miércoles, 28 de julio de 2010

Economistas y políticos destacan que el liderazgo de Cajastur en la fusión supone un espaldarazo a la entidad y a la imagen de Asturias

OVIEDO.- «Que una caja pequeña como Cajastur se haya hecho con el control de otra entidad que la dobla en tamaño como CAM es un premio a su solvencia y a sus buenos números». La reflexión es de Miguel de la Fuente, decano del Colegio de Economistas de Asturias en el diario local 'La Nueva España'.


Economistas y políticos asturianos aseguran que el hecho de que la gestión del grupo resultante de la fusión fría entre Cajastur, CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria haya recaído en la entidad asturiana es un reconocimiento al trabajo del equipo que preside Manuel Menéndez, y, destacan, favorecerá a mejorar la imagen que proyecta Asturias hacia el resto de España.

Miguel de la Fuente argumenta: «La fusión, y el hecho de que la gestión vaya a llevarse desde la región, es una noticia positiva no solo para el Principado sino para el sector financiero español».

Para el decano del Colegio de Economistas, de la operación saldrá «una entidad (la tercera caja de ahorros del país) con un gran volumen de negocio y con una buena liquidez, lo que hará que haya más facilidad para la concesión de créditos, que es uno de los principales problemas que siguen teniendo actualmente las empresas y las familias».

Lo que tienen claro también los economistas es que el hecho de que Cajastur vaya a tomar el mando de la nueva entidad que resulte de la fusión supondrá un fuerte espaldarazo para la imagen de la región. «La marca Asturias está de moda», destaca De la Fuente.

Francisco González, catedrático de Economía Financiera de la Universidad de Oviedo, huye de regionalismos y destaca: «La gerencia del grupo resultante la ha adoptado la entidad que mejor ha sabido hacer las cosas». Y señala: «Lo que tiene que pensar ahora la alicantina CAM es que la decisión es una garantía para su futuro».

También resta importancia a que la gestión del grupo se vaya a llevar a cabo desde Asturias. «Esto no debe de ser una cuestión de nacionalidades; si la mejor gestión hubiera estado en Alicante, lo normal hubiera sido que el peso en el control del grupo lo hubiera llevado la CAM», señaló González.

Santiago Álvarez, catedrático de Hacienda Pública, destaca además que Cajastur es una entidad que cuenta con un alto grado de solvencia, que no ha tenido una exposición a los riesgos inmobiliarios demasiado elevada y que no ha tenido una política de expansión hacia otras regiones muy agresiva como sí han hecho otras cajas.

«No incurrió en operaciones arriesgadas como sí hizo, por ejemplo, Caja Castilla-La Mancha (CCM) financiando obras como el aeropuerto de Ciudad Real, lo que ha hecho que se haya colocado con una posición dominante dentro del grupo resultante», señaló Santiago Álvarez.

La operación de Cajastur consiguió también aunar la opinión de populares y socialistas asturianos. Javier Fernández, secretario general de la Federación Asturiana de Empresarios (FSA), señaló: «La fusión robustece al sector de las cajas de España», y afirmó: «Nos alegra que CAM haya optado, por fin, por tener una gestión más profesional».

Un análisis similar realizó el presidente del PP en Asturias, Ovidio Sánchez: «Cajastur está dando buenas noticias permanentemente», afirmó, «su liderazgo en el proceso de fusión permite a los ciudadanos de la región tener una perspectiva dentro de España realmente importante». El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, también destacó que la operación «pone de manifiesto la buena capacidad de gestión del equipo que preside Manuel Menéndez».

Menos claro lo tiene el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll. El popular destacó que la aportación de Caja de Ahorros del Mediterráneo a la fusión es «muy elevada respecto a la de las otras tres cajas». «Espero», añadió, «que con el paso del tiempo, no se tenga la sensación de que se ha quitado nada a la provincia de Alicante». Para Ripoll, la «fusión óptima» hubiera sido la resultante de unir CAM con Caja Murcia. Sin embargo, destacó, «al final, las cosas que se obtienen no son las mejores, sino las posibles».

En Alicante, los sindicatos aseguran estar preocupados por el futuro del empleo en la nueva entidad. Las centrales con representación en la caja levantina exigieron la constitución de una mesa laboral en la que «se garantice la estabilidad del empleo en CAM». Entre los propios representantes sindicales existen diferencias sobre las ventajas e inconvenientes de la fusión y piden un compromiso para negociar un pacto laboral.

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