar "un minuto de silencio por la democracia" para cerrar el pleno, petición que la Mesa rechazó porque, según puntualizó la edil Natalia Guijarro, "la democracia no ha muerto".

Acto seguido, se procedió a la votación de la moción de censura, que salió adelante con los votos mayoritarios de los 12 ex cejales del grupo municipal socialistas y del edil José Bañuls, y a la proclamación de Agustín Navarro como nuevo alcalde de Benidorm, en un pleno que duró unos 45 minutos y que contó en todo momento con los gritos de apoyo y de rechazo de los congregados a las puertas de la sala. Navarro, en valenciano, prometió el cargo por su "conciencia y honor".

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