González se pronunció en estos términos, a preguntas de los periodistas, tras el encuentro de la Junta Directiva de la entidad, en la que se ratificó esta posición sobre una fusión entre cajas, tras la propuesta realizada por la Generalitat valenciana al respecto.
En este sentido, explicó que en una fusión de este tipo se producen "muchas duplicidades" tanto de personal como de oficinas, pero cuando se da un proceso de unión "hay ayudas", entre las que citó las del FROP, que contribuyen a "subsanar y amortiguar esos costes". De este modo, consideró que si se da ese paso, y "una vez eliminadas las duplicidades", la entidad resultante es "mucho más competitiva".
El presidente de la CEV manifestó que, en las circunstancias "actuales", ninguna de las dos cajas valencianas "tiene necesidad de un fusión", ya que "superan ampliamente" los 50.000 millones de activos que establece como recomendación el Banco de España, con entre 75.000 y 80.000 millones CAM, y 110.000 Bancaja.
No obstante, González advirtió de que la coyuntura actual "no es precisamente normal", por lo que "puede suceder que en un futuro próximo las fusiones tengan que hacerse de alguna manera", aunque reconoció que esa es una decisión que "tienen que determinar los órganos de Gobierno de las entidades".
En el caso de que se den fusiones entre otras entidades, reivindicó que "los órganos de Gobierno de cajas que tienen su sede en la Comunitat, permanezca en la Comunitat". Asimismo, solicitó que las entidades miren desde su posición en el ránking --tercera para Bancaja y quinta para CAM-- "hacia abajo, y no desde ahí hacia arriba".
Preguntado por el caso de Caixa Ontinyent, afirmó que "la gran discusión es entre Bancaja y CAM", pese a que resaltó que si se produjera la fusión, "naturalmente, habría que considerar este tema en el que no sólo entran cuestiones de tipo económico, sino también sentimientos locales que son tan respetables como los económicos".
El presidente de la Confederación Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepymev), José Vicente Morata, puso de manifiesto que este colectivo pretende que "cualquier decisión que se produzca siempre sea una mejora para los costes" empresariales, de forma que "el diferencial entre lo que se paga y lo que se cobra por parte de la banca sea una mejora".
Por su parte, el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, resaltó que el futuro de las cajas "lo deben decidir las propias entidades", y alertó de que "hay que ser especialmente cuidadosos al tocar el futuro de esas instituciones" porque son entidades financieras "en las que muchos ciudadanos tienen depositados sus ahorros".
Peralta explicó que el Gobierno es "consciente" de que con las actuales dificultades económicas es posible que "las entidades financieras necesiten llevar a cabo procesos de restructuración para garantizar su solvencia y su estabilidad", por lo que "ha puesto en marcha el marco legal y financiero que permita hacerlo realidad", a través de un acuerdo con el PP.
A partir de ese momento, indicó que "sería bueno que las autoridades políticas" --entre los que se incluyó-- no realizaran valoraciones sobre este tema, con el objetivo de "no politizar un tema que compete a los órganos rectores de las diferentes entidades", que son los que conocen su "realidad, sus necesidades y las medidas más adecuadas", insistió.
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