viernes, 19 de febrero de 2010

El alcoyano Juan Antonio Gisbert 'pincha' en Ruralcaja

VALENCIA.- Ruralcaja, dirigida por el alcoyano Juan Antonio Gisbert, obtuvo un beneficio neto atribuido de 15,65 millones de euros en 2009, lo que supone una caída del 31,9% respecto al ejercicio anterior, tras destinar 101 millones de euros a dotaciones para prevenir insolvencias y sanear activos inmobiliarios adjudicados.

De esta forma, se incrementaron en más de un 50% las dotaciones durante el pasado ejercicio, en relación con 2008, y sitúan el montante total seis veces por encima de los beneficios obtenidos por la entidad. Con ello, Ruralcaja "demuestra que la prioridad ha sido salvaguardar, ante todo, la solvencia" de la caja, con el objetivo de "sentar las bases para convertir la crisis económica en una gran oportunidad, alcanzar un nivel de saneamiento que permita salir totalmente reforzados".

Así lo expuso el director general de Ruralcaja, Juan Antonio Gisbert, en una rueda de prensa que ofreció para presentar los resultados de la entidad en 2009, año en que alcanzó un volumen de activos total de 8.840,88 millones de euros --0,32% menos que en el ejercicio anterior-- y reforzó sus recursos propios hasta disponer de un exceso de capital de 739,3 millones de euros, lo que supone un 1,87% más que en 2008 y un 4,3% por encima de los requerimientos legales exigidos.

Gisbert resaltó que el resultado del ejercicio fue "excelente", teniendo en cuenta que responde a un año "complejo", con una caída del PIB "sin precedentes". Asimismo, auguró que 2010 será "peor" para la banca que 2008 y 2009, dado el "inevitable" estrechamiento de márgenes y las necesidades de dotaciones que "seguirán siendo altas". Por ello, manifestó que se sentirá "satisfecho" Ruralcaja cumple el objetivo de mantener el resultado de este ejercicio.

La morosidad de la entidad cerró el año 2009 en el 6,22%, con un ratio idéntico al del ejercicio anterior, y la cobertura de activos dudosos alcanzó el 56,48% --frente al 41,54% en 2008--. Según explicó el director general, la tasa de morosidad se mantuvo igual en 2009 porque, pese a que disminuyeron los activos dudosos, la inversión crediticia también se redujo, por lo que aseguró que "si esta última hubiera crecido, el ratio de morosidad habría caído".

Ruralcaja reforzó su coeficiente de solvencia hasta el 12,29%, frente al 11,78% de 2008, y su Tier 1 se ubicó en el 8,6%. No obstante, el ratio de eficiencia se redujo ocho puntos desde el 56,33% de 2008 hasta el 48,14%.

En cuanto a los márgenes, el Bruto aumentó un 9,28%, hasta alcanzar los 252,39 millones, el de Intereses creció un 9,07%, hasta los 211,79 millones y el de Explotación recurrente experimentó un aumento del 32,88% hasta situarse en los 119,62 millones de euros. Este último incremento, debido al "buen comportamiento de los márgenes de intereses y bruto y a la importante contención de gastos de administración, que se redujeron un 6,6% --8,6 millones--", permitió "reforzar, en mucho, la dotación para insolvencia".

CRÉDITO A LA CLIENTELA

El crédito a la clientela registró una variación negativa del 2,52%, que situó el saldo crediticio en 2009 en 8.065 millones. En este sentido, Gisbert aseguró que la "confortable" situación de liquidez de la entidad, de 663 millones, ha permitido "mantener abiertas todas las líneas de financiación, tanto a empresas como familias, mediante recursos propios y líneas del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y del Instituto de Crédito Oficial (ICO)", por lo que atribuyó la disminución del crédito a la caída de la demanda.

En concreto, apuntó que las nuevas operaciones concedidas fueron 31.212 --2.230 menos que en 2008--, por un importe de 1.516 millones de euros --226 millones menos que en el ejercicio anterior--. Por su parte, el depósito de la clientela aumentó un 0,41 por ciento, hasta concluir el año con 6.699,89 millones de euros.

Sobre los activos inmobiliarios, el volumen de activos adjudicados en 2009 alcanzó los 75 millones de euros, de los que 70 se incorporaron durante ese mismo ejercicio. No obstante, Gisbert aseguró que la exposición al riesgo en activos inmobiliarios en 2009 se mantuvo en el 0,93%, "prácticamente 1 punto por debajo de la media de cooperativas de crédito, que son el subsector bancario con menor exposición".

Por otro lado, la entidad cerró el pasado ejercicio con 515 oficinas, tras cerrar cuatro y abrir dos nuevas, y con 1.911 empleados, 29 menos que en 2008.

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