En un encuentro informativo ofrecido hoy junto con el director general de la entidad, Roberto López, y la directora general adjunta, María Dolores Amorós, mostró su satisfacción por el acuerdo alcanzado para constituir esta fusión fría, y trasladó su deseo de que quede constituido "cuanto antes".
El director general explicó que el calendario que afronta ahora la entidad para proceder a esta operación "es complejo", y detalló que "hay una parte legal" que requiere de la búsqueda de autorizaciones de los reguladores, --Banco de España, CMNV, entre otros organismos--, que requiere sus propios plazos, pero que podría extenderse "4 ó 6 meses".
"Nos encantaría que esto estuviera en condiciones de ser firmado antes del 31 de diciembre de este año, existe la mejor voluntad para hacerlo viable cuanto antes, pero esto no va a depender de nosotros", aclaró Roberto López.
Así mismo, el SIP exigirá un proceso de integración operativa con el que CAM pretende "ir integrando y unificando las cosas cuanto antes".
"Vamos a hacer los mejores esfuerzos, porque en términos de operatividad, de generar sinergias, de ahorrar costes, cuanto más rápido mejor", adelantó el director general.
Por su parte, María Dolores Amorós, precisó que la entidad podrá integrar sus resultados en el grupo, "cuando jurídicamente esté culminado el proyecto, y la vocación es que pudiera ser justo al cierre de este ejercicio si fuera posible".
En esta integración operativa, Roberto López consideró que el coste social va a ser "absolutamente mínimo", porque la operación elegida por CAM ha buscado precisamente que la "superposición de la red de oficinas y de clientes sea la menor posible" de todas las opciones estudiadas.
En este proceso de integración operativa, Roberto López aseguró que se buscará "la viabilidad de los procesos de integración para hacerlos compatibles con el menor ajuste traumático de empleo, con la menor movilidad de gente, y con el respeto de las ubicaciones en las que actualmente está la gente".
En este sentido, confirmó además que el ente central tendrá una sede en Madrid que "será mucho más conceptual que operativa", dado que las bases operativas "van a estar ubicadas en la medida que podamos, en las sedes de las antiguas cajas", aclaró.
A la espera de conocer el número de puestos de trabajo que se pueden ver afectados por esta operación, Roberto López aseguró que "no van a ser traumáticos".
Por otra parte, Roberto López se refirió a las reticencias de los sindicatos ante esta operación, y se mostró convencido de que por parte de los representantes sindicales "no hay una oposición al proyecto, sino al formato en el que en este momento la regulación legal permite hacer este tipo de operación".
El real decreto del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) exige que la sociedad resultante del SIP de cajas de ahorro adopte el formato de banco, según recordaron a Europa Press fuentes de la entidad.
Al respecto, el presidente de Caja Mediterráneo aludió al nombre que adoptará este 'holding' o banco en el futuro, para señalar que "cuando llegue el momento propicio, que tal vez sea cuando se cree realmente ese banco, sea el momento en que entre todos se haga una valoración técnicamente de si realmente merece la pena seguir manteniendo la marca con el nombre CAM o implantar una nueva marca".
Entre las ventajas que esta operación dará a CAM, Roberto López destacó que la entidad podrá mantener su marca y su personalidad jurídica, obtener e integrarse en un proyecto con capacidad para liderar el sector financiero español, y con capacidad de crecimiento y aporte valor, para hacer cosas adicionales o mejorar las cosas que CAM lleva a cabo en la actualidad.
"Será un grupo capaz de generar economías de escala y economías de alcance que van a ser necesarias en el contexto competitivo en el que nos vamos a mover en los próximos años", subrayó al respecto.
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